29 mayo, 2010

Galletas Willisauer Ringli

Las galletas anillo de Willisau son el producto más famoso de la bonita localidad del mismo nombre, Willisau, cerca de Lucerna, que guarda el encanto de su origen medieval en el centro histórico. La ciudad vieja, de curiosa forma rectangular, con muralla y torres, se ha conservado sin apenas modificaciones en su trazado desde la última reconstrucción en 1704, tras un incendio. Recorrer sus calles es casi retroceder en el tiempo.




Willisauer Ringli

Yo conocía las galletas antes que su origen, pues mi padre es un fanático de ellas y siempre que tiene la oportunidad las compra, las fabricadas por la fantástica casa Hug, con un repertorio de galletas tradicionales suizas y otros dulces de gran calidad, sin apenas aditivos y manteniendo la esencia original de sus recetas.

Añorando su sabor, busqué por la red y encontré algunas recetas para esta peculiar galleta. Al final me decidí a intentar hornearlas en casa, a pesar de no tener el horno aún al 100% y sin fiarme demasiado. Pero al final han salido unas Willisauer Ringli bastante parecidas a las originales. Se trata de unas galletas finitas y muy, muy crujientes, cuya masa está formada únicamente de harina, azúcar y los aromas de cítricos. Como su nombre indica, tienen forma de anillos, con el agujero chiquitín (la variedad "mini" a veces tienen un agujerito tan minúsculo que apenas se ve) pero como yo no tengo un molde exacto he preferido jugar con otros cortadores. El sabor al fin y al cabo no varía mucho :-)

Willisauer Ringli




- 250 gr de azúcar
- 175 ml de agua

Poner ambos en un cazo y calentar hasta que empiece a hervir; bajar el fuego y remover con una cuchara de madera hasta que se haya disuelto el azúcar.

- 200 gr de azúcar
- 3 cucharadas de miel
- ralladura de 1 limón sin tratar
- ralladura  de media naranja sin tratar
- 500 gr de harina de repostería

Añadir el almíbar templado al resto del azúcar, la miel y la piel de los cítricos. Incorporar entonces la harina y trabajar bien la masa hasta que quede todo integrado, homogéneo. Es más fácil hacerlo a mano, pero aviso de que nos pringaremos bastante. Si estuviera demasiado pegajosa, añadir más harina, pero tampoco debe quedar muy seca. Envolver en papel film y dejar enfriar en la nevera como mínimo una hora.





Precalentar el horno a 180ºC y preparar unas bandejas.
Cortar porciones de la masa, dejando el resto en la nevera. Sobre una superficie enharinada, estirar la masa con un rodillo hasta dejar de un grosor de 2 mm (importante), Formar galletas usando cortadores (las originales son anillos con el agujero pequeño, pero se pueden hacer como se quieran) y distribuir sobre las bandejas; no es necesario dejar mucha separación. Pintarlas con agua (eso hará que brillen).

Willisauer Ringli



Willisauer Ringli


Hornear a media altura, una bandeja cada vez, durante unos 15-20 minutos. Cuidado porque se doran enseguida; deben quedar tostaditas pero no demasiado, o se quemarán con facilidad. En mi horno se hicieron muy pronto, no sé si porque está todavía algo escacharrado.
Dejarlas enfriar sobre una rejilla y guardarlas en un recipiente hermético. Aguantan muy bien varios días.

Willisauer Ringli


 

Primerísimo plano para intentar mostrar la textura de estas galletas. ¿Se nota el "crujiente"? Además es típico que se vean granitos de azúcar por la superficie. Al ser duritas son fantásticas para mojar en café o leche.




Y con esta receta me gustaría participar (algo in extremis, como de costumbre en mi) en el concurso de galletas organizado desde el fantástico blog de Pepekitchen y caprichosdecocina. ¡Que haya suerte!

Por cierto, estoy fatal de tiempo y encima la fecha de entrega del trabajo la han puesto antes de lo que pensaba, así que siento mucho no poder responder a los comentarios o no poder visitaros a todos con la misma frecuencia.
26 mayo, 2010

Tarta de cumpleaños para mi hermano

Ayer fue el cumpleaños de mi hermano pequeño. Bueno, "pequeño" es un decir, hace muuucho que me superó en altura, y menos mal que dejó de crecer. 21 añitos tiene ya, y no los podía llevar mejor. Está estudiando filosofía (la ilusión de mi padre de legar a sus hijos sus libros de ciencias tendrá que esperar a ver si con los nietos hay más suerte) y el año que viene se marcha a Inglaterra un añito (qué envidia me da).

