El invierno se resiste a dejarnos, y yo por el momento no me quejo, aunque los que seáis del norte seguramente no estés muy de acuerdo conmigo. Es verdad que apetece ya la primavera, pero no puedo evitar acordarme del calor infernal del verano y lo agustito que se está con varias capas de ropa encima y con un plato humeante de comida reconfortante delante.
Si me acuerdo del verano y sus temperaturas mortíferas es debido a que este fin de semana he tenido a mis padres de visita. Han aprovechado la Copa de España de fútbol sala para pasarse a verme y traerme cositas (entre ellas, varios kilos de tomates y naranjas deliciosísimas). La competición en cuestión se ha celebrado en Alcalá de Henares, así que se han alojado en el mismo hotel en el que hicimos escala el verano pasado cuando regresamos de Oporto. Aquella semana el país ardía con una de las peores olas de calor que recuerdo, mientras que estos días hace muchísimo frío. Así que mis padres han vivido Alcalá con unos 35ºC de diferencia entre las dos ocasiones :P.
Este fin de semana viene el primo "pequeño" del elfo desde Holanda con su novia japonesa, así que me toca llevarles a ver el Museo del Prado, por petición expresa de la chica. Yo encantadísima, faltaría más, que además hace meses que no recorro sus salas y ya lo echo de menos :). Y para la próxima semana vendrá a pasar el fin de semana una de mis mejores amigas, así que ando liada planeando cada visita y adelantando tareas pendientes para poder aprovechar al máximo el tiempo que estarán con nosotros. Me gusta mucho ejercer de guía-anfitriona en la que ya es mi ciudad de adopción :).
Y mientras tanto, os dejo con una receta bien sana, sencilla y muy rica. Realmente no tiene ningún misterio y se puede modificar al gusto según lo que se tenga por la despensa, que es lo que yo hice al ver la receta en el genial libro de Ottolenghi. El toque especial lo aporta el puré de berenjena asada, dulzón, y el constraste con la ligera acidez de los tomatitos salteados
Lentejas con berenjena asada
Receta adaptada de Plenty
Para 4 personas
- 2 berenjenas
- 155 gr de lentejas tipo de Puy
- 3 zanahorias
- 1 puerro
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 2 hojas pequeñas de laurel
- un poco de alga kombu
- 1 pimiento verde italiano
- un puñado de tomates cherry
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
- vinagre de Jerez
- 1 pizca de azúcar moreno
- yogur, queso fresco o crème fraîche
- perejil, cilantro o eneldo fresco
Precalentar el horno a 200ºC y forrar con papel de aluminio una bandeja o fuente. Lavar y secar las berenjenas, marcarlas con un par de cortes y asarlas durante 50-60 minutos, hasta que estén muy, muy tiernas. Dejar enfriar un poco, partirlas por la mitad y extraer la carne. Escurrir el líquido sobre un paño fino o un colador. Salpimentar y mezclar con un poco de aceite, vinagre y limón.
Enjuagar bien las lentejas y colocarlas en una olla o cazuela mediana. Lavar los vegetales. Cortar una zanahoria en trozos grandes, la cebolleta por la mitad, y la parte verde del puerro. Echar todo a la cazuela, añadir el laurel y el alga kombu y cubrir con agua. Llevar a ebullición, tapar y dejar cocer durante unos 25-30 minutos, hasta que las lentejas estén tiernas. Escurrir y retirar los vegetales (yo me guardé la cebolleta y la zanahoria para una crema de verduras de sobras).
Saltear con un poco de aceite las zanahorias restantes con el pimiento verde, todo bien picadito, y los tomates cherry partidos por la mitad, con un poco de azúcar moreno. Lo ideal es que queden cocinados pero al dente, con un punto crujiente. Mezclar las lentejas con las verduras y sazonar con aceite, vinagre, sal, pimienta y las hierbas frescas al gusto. Servir con la berenjena asada y un poco de yogur, queso fresco o crème fraîche al gusto.