Aunque en realidad yo preparo esta receta y algunas variantes también en verano, porque no es tan plato de cuchara como otros más tradicionales nuestros de legumbres. Con tantas especias y la textura cremosita de las lentejas rojas -o lentejas coral- creo que sabe muy rico si se sirve templado, y a veces lo he dejado tan espeso que se puede usar para untar y rellenar otras cosas. Que nadie se asuste por la lista de ingredientes, la mayoría son especias y ninguna es imprescindible. Con usar las que más os gusten o un preparado ya listo de curry y algo más, es suficiente. Dudo que el dhal verdadero de la India se parezca mucho al mío, pero eso no es lo importante. Es mi versión y me encanta, me reconforta y me da energía sin digestiones pesadas.
Tengo muchas cosas rondando en mi cabeza estos días pero no me quiero extender demasiado hoy, porque soy capaz de divagar y divagar sin rumbo fijo. Llevo una época en la que vivo a base de contrastes; lo mismo me levanto un día súper positiva y llena de energía y motivada por todo, que a la jornada siguiente estoy decaída, veo todo negro y me agobia cualquier cosa. Lo peor es cuando te das cuenta de que tú misma te regodeas en tu propia miseria porque te ha dado por ver el vaso medio vacío -las hormonas a veces influyen, no vamos a negarlo-, y encima lo paga la gente de tu alrededor.
Mis recursos para salir de esas situaciones son básicos: cocinar -hornear, mucho mejor-, chocolate negro, música de la de subidón y correr. Ah claro, y seriear, que la ficción visionada ayuda mucho a despejarse y desconectar un poco de la realidad. La lectura también, por supuesto, y no hay día en el que no lea un poquito; lo malo es que mi hora es la cama y me temo que ya no aguanto demasiado rato sin que se me cierren los ojos. Pero que nadie me quite mi ratico de lectura antes de apagar la luz, sana costumbre que tengo desde que aprendí a leer :). Luego sueño cosas raras, pero ese es otro tema.
Dhal de lentejas rojas con espinacas a mi manera
Inspiración: libros, revistas, redes y experiencia propia
Ingredientes para 2 raciones aproximadas
- 150 g de lentejas rojas (lentejas coral)
- aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita de semillas de mostaza negra
- 1/2 cucharadita de semillas de mostaza amarilla
- 1/2 cucharadita de comino en grano
- 1/2 cucharadita de semillas de hinojo
- 1 trocito de jengibre fresco
- 1-2 hojas de curry secas
- 1 cebolla dulce o cebolleta
- 1 diente de ajo sin el germen
- 1 cucharadita de cúrcuma molida
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de cilantro molido
- 1 pizca de cayena
- 1-2 tomates en conserva (casera) o naturales
- caldo de verduras o agua
- zumo de limón
- leche de coco ligera
- hojas de espinaca fresca
- pimienta negra y sal
- para servir: sésamo negro, perejil y/o cilantro fresco, yogur o queso fresco
Empezar enjuagando las lentejas con agua fría y dejar que escurran bien. Picar la cebolla, el diente de ajo y el jengibre pelado. Picar los tomates en caso de usarlos naturales (se pueden quitar las semillas y pelar, eso al gusto).
Calentar un poco de aceite de oliva en una cazuela y añadir las mostazas, el comino y el hinojo en grano con las hojas de curry machacadas. Dorar hasta que salten y echar la cebolla y el ajo. Saltear hasta que se empiece a transparentar, a fuego suave, salpimentar y añadirlas especias molidas, removiendo bien.
Echar los tomates si son naturales y dejar que se cocinen un poco. Añadir las lentejas, remover y cubrir con caldo o agua al gusto. Bajar el fuego cuando llegue a ebullición y cocinar lentamente unos 25 minutos. Se puede ajustar el tiempo para que se deshagan más. Controlar el nivel de líquido.
Añadir el zumo de limón y leche de coco al gusto, según la consistencia que nos guste. Corregir de sal si fuera necesario. Añadir hojas de espinaca y dejar que se medio cocinen con el calor de la olla. Servir en cuencos con más espinacas frescas, yogur o queso batido, perejil y cilantro fresco y un poco de sésamo negro.
Se puede acompañar de algún pan plano o unos picatostes crujientes (me encantan las regañás, por ejemplo). También se puede hacer más o menos espeso, en plan puré, y acompañarlo con arroz o cuscús. Si hace más fresquete, recomiendo dejarlo en formato más de sopa líquida.
Como véis, es una receta muy tuneable que se adapta a mil variaciones. También se puede triturar parte de la olla para darle otra textura, o añadir alguna verdura a la base de lentejas. En ocasiones echo zumo de naranja, le pongo más picante o cambio las especias según me dé. Lo mejor es lo rápido que se prepara y lo delicioso que está.
¿Tenéis planes para este fin de semana ya primaveral? ¿Quién disfrutará del lunes festivo? ¡Si no es por el elfo yo ni me entero de que aquí es fiesta! La vida del autónomo, ese paraíso.