Aunque en casa no estamos para muchas celebraciones. Mis padres han tenido que salir de viaje urgente esta mañana porque llegaron noticias desde Suiza, mi abuela paterna estaba fatal; esta madrugada finalmente nos dejó. La pobre llevaba ya mal mucho tiempo y la verdad es que cuanto menos se alargara el final inevitable mejor, menos sufrimiento. Sólo siento que mi padre no haya podido llegar a tiempo para poder verla consciente una última vez más, y también me da pena no poder ir yo a acompañar a la familia en estos momentos.
Hace poco se cumplió otro aniversario más de la muerte de mi abuela materna... les mando un abrazo enorme a las dos, donde quiera que estén. 

Bueno, esta es la tarta que le hice a mi hermano. Sigo sin meter el pie en el mundo del fondant (ya llegará el día...) así que me apetecía probar un frosting de buttercream, que tanto se ven por blogs angloparlantes, y que tanto se usan para cupcakes. Como buen miembro de esta familia, mi hermano es adicto al chocolate, así que busqué una crema chocolateada. La base es un cake del tipo "esponja", hecho sólo con harina, huevos y azúcar, batiendo yemas y claras por separado. Esta receta sale muy bien, un bizcocho bien gordo que se puede cortar en tres capas sin problemas. De relleno, crema de vainilla y mermelada de arándanos rojos un poco disuelta para bañar el bizcocho. 
No es difícil hacer un cake de este tipo; eso sí, me tuvo ocupada toda la mañana. Salió una tarta muy rica, para nada pesada, y que está más buena si se deja reposar unas horas en la nevera.

Birthday cake





Para el bizcocho (AZ Cookbook):
- 1 taza de harina
- 1 cucharada de maizena
- 5 huevos L
- 1 taza de azúcar
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde recondo desmontable de unos 23 cm de diámetro.
Quitar una cucharada de harina a la cantidad total y añadir la cucharada de maizena. Tamizar juntos varias veces para que quede bien incorporado. Reservar.
Separar las yemas de las claras de los 5 huevos. Reservar las claras.
Batir las yemas con la mitad del azúcar (1/2 taza) usando batidora de varillas eléctrica a velocidad media-alta, hasta que quede una mezcla homogénea de color amarillo pálido; añadir la vainilla y batir un poco más.
Batir aparte las claras con las varillas limpias a velocidad media-alta, montándolas hasta que tripliquen el tamaño y empiecen a formar "picos". Añadir poco a poco el resto del azúcar (1/2 taza), continuando batiendo hasta formar un merengue de consistencia sólida; debe permanecer inmóvil al colocar el cuenco boca abajo.



Sponge cake


Usando una espátula, añadir 1/3 del merengue a la mezcla de yemas, incorporando con suavidad. Tamizar encima la mitad de la harina, trabajando todo con movimientos envolventes. Incorporar otro tercrio de las claras, luego el resto de la harina, y finalmente el resto de las claras, siempre con suavidad, justo hasta que quede todo bien homogéneo, sin mezclar demasiado.
Repartir sobre el molde igualando la superficie. Hornear sobre una rejilla durante unos 20-30 minutos, hasta que se haya dorado y al pincharlo en el centro con un palillo o brocheta ésta salga limpia. Introducir un cuchillo con cuidado por los bordes del molde para separarlo del bizcocho. Colocar una rejilla encima, voltear y quitar el molde con cuidado; debería salir sin problemas. Quitar el papel de la base (que ahora debe estar arriba) y volver a dar la vuelta. Dejar que enfríe totalmente sobre la rejilla.

Para la crema de vainilla (Joy of Baking):
-3 yemas de huevo
- 50 gr de azúcar
- 20 gr de harina
- 20 gr de maizena
- 300 ml de leche
- 1 cucharadita de extracto de vainilla

Birthday cake




Batir las yemas de huevo a mano con el azúcar. Tamizar encima la harina con la maizena y mezclar bien.
Poner un cazo al fuego con la leche hasta que vaya a romper a hervir; verter con suavidad sobre la mezcla de yemas y mezclar bien con una cuchara de madera, intentando que no queden grumos. Poner la preparación en una sartén antiadherente y calentar a fuego medio, batiendo con unas varillas. Cuando rompa a hervir, continuar batiendo durante 30-60 segundos, hasta que espese. Añadir la vainilla y mezclar bien. Cubrir con papel film y dejar enfriar.

