¿A vosotros también se os juntan todos los compromisos/deberes/obligaciones de golpe? ¿En el momento más inoportuno? No sé si es impresión mía pero cuando me surgen imprevistos se tienen que acumular todos en los mismos días y encima cuando peor me podría venir. Estas últimas semanas, especialmente el final de mayo, están siendo un estrés caótico, y por desgracia mi pobre blog es el que más lo sufre. Menos mal que tengo a mis queridas Ventanas Verdes para "obligarme" a publicar al menos hoy :). El tema elegido para el mes de mayo han sido tartas saladas, y yo traigo mi adaptación de la coca integral de verduras de mi madre, que aprendió la receta de su prima.
De las últimas noticias de actulidad prefiero no comentar mucho por aquí porque no tengo la cabeza para divagar mucho, y porque tampoco os quiero aburrir con un rollo interminable - es que sé que si empiezo no pararé nunca -. Pero diré que me he emocionado mucho con estas últimas elecciones, que cada vez que tengo que volver a los aburridos trámites para votar por correo los hagos con gusto y ganas, y que me permito volver a mirar al futuro con algo más de ilusión. Al menos, por el momento.
Esta coca es una receta que ha pasado por varias manos, desde que la prima de mi madre empezó a presentarla en los "eventos sociales" del campo, y ya es imprescindible en cualquier reunión familiar, cumpleaños o equivalente que se celebre allí. La de verduras es la más repetida, aunque se puede ser todo lo creativo que se quiera con los ingredientes de la cobertura, como si fuera una pizza. No es una coca como las tradicionales de otras regiones, pues esta masa no lleva levadura y tiene que quedar muy finita, pero os aseguro que está deliciosa. Y, en nuestra modesta opinión, con harina integral - harina integral de verdad, por favor - sale muchísimo más rica.
Cuando estuve en Murcia la pasada Semana Santa mi madre la preparó para la cena con mis tíos de Suiza, ya que a mi hermano también le encanta. Entonces decidí que era ya hora de que aprendiera a hacerla yo también, así que pedí la receta a mi madre vía telefónica Madrid-Murcia. No me dio demasiadas indicaciones, para variar, ya que es una receta simple pero de esas de "la harina que admita", "cuando veas que ya está haces una bola", "la horneas hasta que veas que está lista".
Reduje las cantidades a ojo usando un vaso pequeño y pesé todos los ingredientes que fui usando. Sorprendentemente, a la primera prueba acerté con la textura, la verdad es que es una masa muy fácil de manejar y muy socorrida. Congelé la mitad para comprobar qué tal salía usándola semanas después, y doy fe de que queda igual de rica que fresca. Me llevé esa segunda porción a la excursión por la sierra madrileña y el elfo quedó muy satisfecho con la "falsa pizza" que le preparé.
Y es que el elfo no es muy amigo de las verduras que se ven demasiado o que roban el protagonismo a una receta, así que veréis que a esta coca le iría bien el doble de vegetales por encima. No os cortéis en coronarla como más os guste, pero por favor, que el tomate de la base sea al natural y de la mejor calidad posible. Menos mal que yo tengo todavía algunos tarros de conserva casera en la despensa. Ah, el tiempo de cocción también es orientativo, a mí me gusta que se churrusque un poquito.
Coca integral de verduras
Receta de mi madre, originalmente de su prima, adaptada por mí
Ingredientes para 1 coca mediana tirando a grande
- 100 g de vino blanco [original: 1/2 vaso]
- 100 g de cerveza [original: 1/2 vaso]
- 120 g de aceite (girasol si se quiere un sabor neutro, aceite de oliva virgen extra para más aroma) [original: 3/4 de vaso]
- 415 g de harina integral [original: la que admita partiendo de 1/2 kg]
- 1 cucharadita de sal
- tomate en conserva natural (casero mejor)
- verduras al gusto: calabacín, berenjena, pimientos de colores, cebolla dulce...
- tomillo, orégano y romero al gusto
- aceite de oliva virgen extra para rematar
Mezclar en un cuenco grande el vino blanco con la cerveza y el aceite. Añadir la harina y la sal poco a poco, mezclando a medida que se añade, hasta tener una masa de consistencia homogénea, húmeda pero no muy pegajosa, maleable. Ya sabéis, "la que admita" :P. A mí me quedó perfecta con estas cantidades al peso, pero dependiendo de la harina y otros factores puede que necesitéis más o menos.
Amasar ligeramente y formaruna bola Tapar con plástico film y dejar reposar durante 1 hora, en la nevera si ya hace calorcito. Se pude guardar más tiempo, incluso de un día para otro, o congelar.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja forrándola con papel sulfurizado. Estirar muy bien la masa, dejándola muy finita, dándole forma rectangular o algo aproximado. Colocar sobre la bandeja preparada. Cubrir con tomate al natural y distribuir por encima las verduras cortadas más o menos al mismo grosor.
Sazonar con un pelín de sal gruesa, orégano, tomillo y romero al gusto, y un chorriot de buen aceite de oliva vigen extra. Introducir a media altura en el horno y bajar la temperatura a 180ºC cuando hayan pasado 10 minutos. Continuar el horneado hasta cumplir unos 25-30 minutos, hasta que la masa esté tostadita y las verduras cocinadas al gusto.
Está riquísima tanto recién hecha como fría, a temperatura ambiente, aunque mi hermano es un firme defensor de servirla caliente aunque estemos en agosto a 38ºC. Un poquito de queso de cabra por encima le va de miedo, y también combinaciones con frutos secos y pasas.
