¿Sabéis otra cosa buena que tiene el otoño? Me reconcilia con el sol. Tantos meses huyendo de él, evitando salir a la calle en las horas en las que más caña da, maldiciendo que tarda tantísimo en irse a dormir, buscando sombras por la calle como desesperados... Pero ahora vuelvo a buscarlo. El gustico que da calentarse al sol una mañana fría de otoño o de invierno, sobre todo después de días de lluvia, es maravilloso. Me gustan las tormentas y disfruto los días de ventiscas y cielos grises, pero también son una maravilla los días soleaños de los meses fríos. Y una tarta de calabaza se disfruta igual escuchando la lluvia o admirando el brillo de luz del atardecer en las hojas de colores que caen sin cesar.
Aunque tengo que decir que no estoy del todo contenta con las excesivas temperaturas máximas de estos días, demasiado para mi gusto. Ayer tuve que sacar la tarta a la ventana a ver si entraba algo de fresco, porque entre la sesión de horno que me pegué y el calorcico que hacía, el mini apartamento había creado su microclima. Si hasta tuve que meter el pan en la nevera para la última fermentación porque se me iban a descontrolar los tiempos, con el planning de turnos que me había hecho tan estupendo para que entrara y saliera todo a punto! Menos mal que ya me conozco mis masas favoritas y sé cómo se comportan.
Estos días de entretiempo raro con cambios bruscos son curiosos a la hora de observar a la gente. Lo mismo sigues viendo shorts y sandalias que otros ya van con abrigos y guantes. Pero a veces hay cada inconsciente... sobre todo haciendo deporte. Salí a correr en manga corta y casi que eché de menos incluso algo más fresco, mientras me cruzaba hombretones con ¡chaqueta y pantalón largo! Algunos hasta gorro, qué angustia me daba verlos. O igual son de esa gente que piensa que por sudar mucho se adelgaza más -absurdez-, quién sabe. El caso es que creo que hemos sacado la ropa de invierno con demasiada alegría, y el tiempo nos trolea mucho en este país.
Bien, mañana es Halloween. Aunque he preparado varias recetas temáticas para Directo al Paladar y alguna otra cosilla, no tenía muchas ganas ni tiempo para volver por aquí con algo de brujas, fantasmas o monstruos. No vamos a hacer nada especial este año pero mi querida y adorada tarta de calabaza no podía faltar. La primera vez que hice una, allá por 2007, ya empecé a asociarla con la noche de brujas, y no me parece mala excusa para seguir esa "tradición". En realidad es un pastel ideal para preparar en cualquier momento del otoño, y por eso es tan típico en las mesas americanas cuando llega Acción de Gracias, dentro de un mes. No descarto repetir.
Ya tengo varias versiones de la Pumpkin Pie en el blog, y seguiré probando más. El año pasado salió muy rica fusionándola con una tarta de queso, pero esta vez he querido dejar todo el protagonismo a la estrella de la función, la calabaza. Que en realidad, más que pumpkin, es squash, y según los expertos sale más rica si se hace con la carne asada de esta variedad de curcubitácea. Yo estoy de acuerdo, pero es fundamental escurrirla MUY bien para concentrar al máximo el sabor. Es sencillo: se asa hasta que está muy blanda, se saca la pulpa, se tritura y se deja toda la noche sobre un paño de hilo fino encima de un colador.
En la base podéis usar la que más os guste, desde una masa quebrada hasta la típica flaky de las pies, que se elabora con mantequilla muuuuuy fría y trabajándola lo justo, así queda con un toque hojaldrado. Yo he querido darle ese toque rústico más sabroso mezclando harinas diferentes y ha salido tal y como yo quería. En cuanto al relleno: muuucha calabaza! Además poco azúcar, pero muchas especias para compensar. Y el toque de oporto, que ha dado un aroma delicioso y me temo que voy a usar mucho más a partir de ahora en todo tipo de postres. Me encanta.
Receta de tarta de calabaza al oporto con base multicereales
Inspiración: mis recetas y ganas de un sabor potene calabacil
Ingredientes para un molde de unos 22 cm
Para la masa:
- 50g de harina de repostería
- 50 g de harina blanca de espelta
- 50 g de harina de centeno
- 25 g de harina de garbanzos
- 25 g de harina de maíz
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de canela molida
- 5 g de azúcar moreno
- 70 g de mantequilla muy fría
- 100 ml de agua muy fría (aproximadamente)
- avellana o almendra molida
Para el relleno:
- 450 g de puré de calabaza (comprado o asada casera, y escurrida)
- 3 huevos L
- 100 g de azúcar moreno o panela (yo al final he pueso 85)
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 1/4 cucharadita de clavo
- 1/4 cucharadita de cardamomo
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/2 cuchatadita de sal
- 1 yogur natural (125 g)
- 1-2 cucharadas de oporto
Preparar la masa con cierta antelación, para no ir con agobios. Colocar todas las harinas, menos la avellana, con la sal, al canela y el azúcar en un recipiente y mezclar bien. Añadir la mantequilla cortada en cubitos pequeños y trabajar con las manos, estrujando bien, hasta que quede una textura de migas. Añadir agua fría poco a poco para conseguir una masa más o menos homogénea, no muy pegajosa. Lo más sencillo es usar una picadora o procesador de alimentos, la masa sale sola y no hay riesgo de calentarla demasiado. Envolver en plástico y film y dejar como mínimo 1 hora en la nevera.
Engrasar un molde rizado redondo o de tipo pie. Sacar la masa, estirar sobre una superficie ligeramente enharinada con el rodillo y cubrir el molde. Llevar a la nevera. mientras hacemos el relleno y precalentar el horno a 180ºC.
Disponer en un recipiente los huevos con el azúcar o panela y batir bien. Añadir la calabaza, batir un poco y agregar las especias, la sal y el yogur. Batir bien con la batidora de varillas a velocidad baja, hasta tener una masa homogénea. Incorporar el oporto y mezclar con las varillas.
Sacar la masa y espolvorear por encima avellana o almendra molida. Llevar con la masa de calabaza, igualando bien la superficie. Llevar al horno, sobre una rejilla en la parte baja, y hornear durante unos 45-50 minutos. Vigilar bien que no se queme; bajar la temperatura a 170ºC si se dora demasiado rápido. Pinchar con un palillo, pero no en el centro, para comprobar que sale limpio. Dejar enfriar completamente antes de servir. Mejora de un día para otro.
Mil gracias a todos los que me habéis dejado vuestras experiencias con el mercado inmobiliario. La cosa sigue poco a poco, con días peores y mejores porque hay cosas muy frustrantes y terminas desanimándote, pero sobre todo queremos tenerlo clarísimo. Que necesitamos movernos lo sabemos, dónde y cómo ya es otra historia. Afortunadamente contamos con apoyo familiar y nos están ayudando mucho, solo con tener otras opiniones constructivas ya es mucho. Y vuestros ánimos también ayudan! Gracias otra vez :).
¿Os gusta la tarta de calabaza? ¿Habéis caído en las garras de Halloween, o mejor os reserváis para huesos de santo, buñuelos y panellets? Sea como sea, ¡pasadlo bien! Espero que el cambio de hora no os haya afectado demasiado ;).