Para la cubierta de chocolate (chocolate buttercream, Joy of Baking)
- 140 gr de buen chocolate negro
- 80 ml de leche
- 115 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 455 gr de azúcar en polvo
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla

Fundir el chocolate al baño maría a baja temperatura. Debe quedar suave, sin grumos. Dejar enfriar un poco.
Colocar en un cuenco grande la leche, el azúcar, la sal y la vainilla; añadir el chocolate fundido y la mantequilla ablandada cortada a trozos. Batir con la batidora de varillas a velocidad baja durante unos 2 minutos. Subir la velocidad y seguir batiendo hasta que vaya cogiendo consistencia de crema homogénea. Separar la mezcla de los bordes con una espátula. Batir 1-2 minutos más a velocidad alta. Usar inmediatamente o guardar tapado.

Mermelada de arándanos rojos, calentada con un poco de agua en un cazo.





Birthday cake


Para montar la tarta:
Una vez frío, hacer dos cortes al bizcocho de forma que queden tres planchas más o menos iguales. Pintar la superficie interior de la base con la mermelada, cubrir con crema pastelera y poner la segunda plancha encima. Proceder de la misma manera. Listas las tres capas, repartir el buttercream con ayuda de una espátula o cuchillo ancho lo más uniformemente posible (se permite rebañar el molde y limpiarse los dedos a lametones, pero mejor que nadie nos vea). Guardar en la nevera hasta el momento de servir; la crema de chocolate se volverá ligeramente más sólida.
24 mayo, 2010

Ontbijtkoek - Pan holandés de especias

Llevo varios días levantándome a las 6.00; el fin de semana por culpa de una migraña persistente, y hoy lunes porque se emitía simultáneamente a nivel mundial el final de la serie Lost (Perdidos). No voy a extenderme más comentar nada de ello, entre otras cosas porque me veo aún incapaz (y sé que muchos, twitteros sobre todo, estáis algo hartos ya del tema :P). Simplemente diré que ha sido maravilloso todo lo que nos ha dado, y que no he podido evitar emocionarme al final. Preciosa despedida, y no le voy a dar más vueltas. Yo me quedo con lo bueno, que ha sido mucho.
Ontbijtkoek

Y para comenzar la semana traigo un pan rápido dulce de nombre algo impronunciable que descubrí a través del blog My World Culinary Adventure. Nunca había oído hablar de él, así que indagando he descubierto que es un pan típico de Holanda, significa algo así como "galleta/pastel de desayuno" y existen muchas variantes locales, siendo lo más característico su color dorado oscuro y el uso de especias. La receta que encontré me gustó así que no le di más vueltas y probé a hacerla con alguna modificación. Es muy sencillo y está riquísimo, tanto para el desayuno como para merendar o como postre. Por el uso de las especias debe ser muy reconfortante en invierno, con una buena taza humetante de té o café al lado; pero como yo soy fanática de este tipo de horneados pues propongo disfrutarlo en cualquier momento del año :-)



Ontbijtkoek

Receta ligeramente modificada de esta.

- 125 gr de harina integral
- 125 gr de harina de repostería
- 1 cucharada de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 huevos
- 225 gr de azúcar moreno
- 2 cucharadas de miel
- 1 y 1/2 cucharada de mezcla de especias (canela, coriandro, jengibre, anís, nuez moscada, clavo...)
- 100 ml de agua
- copos de avena, semillas de amapola y azúcar moreno extra para espolvorear

Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde rectangular.
Mezclar en un bol las harinas con la sal y la levadura.
En otro recipiente más grande, batir con varillas a mano los huevos con el azúcar, la miel, las especias y el agua. Añadir los ingredientes secos y seguir batiendo hasta conseguir una masa homogénea sin grumos. Verter sobre el molde, igualando bien la superficie, y cubrir con copos de avena, semillas de amapola, algo de azúcar o frutos secos, al gusto. Hornear sobre una rejilla a media altura durante 45 minutos. Bajar la temperatura a 130ºC y seguir horneando unos 10 minutos más, hasta que al pincharlo con un palillo éste salga limpio. Esperar unos minutos antes de desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.

Ontbijtkoek
21 mayo, 2010

Tarta de limón

Ayer tuvimos las últimas clases del máster; ahora toca concentrarse en los trabajos que tenemos que presentar a final del curso, con defensa ante tribunal y todo. Veremos qué tal sale la cosa, porque llevo un atasco mental-creativo en los últimos días que no me lo está poniendo fácil... Si es que encima ya hace calor, y a mi se me da fatal concentrarme encerrada delante de libros con este tiempo. Pero bueno, qué le vamos a hacer...
Hoy ha venido el técnico de Fagor para revisar el horno, que seguía sin rendir del todo bien. Al parecer se ha fastidiado no sé qué pieza, hay que pedirla, y con suerte la semana que viene ya lo tendremos como nuevo (o eso espero). Pero a pesar de todo, yo no puedo estar sin hornear, aunque tenga que tener cuidado al usar programas del horno que generalmente no utilizo para repostería.

