Mis Navidades están pasando, dentro de lo que cabe, bien, dentro de lo normal en nuestra familia. Lo malo es que me he traído trabajo conmigo y el tiempo me ha comido un poco, dejándome poco margen para hacer todas las cosas que me hubieran gustado. También han sido las primeras fiestas sin mi abuelo, y hemos tenido a varios familiares pachuchos -con visita al hospital incluida-, así que están teniendo también su lado tristón. Pero al final es ley de vida y nunca podremos tener siempre una Navidad de ensueño; para eso nos debemos quedar con nuestros recuerdos de la infancia, cuando de verdad era una época mágica en la que solo había que disfrutar y pasarlo en grande. Qué malo es hacerse mayor :P.
Las comilonas navideñas las llevo bien, básicamente porque no hemos tenido esas reuniones con mucha familia y en casa nos contenemos un poco. Sí hay sobresaturación de dulces porque... ¡son demasiadas cosas ricas a las que es imposible resistirse! Es el problema de la multiculturalidad, cada país y región tiene sus dulces navideños típicos... y nos gustan casi todos. Entre los españoles, suizos, alemanes, italianos y británicos, nos falta hueco, temporal y digestivo. No me preocupan las calorías, pero tengo un estómago delicadete y en cuanto me paso un poco sufro las consecuencias, como ahora mismo. Menuda noche de ardores he pasado, y no sé muy bien por qué, la verdad, ayer me porté bien -de verdad-. Es probable que mi suegra tenga razón y sea, otra vez, cosa de nervios. Mi gran propósito de Año Nuevo será aprender a relajarme y controlar los agobios que tan mal me sientan.
Este pan de frutas es del tipo "tea bread", que además de estar muy rico para tomar con el té lleva té en la masa. Muuuuuuchas frutas secas y frutos secos, especias y aromas que juntos crean una mezcla espectacular. Se puede tunear de muchas formas, cambiando la proporción y las variedades de frutas, usando tés distintos, más o menos licor, cambiando el zumo de naranja por otro de manzana o mandarina, agregando otras especias, etc. Esta delicia la horneé a finales de noviembre, para los desayunos con mi madre, y fue un éxito. Está más rico con el paso de los días, así que no tengáis miedo en dejarlo horneado con mucha antelación. Si os encontráis con excesos de frutas secas o nueces estos días, es un buen recurso para darles salida. Sabe y huele a Navidad, pero es perfecto para cualquier día de invierno.
Receta de pan de frutas y nueces con té, miel y naranja
Inspiración: adaptada de Das Trüffelschwein
Ingredientes para 1 pan grande
- 400 g de mezcla de frutas secas al gusto (dátiles, ciruelas pasas, pasas de corinto, pasas sultanas, arándanos rojos, orejones de albaricoque, cerezas, higos...)
- 1 litro de té fuerte o infusión al gusto (mejor si es té negro con especias como canela y jengibre)
- 1 naranja de zumo
- 2-3 cucharadas de Oporto o de ron
- 50 g de avellanas
- 50 g de nueces
- 4 huevos
- 40 g de miel
- 20 g de panela o azúcar moreno
- 200 g de harina integral de espelta
- 200 g de harina de trigo o de espelta blanca
- 2 cucharaditas de levadura química
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de jengibre molido
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 pizca de clavo
- 1 pizca de cardamomo
- 1/4 cucharadita de semillas de anís
Picar groseramente las frutas más grandes y quitar los huesos, las que lo tengan. Colocar en un recipiente grande y cubrir con el té filtrado y el zumo de la naranja. Añadir el Oporto o ron y mezclar todo muy bien, procurando que queden bien empapadas. Tapar y dejar reposar toda la noche,o al menos un par de horas.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar un molde rectangular grande de tipo plumcake, engrasándolo o forrándolo con papel sulfurizado. En un recipiente grande, batir con unas varillas los huevos con el azúcar y la miel. Añadir las nueces y avellanas picadas al gusto y echar encima las harinas con las especias, la sal y la levadura. Mezclar ligeramente y echar la mezcla de frutas, escurriéndolas. Si quedara muy seco, echar un poco del líquido de la maceración.
Llenar el molde con cuidado, igualando bien la superficie, y hornear durante unos 40-45 minutos, bajando la temperatura a 180ºC pasados los primeros 15 minutos. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Inspiración: adaptada de Das Trüffelschwein
Ingredientes para 1 pan grande
- 400 g de mezcla de frutas secas al gusto (dátiles, ciruelas pasas, pasas de corinto, pasas sultanas, arándanos rojos, orejones de albaricoque, cerezas, higos...)
- 1 litro de té fuerte o infusión al gusto (mejor si es té negro con especias como canela y jengibre)
- 1 naranja de zumo
- 2-3 cucharadas de Oporto o de ron
- 50 g de avellanas
- 50 g de nueces
- 4 huevos
- 40 g de miel
- 20 g de panela o azúcar moreno
- 200 g de harina integral de espelta
- 200 g de harina de trigo o de espelta blanca
- 2 cucharaditas de levadura química
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de jengibre molido
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 pizca de clavo
- 1 pizca de cardamomo
- 1/4 cucharadita de semillas de anís
Picar groseramente las frutas más grandes y quitar los huesos, las que lo tengan. Colocar en un recipiente grande y cubrir con el té filtrado y el zumo de la naranja. Añadir el Oporto o ron y mezclar todo muy bien, procurando que queden bien empapadas. Tapar y dejar reposar toda la noche,o al menos un par de horas.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar un molde rectangular grande de tipo plumcake, engrasándolo o forrándolo con papel sulfurizado. En un recipiente grande, batir con unas varillas los huevos con el azúcar y la miel. Añadir las nueces y avellanas picadas al gusto y echar encima las harinas con las especias, la sal y la levadura. Mezclar ligeramente y echar la mezcla de frutas, escurriéndolas. Si quedara muy seco, echar un poco del líquido de la maceración.
Llenar el molde con cuidado, igualando bien la superficie, y hornear durante unos 40-45 minutos, bajando la temperatura a 180ºC pasados los primeros 15 minutos. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Está buenísimo casi con lo que sea: solo, con té, con café, con leche, con vino dulce, con fruta fresca, mantequilla salada, queso curado o queso crema, dulce de membrillo... Aguanta muy bien hasta dos semanas si se envuelve y se guarda en un sitio fresco, pero no durará tanto. Pero recordad que mejora con los días.
¡Feliz fin de año!