Laollasuiza acoge desde su blog suizo un nuevo evento blogo-gastronómico-internacional con motivo de la fiesta nacional suiza que se celebra cada año el día 1 de agosto, llamando a todos a acercarnos un poco más a la gastronomía suiza. Yo no quería perdérmelo por nada del mundo así que he participado in extremis como he podido desde el campo. Este año no puedo ir a Suiza y yo también tengo muchísima morriña de esa maravillosa tierra, y de toda la familia y amigos que tengo allí. Espero que os paséis por su blog y descubráis muchas recetas y sabores suizos que os sorprendan ^^
Viendo la película suiza Die herbstzeitlosen, desacertadamente llamada en España Las Chicas de la Lenceria, mi padre se acordó de uno de sus dulces caseros preferidos, la tarta de manzana de Berna que tan deliciosamente bien sabe preparar mi abuelastra Ruth, nacida en la capital. Pero comentándomelo se dio cuenta de qué (horror!) yo nunca la había probado! Así que tras una llamada urgente Ruth nos envió la receta tal cual la aprendió una vez hace ya muchos años, y que domina tan bien que ya la prepara de forma instintiva y personal. Pero mi padre y yo nunca la habíamos intentado así que esta primera vez nos hemos limitado a seguir las instrucciones al pie de la letra (y luchando contra la poco preparada para repostería cocina de mi campo). Nos ha dado algún problema ya que parece una receta antigua y no se explica muy bien, pero al final salió una Apfeltorte buenísima, que repetiré en otoño ya que parece ideal para esas tardes de viento frío.
Esta es la receta de lo que hicimos al final:
Para la masa:
- 300 gr de harina de repostería
- 2 cucharaditas de levadura
- 100 gr de azúcar (moreno en mi caso)
- 1 paquete de azúcar vainillado
- una pizca de sal
- 1 huevo
- 2-3 cucharadas de leche
Para el relleno:
- 1 y ½ kg de manzanas maduras y dulces (3-4 golden bien grandes)
- 2 cucharadas de agua
- 2-3 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de canela (al gusto)
- 2-3 cucharadas de pasas sultanas
Mejor empezar con el relleno ya que se debe cocinar a fuego lento y debe haber enfriado antes de rellenar la tarta con él.
Lavar, pelar y cortar en trozos pequeños las manzanas (tamaño y forma al gusto de cada uno). Colocar en un cazo, mezclar bien con el azúcar y la canela y añadir el agua y el ron. Poner por último las pasas y dejar cocer lentamente durante una media hora, removiendo con regularidad, hasta que las manzanas estén bien blandas e impregnadas de todos los sabores. Reservar.
Engrasar un molde redondo desmontable de unos 26 cm de diámetro.
Tamizar la harina con la levadura y la sal; hacer un hueco y añadir el resto de ingredientes, menos la mantequilla. Una vez bien mezclado, incorporarla cortada en cubos (fría). Trabajar la masa hasta que quede homogénea y ligeramente pegajosa, mucho mejor hacerlo a mano. Amasar un poco en una superficie enharinada, añadiendo algo de harina si aún está demasiado pegajosa (debe quedar lo justo para poder trabajarla sin dificultad). Separar más o menos la mitad (un poquillo más) y estirar con un rodillo para forrar el fondo del molde. Pinchar con un tenedor y hornear sin precalentar a temperatura medio-alta unos 10-15 minutos, sólo hasta que se empiece a dorar ligeramente. Dejar enfriar totalmente.
Del resto de masa separar un trozo y amasar formando un cilindro; colocar alrededor de la base en el molde y chafar contra las paredes para forrarlas, sin dejar huecos con la base. Verter todo el relleno previamente preparado, distribuyéndolo bien y presionándolo para que quede compacto. Levantar un poco la parte superior de la masa del lateral y terminar de cerrar la tarta con el resto de la masa. A mí me sobró muy poca cantidad, pero cundió bien, sólo hay que estirarla mucho ya que la capa superior debe ser la más fina. Usar un pincel mojado en leche para cerrar las juntas de la masa y pintar con huevo batido. Pinchar un poco de nuevo con un tenedor e introducir en el horno sin precalentar. Si se dispone de un horno decente debería estar lista en unos 30-40 minutos a temperatura media; mi horno-reliquia-antigua tardó una hora (y milagrosamente no se quemó la base, ya que sólo tiene llama de gas por abajo y suele calcinar con facilidad cualquier cosa mientras que por arriba se queda medio crudo).
Dejar enfriar (aunque se puede servir tibia, pero eso mejor con frío) y conservar en la nevera.
El olor que inunda toda la casa mientras se cocina es para poder meterlo en una caja y poder guardarlo para siempre :)