¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios de ánimos y buenos deseos! Siento volver a no disponer de suficiente tiempo como para responder y para dejaros comentarios en vuestros blogs, pero están siendo unos días moviditos.
¡Pero ya estamos instalados en el nuevo apartamento! Aún rodeados de caos, con mucho por ordenar, limpiar, organizar y comprar, pero lo esencial ya está aquí. Ayer fue un no parar de gente desfilando por la puerta: los Ikea-boys (como los llama la madre del elfo), Iberdrola, el de la línea telefónica... porque claro, tener conexión es imprescindible :P Lo único malo es que el horno no funciona! Se enciende pero no calienta nada... ya hemos avisado y espero que vengan a solucionarlo pronto, o no podré sobrevivir demasiado tiempo.
Mientras sigo adaptándome, os dejo con otra receta del verano.
Estamos aún en temporada de higos, así que hay que aprovechar. En mi campo tenemos varias higueras entre toda la familia, y son algo así como comunitarias, ya que todos cogemos de todas. Este año ha habido un par que se han portado especialmente bien, menudo festín diario de higos me he metido! Están deliciosos al natural, en dulces y en salado. Hice mermelada y esta sencilla pero riquísima tarta.
- 155 gr de harina
- 1 cucharada de azúcar
- ¼ cucharadita de sal
- 110 gr de mantequilla muy fría
- 2-3 cucharadas de agua helada
- 10-15 o más higos, dependiendo del tamaño
- 2 yemas de huevo grandes
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de azúcar vainillado
- 1 pizca de sal
- 150 ml de yogur griego muy cremoso, o creme fraîche
- ½ cucharada de maizena
Mezclar en un cuenco o directamente sobre una superficie de trabajo limpia la harina con la sal y el azúcar. Añadir la mantequilla fría cortada en trozos y amasar con las manos, estrujando todo hasta formar una textura como de migas. Si se tiene robot de cocina, este paso es mucho más sencillo. Añadir dos cucharadas de agua muy fría y trabajarlo a mano. Añadir otra cucharada más si fuera necesario. Se debe obtener una masa homogénea y lisa. Formar una bola, envolver en film y dejar reposar en la nevera entre 15 y 30 minutos.
Forrar o engrasar un molde bajo de tarta y precalentar el horno a 220ºC. Estirar la masa con un rodillo y forrar el molde, repartiéndola bien por todas partes. Pinchar el fondo con un tenedor, cubrir con un trozo de papel de horno y llenar con peso (arroz, garbanzos secos, etc.). Hornear sobre una rejilla durante unos 10-15 minutos. Quitar el peso y hornear unos minutos más, hasta que empiece a dorarse. Dejar enfriar y bajar la temperatura del horno a 200ºC.
Lavar los higos y cortarles la punta. Trocear en cuartos (en mitades si son pequeños). Repartir algo menos de la mitad de la fruta sobre la masa.
Batir las dos yemas con el azúcar y la sal hasta que adquiera un tono pálido. Añadir el yogur y la maicena, batiendo un poco más. Con ayuda de una cuchara, repartir la crema en los huecos que han dejado los higos. Colocar el resto de higos por los espacios restantes, sobre la crema, apretujándolos bien. Espolvorear con algo de azúcar vainillado y hornear durante unos 25-30 minutos. La crema debe haber subido y haberse dorado. Dejar enfriar totalmente o servir templado, acompañado de una bola de buen helado de vainilla, si se puede. Si se usan higos más maduros, soltarán parte de sus jugos mezclándose con la crema, dejando un sabor fantástico, aunque quede menos bonito a la vista.