Sé que una buena pizza es imbatible pero, ¿cuáles son vuestras tartas saladas preferidas? ¿Con base de hojaldre, tipo quiche, o más exóticas con masa filo?
No os olvidéis de abrir las demás Ventanas Verdes para descubrir las delicias que han preparado mis compañeras, si es que todavía no lo habéis hecho ;). Y deseadme suerte con los exámenes de alemán, que la voy a necesitar!
De las últimas noticias de actulidad prefiero no comentar mucho por aquí porque no tengo la cabeza para divagar mucho, y porque tampoco os quiero aburrir con un rollo interminable - es que sé que si empiezo no pararé nunca -. Pero diré que me he emocionado mucho con estas últimas elecciones, que cada vez que tengo que volver a los aburridos trámites para votar por correo los hagos con gusto y ganas, y que me permito volver a mirar al futuro con algo más de ilusión. Al menos, por el momento.
Esta coca es una receta que ha pasado por varias manos, desde que la prima de mi madre empezó a presentarla en los "eventos sociales" del campo, y ya es imprescindible en cualquier reunión familiar, cumpleaños o equivalente que se celebre allí. La de verduras es la más repetida, aunque se puede ser todo lo creativo que se quiera con los ingredientes de la cobertura, como si fuera una pizza. No es una coca como las tradicionales de otras regiones, pues esta masa no lleva levadura y tiene que quedar muy finita, pero os aseguro que está deliciosa. Y, en nuestra modesta opinión, con harina integral - harina integral de verdad, por favor - sale muchísimo más rica.
Cuando estuve en Murcia la pasada Semana Santa mi madre la preparó para la cena con mis tíos de Suiza, ya que a mi hermano también le encanta. Entonces decidí que era ya hora de que aprendiera a hacerla yo también, así que pedí la receta a mi madre vía telefónica Madrid-Murcia. No me dio demasiadas indicaciones, para variar, ya que es una receta simple pero de esas de "la harina que admita", "cuando veas que ya está haces una bola", "la horneas hasta que veas que está lista".
Reduje las cantidades a ojo usando un vaso pequeño y pesé todos los ingredientes que fui usando. Sorprendentemente, a la primera prueba acerté con la textura, la verdad es que es una masa muy fácil de manejar y muy socorrida. Congelé la mitad para comprobar qué tal salía usándola semanas después, y doy fe de que queda igual de rica que fresca. Me llevé esa segunda porción a la excursión por la sierra madrileña y el elfo quedó muy satisfecho con la "falsa pizza" que le preparé.
Y es que el elfo no es muy amigo de las verduras que se ven demasiado o que roban el protagonismo a una receta, así que veréis que a esta coca le iría bien el doble de vegetales por encima. No os cortéis en coronarla como más os guste, pero por favor, que el tomate de la base sea al natural y de la mejor calidad posible. Menos mal que yo tengo todavía algunos tarros de conserva casera en la despensa. Ah, el tiempo de cocción también es orientativo, a mí me gusta que se churrusque un poquito.
Coca integral de verduras
Receta de mi madre, originalmente de su prima, adaptada por mí
Ingredientes para 1 coca mediana tirando a grande
- 100 g de vino blanco [original: 1/2 vaso]
- 100 g de cerveza [original: 1/2 vaso]
- 120 g de aceite (girasol si se quiere un sabor neutro, aceite de oliva virgen extra para más aroma) [original: 3/4 de vaso]
- 415 g de harina integral [original: la que admita partiendo de 1/2 kg]
- 1 cucharadita de sal
- tomate en conserva natural (casero mejor)
- verduras al gusto: calabacín, berenjena, pimientos de colores, cebolla dulce...
- tomillo, orégano y romero al gusto
- aceite de oliva virgen extra para rematar
Mezclar en un cuenco grande el vino blanco con la cerveza y el aceite. Añadir la harina y la sal poco a poco, mezclando a medida que se añade, hasta tener una masa de consistencia homogénea, húmeda pero no muy pegajosa, maleable. Ya sabéis, "la que admita" :P. A mí me quedó perfecta con estas cantidades al peso, pero dependiendo de la harina y otros factores puede que necesitéis más o menos.
Amasar ligeramente y formaruna bola Tapar con plástico film y dejar reposar durante 1 hora, en la nevera si ya hace calorcito. Se pude guardar más tiempo, incluso de un día para otro, o congelar.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja forrándola con papel sulfurizado. Estirar muy bien la masa, dejándola muy finita, dándole forma rectangular o algo aproximado. Colocar sobre la bandeja preparada. Cubrir con tomate al natural y distribuir por encima las verduras cortadas más o menos al mismo grosor.
Sazonar con un pelín de sal gruesa, orégano, tomillo y romero al gusto, y un chorriot de buen aceite de oliva vigen extra. Introducir a media altura en el horno y bajar la temperatura a 180ºC cuando hayan pasado 10 minutos. Continuar el horneado hasta cumplir unos 25-30 minutos, hasta que la masa esté tostadita y las verduras cocinadas al gusto.
Está riquísima tanto recién hecha como fría, a temperatura ambiente, aunque mi hermano es un firme defensor de servirla caliente aunque estemos en agosto a 38ºC. Un poquito de queso de cabra por encima le va de miedo, y también combinaciones con frutos secos y pasas.
Sé que una buena pizza es imbatible pero, ¿cuáles son vuestras tartas saladas preferidas? ¿Con base de hojaldre, tipo quiche, o más exóticas con masa filo?
No os olvidéis de abrir las demás Ventanas Verdes para descubrir las delicias que han preparado mis compañeras, si es que todavía no lo habéis hecho ;). Y deseadme suerte con los exámenes de alemán, que la voy a necesitar!