Me pregunto si echaré de menos las épocas de exámenes en el futuro. Seguro que sí, porque además yo tiendo mucho a la nostalgia melancólica... Como soy incapaz de estudiar en una biblioteca estos días me siento enclaustrada. Aunque la verdad, tampoco apetece mucho irse a la calle, hace ya mucho calor y el sol achicharra. Lo que tengo es unas ganas de salir de la ciudad...
Por cierto, se me acumulan las entradas pendientes. Me tomo mis descansillos para trastear en la cocina y tener abastecimiento suficiente de suplementos dulces con los que acompañar los apuntes. Además tengo pendientes un par de reseñas, como la cena de graduación y algún post de viajes (que llegarán con MUCHO retraso). Poco a poco.
Hace un par de semanas mi hermano cumplió años. Ha llegado ya a la veintena, y me he dado cuenta de que ahora es difícil, sin conocernos, determinar cuál de los dos es mayor, si él o yo. Pero para mi siempre será mi hermano pequeño :P
Aunque no quiso una celebración como tal con su familia yo tenía que prepararle algo especial; no hay mejor excusa que los cumpleaños para hacer algún dulce. Hice una tarta sencilla, sin complicaciones, porque no tenía ni tiempo ni ánimos para retos mayores. Pero salió muy rica, que es lo que cuenta :) La clave, creo yo, con este tipo de tartas está en usar un bizcocho bien esponjoso, ligero, pero que no quede seco (por eso es ideal darle un bañito de algún líquido dulzón), y que la cubierta se haga con un buen-buen chocolate, eso marca la diferencia.
Por cierto, se me acumulan las entradas pendientes. Me tomo mis descansillos para trastear en la cocina y tener abastecimiento suficiente de suplementos dulces con los que acompañar los apuntes. Además tengo pendientes un par de reseñas, como la cena de graduación y algún post de viajes (que llegarán con MUCHO retraso). Poco a poco.
Hace un par de semanas mi hermano cumplió años. Ha llegado ya a la veintena, y me he dado cuenta de que ahora es difícil, sin conocernos, determinar cuál de los dos es mayor, si él o yo. Pero para mi siempre será mi hermano pequeño :P
Aunque no quiso una celebración como tal con su familia yo tenía que prepararle algo especial; no hay mejor excusa que los cumpleaños para hacer algún dulce. Hice una tarta sencilla, sin complicaciones, porque no tenía ni tiempo ni ánimos para retos mayores. Pero salió muy rica, que es lo que cuenta :) La clave, creo yo, con este tipo de tartas está en usar un bizcocho bien esponjoso, ligero, pero que no quede seco (por eso es ideal darle un bañito de algún líquido dulzón), y que la cubierta se haga con un buen-buen chocolate, eso marca la diferencia.
Bizcocho esponjoso (ligerísimamente adaptada de aquí)
- 5 huevos
- 150 gr de azúcar
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 100 gr de harina
- 1 cucharadita de levadura
- 1/4 cucharadita de sal
- 3 cucharadas de leche
- 30 gr de mantequilla sin sal
- 1/8 cucharadita de cremor tártaro
Vamos a tener que separar tres claras de los cinco huevos; al parecer esta tarea es más sencilla si se hace con los huevos recién sacados de la nevera. Ponemos las tres claras en un recipiente y en otro los dos huevos restantes con las tres yemas. Los tapamos y dejamos que se templen una media hora.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar dos moldes redondos no muy grandes.
Tamizar la harina con la sal y la levadura. Poner en una sartén la mantequilla con la leche y dejar fundir a fuego lento; reservar. Con batidora de varillas, batir la mezcla de huevos-yemas junto a unas 5-6 cucharadas del azúcar, a alta velocidad, durante unos 3-5 minutos; debe quedar esponjoso pero con fuerza, y de color amarillo pálido. Añadir la vainilla y batir un poco más. Aparte, empezar a batir las caras con el cremor tártaro (se puede sustituir por un poco de zumo de limón) a baja velocidad. Cuando empiecen a montarse, ir añadiendo el azúcar restante poco a poco sin dejar de batir, a alta velocidad. Continuar batiendo hasta tener la textura de merengue (al poner el cuenco boca abajo no debe moverse nada).