Esta delicia de tarta de las llamadas "pies" está tomada del libro de Donna Hay, del que ya he hablado en más de una ocasión (Bea también puede dar fe de él). Qué más decir, esta mujer tiene recetas fantásticas y por el momento no me ha defraudado nunca, incluso haciendo alguna variación en sus indicaciones. En este caso, una tarta de limón que fresquita sienta genial en estos días, usando "nata" de soja por mi intolerancia a la lactosa. Riquísima, con un potente sabor a limón pero sin ser ácida, ni tampoco demasiado dulce.


Lemon pie


Masa quebrada
- 2 tazas de harina (170 gr)
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 pizca de sal
- 130 gr de manequilla fría
- 3-4 cucharadas de agua muy fría

Lo ideal es usar un procesador de alimentos, algo estilo picadora; si no se tiene, creo que con una batidora normal (no varillas) valdrá. Poner todos los ingredientes secos juntos y mezclar; añadir la mantequilla cortada en trozos y triturar hasta obtener una textura de migas secas. Ir añadiendo el agua poco a poco, batiendo continuamente, hasta que al presionar la masa con los dedos se forma una textura ligeramente húmeda, maleable, pero nada pegajosa. Volcar en una superficie limpia y amasar a mano hasta obtener una textura homogénea, lisa y blanda. Formar una bola, envolver en papel film y dejar en la nevera unos 30 minutos.
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde. Colocar sobre la superficie de trabajo una lámina de papel vegetal (de hornear) y poner encima la masa. Con un rodillo, ir estirándola en forma circular hasta dejarla de unos 2-4 mm de grosor, o hasta que cunda para el molde. Trasladar al molde (yo lo hago poniendo el papel boca a bajo, volcándola directamente, en lugar de correr el riesgo de que se rompa al manipularla) e igualar las zonas que hayan quedado mal cortando trocitos de masa donde sobre y pegándolos donde falte. Pinchar un poco la masa con un tenedor. Cubrir con la lámina de papel vegetal y llenar con garbanzos, arroz o algo similar, para que no se hinche, y hornear 10 minutos. Pasado ese tiempo, quitar el relleno y dejar 10 minutos más.
Sacar del horno y proceder a rellenarla según la receta deseada.

Lemon pie

Relleno de limón

- 3/4 taza de zumo de limón
- 3/4 taza de azúcar
- 3/4 taza de nata de cocina (nata de soja)
- 3 huevos ligeramente batidos

Precalentar el horno a 180ºC.
Poner el zumo de limón con el azúcar en un recipiente resistente al calor, y calentar al baño María sobre fuego no muy fuerte, removiendo constantemente hasta que el azúcar se haya disuelto. Añadir la nata y los huevos, removiendo a fuego bajo durante unos 5 minutos, hasta que quede una crema homogénea sin grumos. Colocar sobre la masa preparada y hornear durante unos 20-25 minutos, hasta que la superficie esté firme. Dejar enfriar antes de servir y guardar en la nevera.
18 mayo, 2010

Cake de fresas con streusel

Desde que empezó la temporada de fresas siempre ha habido unas cuantas en mi nevera, es una fruta que nos encanta a toda la familia. Además son muy versátiles; me gusta tomarlas sencillamente por sí solas, o troceadas con cereales y yogur, en una macedonia, o en una ensalada (están muy ricas con queso de cabra). Y por supuesto, para cocinar; ya tengo unas cuantas recetas con fresas publicadas en el blog, y vistas las cosas ricas que muchos habéis preparado, el año que viene seguro que se dobla el repertorio. Hoy tengo macerando una buena cantidad con azúcar para hacer mermelada, pero ahora os traigo un delicioso cake que preparé la semana pasada.
Una base de bizcocho suave, fresas frescas repartidas por la masa y una cubierta con aroma a canela crujiente que hace un genial contraste de texturas.



Streusel:

-1/2 taza de harina integral
- 1/2 taza de copos de avena
- 1/2 taza de azúcar moreno
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela
- 3 cucharadas de almendra picada
- 1 cucharada de aceite de girasol
- 1 cucharada de mermelada de naranja

Mezclar todos los ingredientes en un recipiente, mejor usando las manos, hasta tener una textura como de migas de pan, uniforme.

