El "nuevo curso" empezó para mi padre algo ajetreado; al poco de terminar las vacaciones empezó a tener que organizar la agenda para unos cuantos viajes que se han acumulado en poco tiempo. Al ya tradicional de Lyon se han sumado un par más internacionales, más otros menos dentro de nuestras fronteras. A mi me interesan más los primeros claro, porque por mucho trabajo que tenga siempre consigue escaparse un moment para traer algún recuerdo, y si es gastronómico mejor :P
Uno de esos viajes fue a Bolonia, Italia, ciudad a la que iba por primera vez. Por suerte les llevaron también a hacer un poquito de turismo por los alrededores (así tengo en mi poder una guía de la abadía de Pomposa) y disfrutaron de buena comida. No pudo encontrar una buena tienda como aquella vez en Milán, pero era obligatorio conseguir algo de pasta no común en España. Y lo mejor para mi es que la gente con la que fue a trabajar están enfocados en el cultivo de manzanas, y presentan nuevas variedades de las que regalaron unas cuantas piezas. Me temo que me las comí todas yo; si tengo una adicción reconocida es a la manzana, incluso más que al chocolate! Aunque parezca que la llamada Modi es de esas rojo brillante que luego son arenosas por dentro y sin sabor, en absoluto era el caso; carne jugosa y firme, con pontente aroma. También me gustó la otra variedad, con tan artístico nombre : )
Oh, pero la novedad de este año ha sido la visita a un nuevo continente, África. Casi una semana en Marruecos con gente de diversos países enfocando, creo, sobre todo el cultivo del tomate. Tengo que ver las fotos que hizo, a ver si subo alguna al blog porque seguro que merecen la pena. Marruecos tiene que ser un país fascinante, su maravillosa gastronomía es sólo una muestra de ello.
Por desgracia no tuvo tiempo de que le llevaran a una tienda de especias típica, aunque consiguió pillar algo en el aeropuerto. Pero por suerte hizo amistad con un libanés que le prometió traerme especias desconocidas por aqui cuando él venga a España. Y lo mejor es que le llevó a una pastelería que al parecer es famosísima! Mi padre tenía intención de traerse sólo una cajita con algunos dulces, por si acaso no llegaban en buenas condiciones (ya que los empaquetan allí, estilo confitería, no van envasados puesto que los hacen artesanalmente), pero por problemas idiomáticos acabó con dos cajas de 500 gr cada una
Por suerte llegaron en perfecto estado, y hemos dado gracias a ese malentendido, porque madre mía, qué maravillosas delicias! Desconozco los nombres de cada pasta, pero absolutamente todas son una maravilla de sabores y aromas. Ideales para acompañar el té que también se trajo : )
Su próximo viaje es ya bastante más aburrido, Madrid. Creo que me conozco yo ya mejor la capital que él, y dudo que le dejen moverse más que de la estación al hotel y del hotel a reuniones :P
Unos regalos estupendos!!
ResponderEliminarMe encantan las pastas de marruecos, donde trabajo hay una chica de marruecos que los hace deliciosos!! me gustan tanto esos sabores.....
Besos!
Chica, qué cielo tu padre. Todas esas pastas marroquíes tienen un aspecto estupendo. :-D
ResponderEliminarEsas pastas me recuerdan a los pastelitos que comí de postre en algunos restaurantes libaneses, posiblemente tengan cosas en común, no? Con lo que te gustan a ti las especias, menudo paraíso, jeje.
ResponderEliminarsaluditos
Me encanta la cocina marroquí, curiosamente he hecho este fin de semana una pastela o pastilla. Es parecida o nuestro pastel de cierva.
ResponderEliminarme encanta Bolonia!!
ResponderEliminary esas pastitas marroquis tienen una pinta increible!
besitos
PEro tu padre no para quieto??!! Ahora si el mío fuese como el tuyo, que me trajese también el coche lleno de cosas....
ResponderEliminarMe cojo, con tu permiso un par de pastitas marroquíes, que tiene que estar...
Besos
Ohhh, que buen surtido de productos!!Ya puedes estar contenta de los regalazos de tu padre!!
ResponderEliminarBesines guapi,
Vanesuky.
Que suerte, como te habras puesto con esos dulces tan deliciosos.
ResponderEliminarUn beso.
Jo, que suerte Akane!!
ResponderEliminarMe das envidia sana jejeje.
Vas a poder hacer una pasta increible con todo eso.
Bss!
Me encata la cocina de Marruecos y te recomiendo que vayas porque vas a disfrutar de lo lindo.
ResponderEliminarSigue siendo un placer para mí leer tus entradas al blog.
Me gustaría, puesto que ya llegó el ansiado frío que publicases alguna receta más del vino caliente que tanto me llamó la atención y si sabes las propiedades que tiene.
Un saludo y gracias!!
Ah, los dulces marroquíes... un poco excesivamente empalagosos para mí, pero con el encanto de lo sencillo y del producto natural. Pocos conservantes y colorantes, verdad? muchos frutos secos, miel y harina. Poco más y ya tienes cientos de variedades deliciosas. Cuando ponen aquí en Mercado Medieval en el mes de Mayo casi siempre me paso por el chiringuito que pone un señor de Marruecos con dulces y tés. Fabulosos.
ResponderEliminarTambién adoro las manzanas, aunque en mi caso prefiero las Pink Lady, crujientes y nada harinosas, con un ligero aroma a anís y un precioso color rosado. Estas que nos enseñas nunca las había visto...
Un abrazo.
Akane,
ResponderEliminarSiempre con aportes interesantes. Nunca he estado en Marruecos, aunque si he tenido oportunidad de degustar muchos de sus platos típicos a través de amigos marroquíes...
Me encantan tus regalos...Qué pinta tan rica que tienen esas pastitas...
Gracias por compartir.
Un besito,
IDania