Incorporar con cuidado una parte de las claras a la otra mezcla de huevo; continuar con el resto, mezclando con una espátula siguiendo movimientos envolventes, con suavidad. Después, tamizar encima la mitad de la harina; incorporar y terminar con el resto. Formar un hueco en un lateral y verter la leche con la mantequilla; mezclar con suavidad con el mínimo de movimientos necesario.
Repartir la masa sobre los dos moldes de forma equitativa, igualar la superficie y hornear a media altura durante unos 17-20 minutos, hasta que se hayan dorado ligeramente y estén firmes al tacto (o al pincharlos con un palillo éste salga limpio). Desmoldar inmediatamente con cuidado y dejar enfriar sobre una rejilla.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar dos moldes redondos no muy grandes.
Tamizar la harina con la sal y la levadura. Poner en una sartén la mantequilla con la leche y dejar fundir a fuego lento; reservar. Con batidora de varillas, batir la mezcla de huevos-yemas junto a unas 5-6 cucharadas del azúcar, a alta velocidad, durante unos 3-5 minutos; debe quedar esponjoso pero con fuerza, y de color amarillo pálido. Añadir la vainilla y batir un poco más. Aparte, empezar a batir las caras con el cremor tártaro (se puede sustituir por un poco de zumo de limón) a baja velocidad. Cuando empiecen a montarse, ir añadiendo el azúcar restante poco a poco sin dejar de batir, a alta velocidad. Continuar batiendo hasta tener la textura de merengue (al poner el cuenco boca abajo no debe moverse nada).
Incorporar con cuidado una parte de las claras a la otra mezcla de huevo; continuar con el resto, mezclando con una espátula siguiendo movimientos envolventes, con suavidad. Después, tamizar encima la mitad de la harina; incorporar y terminar con el resto. Formar un hueco en un lateral y verter la leche con la mantequilla; mezclar con suavidad con el mínimo de movimientos necesario.
Repartir la masa sobre los dos moldes de forma equitativa, igualar la superficie y hornear a media altura durante unos 17-20 minutos, hasta que se hayan dorado ligeramente y estén firmes al tacto (o al pincharlos con un palillo éste salga limpio). Desmoldar inmediatamente con cuidado y dejar enfriar sobre una rejilla.
Relleno
- almíbar
- 1 chorrito de licor
- mermelada de fresas casera
Mi relleno es también la extrema sencillez. Hice un almíbar con azúcar, algo de agua y un chorrito de kirsch, y embadurné las mitades del bizcocho que se iban a unir con un pincel. Luego cubrí con una espesa capa de mermelada de fresa casera y monté ambas mitades. Supongo que algo de nata montada le iría bien, pero yo no puedo tomarla u_u.
Cubierta de chocolate
- 125 gr de chocolate negro de buena calidad
- 125 ml de nata para montar
- 1 cucharada de mantequilla
Trocear el chocolate y dejarlo en un cuenco. Poner al fuego la nata con la mantequilla y llevar a ebullición. Inmediatamente verter sobre el chocolate y esperar un par de minutos. Remover con una cucharda de madera hasta tener una crema homogénea (y que olerá a Paraíso!).
Verter el chocolate sobre el cetro de la tarta, y con una espátula especial, un gran cuchillo o una cuchara, repartir por toda su superficie y laterales, dejándolo lo más liso posible. Dejar enfriar unas horas a temperatura ambiente y guardar en la nevera para que se solidifique del todo. Se puede decorar antes con lo que se quiera: confetti de colores, coco rallado, nueces, chocolate blanco, frutas...
Importante: chupar la cuchara y los utensilios que han tocado el chocolate.
Seguro que le encanto! tiene una pinta deliciosa!!
ResponderEliminarYo la época examenes la recuerdo en el campus, en el cesped, tranquila... umm! pero lo que más me acuerdo son de las pocas obligaciones, del contacto, fiestas, charlas..
besitos
Hola! he llegado a tu blog por una receta que me ha proporcionado Kako del blog En guete!