Cake:

- 60 ml de aceite de girasol
- 175 gr de azúcar
- 1 huevo grande
- 1 clara de huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 250 gr de harina de repostería
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 y 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal
- 250 ml de yogur natural
- 275 gr de fresas troceadas

Precalentar el horno a 180ºC y engrasas un molde desmontable redondo.
Batir el huevo y la clara con el aceite, el azúcar y la vainilla hasta tener una mezcla suave y homogénea.
Tamizar la harina en otro recipiente con el bicarbonato, la levadura y la sal. Empezar a añadir esta mezcla a la primera preparación, alternando con el yogur, terminando con la mezcla de harinas. Añadir las fresas y mezclar bien con movimientos suaves hasta obtener una masa homogénea. Verter en el molde de forma uniforme y repartir encima el streusel. Hornear a media altura sobre rejilla durante unos 50-55 minutos, hasta que al pinchar su interior con un palillo éste salga limpio. Esperar unos 10 minutos antes de desmoldar.
15 mayo, 2010

Viajando: Zoo de Zürich

Vuelvo de nuevo a nuestro último viaje a Suiza para llevarnos por un momento a un lugar que tiene poco de gastronómico, pero que me encanta: el Zoo de Zürich.

Cuando era pequeña lo que más me gustaba del mundo eran los animales; tenía (y sigo teniendo) un montón de juguetes de animalitos y muchísimos libros relacionados con la naturaleza. Y no solamente cuentos, yo pedía guías de mamíferos, pequeñas enciclopedias de fauna ibérica, y cosas similares. Mi ingenua intención infantil era llegar a ser veterinaria, pero me temo que soy incapaz de ver demasiada sangre, interiores de cuerpos o trastear con jeringüillas (mi primer gran mareo lo sufrí al llevar a mi perra con 10 años al veterinario de urgencia porque otro perro le había mordido; ver la herida casi me deja en el suelo). Y luego fui tirando hacia las letras casi sin darme cuenta...


Foca

Pero es una pasión que no he perdido y en cierta manera me conecta un poco con mi niñez. Mi padre es otro enamorado de la naturaleza y los animales, y bueno, toda la familia lo somos en cierta manera. Así que cuando salíamos de viaje era parada obligatoria la visita a los zoológicos o parques naturales que se nos pusieran por delante. Y uno de los primeros de los que tengo recuerdos es el Zoo de Zürich, al que continuamos acudiendo en cada nuevo viaje a Suiza. 
El verano pasado tuvimos un día libre sin nada en la agenda, y se me ocurrió sugerir volver al Zoo, ya que habían pasado varios años desde la última vez. Para mi sorpresa, a todo el mundo le gustó la idea, así que volvimos a pasar un día familiar fantástico en este lugar que guarda tantos recuerdos para mi.

Pingüinos emperadores

No es un zoológico excesivamente grande, pero tampoco pequeño. Me resulta cómodo de visitar por la organización de sus caminos y paseos, y es sobretodo muy, muy bonito y agradable. Está todo lleno de vegetación y los recintos de los animales cada vez se cuidan más. Es un trabajo que este zoo se toma muy en serio, que los animales estén verdaderamente a gusto, en un hábitat lo más confortable posible, sin que importe si es difícil verlos para los visitantes. Hay que tener paciencia y buen ojo para poder vislumbrar a muchos de ellos, y a veces ni eso, pues si deciden que no quieren que se les vea, no se les ve. 



Tortuga centernaria

Hay bastante polémica detrás del asunto de los zoos. Yo he visitado muchos y tengo claro que los animales no merecen estar enjaulados nunca, que deberían poder vivir libres en sus tierras. Ahora bien, es cierto también que un zoo tiene su parte positiva, como lugar de investigación y estudios, como centro de divulgación y enseñanza y como espacio de protección y reproducción de ciertas especies en peligro. Lo esencial, como ya he dicho, es que prime la seguridad y bienestarde los animales, y nunca poner por encima a los visitantes.

Gorila macho

El Zoo de Zürich es un buen ejemplo ya que a lo largo de los años no ha dejado de remodelar sus instalaciones y de albergar sólo a aquellos animales que mejor puedan estar (por ejemplo, no hay delfines, ni espectáculos de ningún tipo) y de la mejor manera posible. Participa en programas de protección de ecosistemas, cría de especies en peligro y reinserción en la naturaleza, colaborando con muchos proyectos a nivel local e internacional. Su gran objetivo es sensibilizar y educar a los visitantes por los problemas que vive la naturaleza hoy, y cómo podemos protegerla. Es uno de los zoos más modernos del mundo y se rige bajo los principios de la estrategia de conservación de la naturaleza de la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA).

Lobo

Es un lugar fantástico para ir con niños, pero de mayores también se disfruta : ) Si se tiene una buena cámara y un poco de paciencia, se pueden conseguir además fotos muy bonitas. Os dejo con algunas de las que conseguí sacar con un teleobjetivo, aunque fue un día nuboso.

