Hoy he hecho el tercer examen, quedan dos. Mi cerebro ha dicho que hoy se toma un ligero descanso. Habrá que resignarse.
Si no recuero mal, Ana comentó que no le gusta nada la rutina en los desayunos, y me he dado cuenta de que estoy totalmente deacuerdo. Para mí es una comida fundamental, si no desayuno bien no rindo nada y encima mi estómago empieza a autodevorarse a media mañana. Así que toca empezar bien el día, que los médicos y autoridades varias no dejan de repetirlo. Con exámenes casi es algo obligado, con la barriga contenta parecen entrar mejor los datos, fechas y nombres.
En mi caso además me sirve de excusa para experimentar en la cocina como terapia de descanso neuronal.
Hacía tiempo que quería hacer bagels, me llamaban la atención por su forma, por estar primero cocidos en agua y por la enorme difusión que tienen. He probado una de las millones de recetas que se pueden encontrar, de las más sencillas; en el estupendo blog delicious:days su autora sugiere hacerlos en versión mini, pero yo los hice más grandes. Tienen que mejorar en cuanto a aspecto (con lo monos que son los suyos) pero no ha salido mal la prueba. Claro que jamás he probado un bagel de verdad, así que no sé cómo debe saber... en cualquier caso, un poco tostaditos y con compota casera de mango (cocer a fuego lento un mango troceado+agua+ poquillo de azúcar+pizca de cilantro y jengibre) alegran la mañana estupendamente.
Receta (en inglés)
Si no recuero mal, Ana comentó que no le gusta nada la rutina en los desayunos, y me he dado cuenta de que estoy totalmente deacuerdo. Para mí es una comida fundamental, si no desayuno bien no rindo nada y encima mi estómago empieza a autodevorarse a media mañana. Así que toca empezar bien el día, que los médicos y autoridades varias no dejan de repetirlo. Con exámenes casi es algo obligado, con la barriga contenta parecen entrar mejor los datos, fechas y nombres.
En mi caso además me sirve de excusa para experimentar en la cocina como terapia de descanso neuronal.
Hacía tiempo que quería hacer bagels, me llamaban la atención por su forma, por estar primero cocidos en agua y por la enorme difusión que tienen. He probado una de las millones de recetas que se pueden encontrar, de las más sencillas; en el estupendo blog delicious:days su autora sugiere hacerlos en versión mini, pero yo los hice más grandes. Tienen que mejorar en cuanto a aspecto (con lo monos que son los suyos) pero no ha salido mal la prueba. Claro que jamás he probado un bagel de verdad, así que no sé cómo debe saber... en cualquier caso, un poco tostaditos y con compota casera de mango (cocer a fuego lento un mango troceado+agua+ poquillo de azúcar+pizca de cilantro y jengibre) alegran la mañana estupendamente.
Receta (en inglés)