Pues ya estamos en plena Semana Santa! Ayer fue Domingo de Ramos y en muchas partes ya están metidos en sus celebraciones, aunque empezaron algunos días antes en algunos lugares (como Cartagena, el viernes pasado). Normalmente yo ya estaría fuera de Murcia pero tengo prácticas en el museo hasta mañana, así que me quedo por aquí un par de días más. Tengo muchas ganas de salir y de volver a Madrid unos días, pero por otro lado me da pena terminar las prácticas, ¡me han acogido tan bien!
Voy a intentar dejar algunas entradas programadas o preparadas para publicarlas desde la distacia durante estos días, que además tengo unas cuantas acumuladas. Por el momento, vamos a empezar la semana con unas galletas que vi de casualidad el sábado por la mañana vagando por la red. Se llaman Italian Easter Cookies, Galletas Italianas de Pascua. No sé muy bien si de verdad es una receta tradicional de Italia, o de algunas zonas de Italia, para la Semana Santa, pero el caso es que son sencillas de hacer y están muy ricas. Con forma de pequeños roscos, crujientes, con su punto justito de dulce y bonitas con una decoración sencilla.
Receta adaptada ligeramente de aquí. Para unas 50 galletas.
- 2 cucharadas de aceite de girasol
- 42 gr de mantequilla derretida sin sal
- 2 huevos
- 2 cucharaditas de esencia de vanilla
- 2 cucharaditas de levadura química
- 3/4 cucharadita de sal
- ralladura de un limón pequeño
- 1 taza de azúcar glas (125 gr)
- 2 y 1/2 tazas de harina de repostería
Poner en un cuenco amplio el aceite con la mantequilla derretida (enfriada un poco) y los huevos. Batir un poco. Añadir la esencia de vainilla, la levadura, la sal, el limón y el azúcar tamizado; batir con batidora de varillas hasta formar una masa homogénea y suave. Tamizar encima la harina y mezclar con una espátula. Terminar de trabajar la masa a mano; añadir un poquito más de harina si quedara demasiado pegajosa. Debe quedar una masa muy húmeda, blanda, lisa y homogénea, que no se pegue demasiado en las manos. Envolver en film y dejar enfriar en la nevera como mínimo una hora.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar un par de bandejas.
Tomar una pequeña porción de masa, formar una bola con las manos y estirar formando un cilindro en una superficie limpia. Debería quedar una tira de unos 10 cm de largo y unos 50-70 mm de ancho. Unir los extremos presionando ligeramente para formar un rosco y colocar en la bandeja. Continuar con el resto de la masa, dejando un poco de espacio entre cada galleta. Hornear a media altura bajando la temperatura a 175ºC durante unos 15-20 minutos. Ojo, deben tomar un poco de color pero no deben dorarse demasiado, quedan más bien pálidos. Claro que si te gustan tostaditos no pasa nada :P
Esperar unos minutos fuera del horno y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.
Para la cobertura:
- 1 taza de azúcar glas
- 4 cucharaditas de leche
- 4 cucharaditas de miel
Si queremos usar varios colores, podemos dividir el azúcar en cuatro cuencos colocando 1/4 de taza en cada uno, tamizándolo. Poner por cada 1/4 de azúcar 1 cucharadita de leche y 1 cucharadita de miel (o para dos colores: 2 cuencos, cada uno con 1/2 taza de azúcar glas, 2 cucharaditas de leche y 2 cucharaditas de miel). Mezclar bien con una cucharilla hasta formar una masa muy densa. Añadir un poco de colorante y mezclar hasta obtener una textura homogénea.
Nota: la textura no es como la glasa real que tan bien nos ha enseñado a hacer Bea. Es más bien "untable", viscosa, como una miel sólida.
Pintar cada rosquilla con ayuda de un cuchillo redondo (por eso digo que es untable) y decorar con algo de confetti de colores, estrellitas o similar. O dejar tal cual. Esperar a que seque (dos o tres horas) totalmente antes de guardar en un recipiente hermético.
Feliz Semana Santa a todos, y a disfrutar mucho los que tengáis vacaciones!