Pequeño felino

Gacela

Camello

Familia de monos

Y además hace unos años inauguraron un espacio increíble, el Masoala Regenwald, o la Selva Masoala. Un recinto totalmente cerrado de 11.000 metros cuadrados que alberga una recreación de la selva tropical, con su clima, su humedad, su vegetación y muchas especies animales, particularmente aves, que viven libres allí dentro. Es un sitio precioso, impresiona cuando se entra y se avanza por sus caminos, pues en medio no se ven los límites y parece que te hayas transportado realmente a la selva.

9


12

Ave zancuda
12 mayo, 2010

Roscos al brandy (que casi acaban en desastre)

Sólo nos quedan dos semanas de clases pero vienen completas; lo bueno es que están siendo muuuy entretenidas porque no damos teoría, sino que vienen profesionales de distintos campos del arte y la cultura a contarnos cosas sobre sus proyectos y trabajos (¿sabíais que las obras de Patrimonio Nacional no pueden viajar de noche y que siempre llevan escolta de la Guardia Civil?). Además estamos haciendo muchas clases prácticas visitando centros, exposiciones y museos; lo malo es que es en horario fuera de las clases por lo que estos días ando con poco tiempo. Mal momento para empezar una saga literaria con un primer volumen de 800 páginas que me ha enganchado apenas empezar a leerlo...


Tengo unas cuantas recetas pendientes, y no sólo dulces. A ver si poco a poco las voy subiendo al blog. Aprovecho los fines de semana para dejar las reservas de dulce de los días siguientes bien surtidas; son un apoyo fundamental en estos días.
Estos pequeños roscos los vi en la web de King Arthur Flour y me apeteció mucho probarlos. Una mañana de domigno tranquila, amasando y formando rosquitos con mi gato alrededor... pero ocurrió un problema 

Al comprobar pasado el tiempo normal si se habían hecho ya, me di cuenta de que apenas se habían empezado a cocer; y es que el horno casi no calentaba nada. Casi me da algo, ¡si además el aparato  tiene un año! Intenté apagarlo y encenderlo otra vez pero nada... Me dio mucha pena tirar los rosquitos así que los cubrí con unos paños y esperé, a ver si pasadas unas horas... Pero nada, el horno se encendía pero sin calentar.  Al final trasteando y probando mil cosas con mi padre conseguimos que funcionara, aunque en un par de modos del programa sigue sin calentar. Habrá que llamar al servicio técnico...


El caso es que, varias horas después, y con la superficie medio cocida, metí los roscos al horno y se terminaron de hacer. Yo temía que no fueran comestibles, pero después de un glaseado rápido de azúcar y agua estaban más que buenos. Muy ricos mojados en leche o café. Ahora tendré que repetirlos y hacerlos bien desde el principio, a ver si están aún mejor :P

- 4 tazas de harina de repostería
- 1 y 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 taza de azúcar
- 3/4 taza de brandy
- 1/4 taza de agua
-3/4 taza de aceite de girasol
- 3/4 cucharadita de aroma de azahar


Precalentar el horno a 160º C y preparar un par de bandejas.
Poner en un recipiente amplio la harina con la sal y el azúcar, mezclando bien. Aparte, mezclar los ingredientes líquidos e incorporarlos a la mezcla seca, usando una batidora de varillas o una espátula, terminando de homogeneizar la masa a mano. Dejar reposar unos 5 minutos.
Ir tomando pequeñas porciones iguales de masa y dar la forma deseada, por ejemplo roscos. Colocarlos sobre las bandejas, sin necesidad de que estén muy separados. Hornear unos 25-30 minutos, hasta que empiecen a dorarse. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Para el glaseado simplemente mezclar 1/2 taza de azúcar glas con una pizca de sal, 1/2 cucharadita de aroma de vainilla y 1-2 o 3 cucharadas de leche, hasta tener una glasa homogénea de consistencia líquida, ligeramente densa. Bañar los roscos en ella y dejar secar totalmente antes de guardarlos.


09 mayo, 2010

hemc44: Helado de fresa bajo en grasas

Palmira es la anfitriona de la edición 44 de Hecho en mi cocina y ha elegido como tema la Operación Bikini, que no creo que haya que explicar a nadie en qué consiste :P
Y es que claro, de pronto se nos presenta mayo sin avisar, empieza a hacer cada vez más calorcito, se guardan jerséis y abrigos, reaparecen sandalias y tirantes... Nuestro cuerpo tan bien guardadito durante los meses fríos bajo capas de tela de pronto se encuentra al descubierto, con ciertos volúmenes que no deberían estar ahí...

