Cuando vi el proyecto que Ingrid y Alba ponían en marcha, uniendo cine y gastronomía, a través de Film & Food, me faltó tiempo para apuntarme. Son dos de mis pasiones, así que la idea de juntarlas me pareció genial. No puedo evitar sentir un cosquilleo interior cuando, disfrutando de una película, la cocina y sus derivados cobran un protagonismo especial.
Además de compartir con nosotros información, análisis de películas, comentarios y recetas, desde Film&Food nos han propuesto un primer reto, que no podía ser mejor: preparar alguna receta de Julia Child. Para leer más sobre esta mítica cocinera y sobre la película, os recomiendo la entrada que le dedicaron.
Tras hacerme con Mastering the Art of French Cooking, y perderme varias veces entre sus cientos de páginas llenas de recetas, consejos y guías para preparar casi de todo, al final me decanté por un dulce. No he tenido el tiempo necesario para preparar una de las recetas saladas más complicadas, y además me venía bien para preparar la tarta de mi cumpleaños.
Elegí la receta de Gâteau à L' Orange, que se transformó en un pastel de cítricos ya que para el relleno y cobertura usé como aromatizantes lima y limón. Trío de frutas de potentes aromas que dieron como resultado un pastel suave, esponjosísimo, con todos sus matices de notas cítricas dándole un puntito refrescante. El buttercream es una bomba calórica, por eso me pareció buena idea compensarlo con un bizcocho de base que no tuviera más grasa que la de los huevos.
- 2/3 taza de azúcar
- 4 huevos L
- ralladura de 1 naranja
- 1/3 taza de zumo de naranja, filtrado
- 1 pizca de sal
- 1 y 1/4 tazas de harina
- 2 y 1/2 cucharadas de Maizena
- 1 cucharada de azúcar extra (para montar las claras)
- 1/4 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar o forrar con papel sulfurizado un molde redondo desmontable, de unos 22 cm de diámetro.
Separar las claras de las yemas de los cuatro huevos, poniéndolas en recipientes separados. Reservar.
Para preparar la harina:
Esta es una manera casera de hacer la llamada cake flour, muy recomendable para obtener los mejores resultandos en este tipo de masas esponjosas.
Medir o pesar la cantidad indicada. Separar de ella 2 y 1/2 cucharadas (devolver esa harina al paquete) y añadir la misma cantidad de Maizena. Tamizar la mezcla por lo menos tres veces, para que quede bien integrado y sin grumos.
Batir con batidora de varillas las yemas; incorporar poco a poco el azúcar, hasta que espese y tenga un color pálido. Añadir la ralladura de naranja, el zumo y la sal, batiendo un poco. Tamizar encima la harina y batir sólo hasta que quede bien incorporado todo, sin grumos secos. Lavar bien las varillas de la batidora.
En el otro recipiente, añadir a las claras el cremor tártaro (si se usa) y otra pizquita de sal. Batir con la batidora hasta que empiece a formar "picos". Echar la cucharada de azúcar y seguir batiendo hasta que conseguir el punto de nieve (poner el cuenco boca abajo; si no se mueve la mezcla, está en su punto).
Incorporar 1/4 de las claras montadas a la masa, con movimientos suaves. Añadir el resto y trabajar todo con suavidad, siempre con movimientos envolventes, hasta que quede una masa homogénea con buen volumen.
Poner en el molde, aplanando bien la superficie. Hornear a media altura durante unos 30-35 minutos. Debe haber crecido y tener un tono ligeramente tostado. Pinchar en el centro con un palillo o brocheta para asegurar que esté listo por dentro. Es probable que se agriete la parte de arriba, pero al sacarlo del horno lla superficie debería igualarse. Esperar unos minutos; desmoldar con cuidado y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.
Para el relleno y cobertura:
- compota de albaricoque
- 110 gr mantequilla sin sal, a temperatura ambiente (he usado "falsa mantequilla")
- 500 gr azúcar en polvo
- 2 cucharadas de zumo de limón
- ralladura de un limón
- ralladura de una lima
Si la compota es espesa, licuar calentándola en un cazo con un poquito de agua.
Cortar el bizcocho por la mitad para separar dos capas lo más iguales posible. Pinchar un poco ambas por las caras internas. Usando un pincel, cubrirlas bien con la compota para humedecer el bizcocho.
Tamizar el azúcar.
Poner en un recipiente la mantequilla (que esté bien blanda), el zumo de limón y las dos ralladuras. Añadir la mitad del azúcar y empezar a batir con batidora de varillas hasta que quede cremoso. Incorporar el resto y batir hasta conseguir una mezcla homogénea y muy cremosa, de consistencia bastante sólida.
Poner una capa de relleno, montar la tarta y cubrir el exterior. Yo he preferido dejarle un aspecto irregular, algo rústico, pero si se tiene maña se puede dejar lisito. Además la decoré con unas flores de azúcar que tenía guardadas para darles un toquecito más primaveral.
Nota: El buttercream es un pecado demasiado pecaminoso. Una delicia y que queda muy bonito, pero tanta mantequilla y azúcar me asustan. Por eso usé la mantequilla vegetal sin grasas saturadas y con menos calorías, y además procuré poner una capa finita de relleno y de cobertura. Al final me sobró bastante crema, que daría para decorar algunos cupcakes. Pero bueno, una vez al año no hace -demasiado- daño, ¿verdad? ;)