Las dietas en general creo que son poco prácticas. Seguir una dieta se hace monótono, aburrido y algo deprimente, y además no sirve de mucho si cuando se ha perdido peso se vuelven a las andadas. Hay que tener buenos hábitos en general, saber moderarse y permitirse caprichitos de vez en cuando. Ahora que llega el buen tiempo creo que es mejor plantearse comer un poquito más sano y sobre todo aprovechar para hacer algo de ejercicio, que viene muy bien también para despejar la cabeza en estas fechas de estrés y ansiedad. Lo bueno además del buen tiempo es que apetecen cosas frescas y más ligeras, y menos platos copiosos o contundentes de digestiones pesadas.
Un helado bajo en grasas con su buena fruta fresca es ideal para aportar ese toque de dulzura que todos necesitamos de vez en cuando; y qué mejor que aprovechar las fresas que siguen con nosotros.



- 350 gr de fresas troceadas
- zumo de medio limón
- 500 gr de crema de yogur desnatado (opcional: edulcorado)
- azúcar al gusto
- 1 ó 2 cucharadas de Kirsch u otro licor aromático (opcional)
- 2 claras de huevo grandes
- 1/2 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
- 1 pizca de sal

Triturar las fresas; si no gustan las semillas, tamizarlas; dejar algún trocito entero si se quieren encontrar piezas de fruta en el helado final. Añadir el zumo de limón, el licor y el yogur, mezclando bien. Probar el punto de dulzor e ir añadiendo azúcar u otro edulcorante. Reservar.
Montar las claras de huevo con una pizca de sal y el cremor tártaro, si se usa, hasta que forme una masa esponjosa, dejando "picos" al levantar las varillas pero sin estar montadas del todo (es decir, si se pone boca abajo el recipiente las claras deben moverse por la gravedad). Incorporarlas a la primera mezcla, mezclando con movimientos envolventes, hasta obtener una masa homogénea. Tapar con film y enfriar en la nevera como mínimo un par de horas. Verter en la máquina de helado y proceder según instrucciones del fabricante.
Si no se tiene heladera, se pueden obtener buenos resultados congelando la mezcla, y triturándola con batidora cada media hora, hasta que se haya solidoficado formando los menores cristales posibles.
04 mayo, 2010

Pan de espelta y avena con arándanos rojos

La semana pasada empezó la última etapa de clases del máster; dos asignaturas optativas con las que se cierra el curso y que están resultando las más interesantes y productivas de todo el año. En teoría este máster está orientado a una doble rama, la investigadora y la profesional; los que desean investigar (por ejemplo, para preparar un doctorado) elaboran una tesina, y los que no, entre los que me incluyo, estamos más enfocados a las salidas profesionales más allá de la educación. Ahora estamos aprendiendo de verdad cosillas sobre el montaje de exposiciones y el mercado del arte, y participaremos en casos prácticos. Ya veremos el balance final, pero por el momento estoy disfrutando. Eso sí, también tengo que realizar un trabajo, menos extenso que las tesinas, con exposición final ante tribunal y todo. Eso será ya casi en julio, pero mejor que no me descuide que el tiempo vuela...
Para empezar el día con energía y ganas, no me cansaré de repetirlo, no hay nada como un buen desayuno. Y si éste se compone de un buen pan hecho en casa, mejor : ) No tengo mucho tiempo para dedicarlo a masas, fermentos y demás, pero ya tenía mono de panadería. En cuanto vi este magnífico pan del célebre Dan Lepard se me hizo la boca agua, combinando avena y arándanos rojos secos con un toque de especias. Hice mis modificaciones, añadiendo harina de espelta y miel a la masa, y el resultado no podía ser mejor. Un pan precioso, de corteza oscura y algo crujiente, con una miga tremendamente aromática, firme pero tierna, con el rico añadido de los cranberries repartidos aleatoriamente. No necesita ni mantequilla, una buena mermelada lo convierte en el mejor compañero del café matinal.

Receta basada en esta de Dan Lepard:

- 75 gr de copos de avena
- 175 gr de arándanos rojos secos
- 375 ml de agua

Calentar el agua (1 minuto a máxima potencia en el microondas) y verter sobre la avena y los arándanos; mezclar bien y dejar reposar como mínimo 15 minutos.


- 300 gr de harina de espelta
- 150 gr de harina de panadería
- 1 y 1/2 cucharaditas de sal
- 1/2 cucharadita de mezcla de especias (canela, jengibre, clavo...)
- 40 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cucharada de miel oscura
-1 sobre de levadura de panadería seca (aprox. 1 cucharadita y 1/2)
- aceite de oliva
- copos de avena extra

Mezclar todos los ingredientes en un recipiente amplio. Añadir la mezcla de avena y arándanos y trabajar la masa con una cuchara de madera hasta que se puedan usar las manos. Cuando esté homogéneo; tapar con un paño limpio de cocina y dejar reposar 10 minutos. Con las manos engrasadas ligeramente, amasar unos minutos. Volver a dejar reposar otros 10 minutos. Repetir la operación un par de veces más. La masa debe quedar homogénea, elástica y maleable, lisa en su supeficie. Untar con aceite un recipiente grande limpio; formar una bola con la masa y embardurnar con ese aceite, dando unas vueltas dentro. Tapar con film y/o paños de cocina y dejar levar hasta que doble su tamaño (30 min-1 hora). 



Deshinchar, amasar un poco y dar forma para pan de molde (formar un rectángulo aplanando la masa lo máximo posible; plegar desde uno de los lados largos y formar un cilindro dejando el pliegue abajo). Engrasar o forrar con papel de horno un molde para pan; colocar la masa y tapar de nuevo. Dejar que doble su tamaño (30 min-1 hora).

Precalentar el horno a 220ºC. Pintar la superficie del pan con leche y decorar con unos copos de avena. Hacer un pequeño corte longitudinal en medio de la parte superior. Hornear a media altura durante unos 50 minutos. Esperar un par de minutos antes de desmoldar; dejar enfriar totalmente antes de servir.

02 mayo, 2010

Biscotti de nueces y fresas con naranja

Vamos a ver... ¿quién me ha robado el mes de abril?
Ya estamos en mayo! Y nos ha recibido con un tiempo rarísimo, al menos en Murcia no es muy normal pasar de un sol espléndido, cielo azul brillante y calorcito, a cielo gris, sol desaparecido, truenos, lluvia intensa y granizo. Duró poco la tormenta (siguió su curso descargando por otras zonas) pero fue fantástica. Yo encantada porque estaba a salvo en casa claro :P Eso sí, mi pobre gato se pasó el resto del día agazapado debajo de la cama; tiene un trauma con la lluvia!


Ayer Día del Trabajo, hoy Día de la Madre, y este mes en muchas zonas de España están o estarán de fiesta. Por aquí lo único que he tenido han sido las Fiestas de la Facultad de Letras, la semana pasada. Ahora toca ponerse las pilas para encarar la recta final. Y me fastidia que el curso se esté acabando porque precisamente ahora estamos haciendo las cosas más interesantes, con asignaturas atractivas y útiles, y profesores que realmente marcan la diferencia (y no son los que tienen más experiencia, precisamente). A ver si aprovechamos bien el tiempo que nos queda.



Hoy traigo de nuevo unos biscotti. No voy a volver a decir lo mucho que me encantan, lo versátiles y fáciles que son ni lo riquísimos que están con el café, que me repito mucho. 
Deshidraté medio kilo de fresas con la maquinita que trajimos de Suiza y las usé en combinación con unas nueces, un fruto seco que aún no había utilizado en este dulce. El resultado es magnífico, una combinación de sabores genial, con el toquecito fresco de la naranja que casa tan bien con las fresas.


Así de delgaditas se quedan las fresas después de varias horas de secado. Al hornearlas en los biscotti se quedaron casi negras, pero no estaban quemadas; al contrario, el sabor que desprende esta fruta al secarse es tremendamente profundo.

- 2 huevos
- 3/4 taza de azúcar (175 gr)
- 2 cucharaditas de ralladura de naranja
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 1/4 cucharadita de aroma de azahar
- 1 taza de harina
- 2/3 tazas de harina de espelta integral
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 taza de fresas desecadas
- 100 gr de nueces troceadas toscamente

Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja.
Batir en un recipiente los huevos con los dos tipos de azúcar, la naranja y el aroma de azahar hasta formar una mezcla homogénea. Aparte, tamizar las harinas con la levadura y sal. Incorporar esta mezcla a la primera preparación. Añadir las fresas y las nueces, mezclando con una espátula hasta obtener una masa homogénea. Con las manos humedecidas, formar dos porciones de masa paralelas sobre la bandeja, rectangulares, de no más de 2 cm de alto. Hornear durante unos 25 minutos o hasta que se hayan dorado ligeramente y estén firmes al tacto (sin apretar mucho). Esperar un par de minutos y trasladar a una rejilla. Dejar enfriar 10 minutos más. Con un buen cuchillo de sierra, cortar los biscotti diagonalmente, con un grosor de 1'5 cm aproximadamente. Colocarlos boca arriba sobre la bandeja y hornear 10 minutos. Darles la vuelta y hornear otros 5-10 minutos más, cuidando que no se tuesten demasiado. Dejar enfriar sobre una rejilla. Normalmente aún están algo blandos al sacarlos del horno, pero deben endurecerse al enfriarse.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...