ResponderEliminarMe pasaré mas a menudo.
suerte con los exámenes..yo también ando tras de ellos..a ver si acaban ya
Tiene una pinta exquisita, seguro que gustó mucho, a veces no hace falta hacer nada muy sofisticado para que sea una maravilla.... por cierto me ha encantado el panal de miel, ojalá pudiera probarla así de natural....
ResponderEliminarSencilla pero deliciosa, seguro que a tu hermano le encantó, sobre todo por venir de ti.
ResponderEliminarDesde luego con el calor de Murcia tiene que apetecer poquísimo ponerse a estudiar...Animo, que ya te queda poco!
Un beso.
Jajaja me ha encantado la "nota importante" de chupar la cuchara y demás utensilios tocados por el chocolate :D A tu hermano seguro que le encantó la tarta.
ResponderEliminarYo casi echo de menos las épocas de exámenes de la universidad porque ahora tengo que obligarme a estudiar la oposición con mucha antelación y eso cuesta muuuuucho! :/ Yo siempre he sido un poco del último día, la verdad, aunque nunca me fue mal del todo :D
Saluditos y ánimo con el estudio!
Pues creeme que yo no echo de menos los exámenes ¡¡ni un poquito!! Soy super feliz teniendo el fin de semana entero para mí, sin tener que pensar en que me quedan unas prácticas por hacer o tanto temario por estudiar... No soy mala estudiante, y he disfrutado mucho mi carrera. Pero está bien como etapa. La siguiente etapa para mí es mucho mejor: Independencia :) Tu propio sueldo, tu estilo de vida...
ResponderEliminar(El otro día lo pensé, que hace 2 años -¡ya!- estaba yo estudiando en la UAM sin parar... Echo de menos las paradas de biblioteca, las risas con los amigos antes y después del examen, etc. jeje)
Me gusta mucho el detalle de hacer tartas de cumpleaños, creo que es uno de los mejores regalos, de lo más dedicado y personal, qué suerte tiene tu hermano :D
¡Un beso! Ánimo con esos exámenes.
Lo que más ilusión hace es lo que se hace con el corazón, para el que hace el regalo, cómo para el que lo recibe.
ResponderEliminarYo tambien tengo un hermano y siempre siempre tiene su tarta de cumpleaños....jejejeje
Me encanta cómo te ha quedado la tuya.
Suerte en los examenes y no te achicharres!!!! aquí en Valencia, el calor todavía es soportable.
Besos, Akane
dolores
Felicidades para tu hermano, debe ser muy lindo tener una hermana que te mime tanto con cosas siempre tan ricas. El bizcocho me gusta como a tí, esponjoso y húmedo, siempre es bueno regarle algo dulzón.
ResponderEliminarMuy bonita torta.
Un beso.
Te aseguro que después de pasar por dos carreras como yo no vas a echar nunca de menos los examenes .... yo si me encerraba horas y horas en la biblioteca de la facultad mientras otras estaban ya en la playa ...grrr grrr pero vale la pena ... el pastel para tu hermano dice cómeme des de la pantalla felicidades repostera
ResponderEliminarBesos
Sencilla pero efectiva!!! en realidad el tipo de tarta que más me gusta... bizcocho, algo que lo suavice y cobertra de chocolate!!!
ResponderEliminarAbsolutamente deliciosa!!
Ana
ya quisiera yo que me hicieran tartas asi y no compradas que sí, tienen su atractivo pero nada mejor que una hecha en casa y con tanto cariño. Ya te queria yo de hermana! Ademas me tienes que explicar que es eso del cremor tartaro porque siempre lo leo en las recetas y paso de el y lo del zumo de limón pues es un suplemento...
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y saludos a tu hermano
ay chica y eso que no tienes tiempo ( dices) unos días sin entrar en tu cocina y he visto un montón de cosas nuevas!!!!
ResponderEliminarPara ser sencillo esta tarta de cumple tiene un aspecto de lujo!!!!
UN PASTEL PRECIOSO, ENCANTADA DE CONOCERTE. HASTA PRONTO
ResponderEliminarQue delicia de pastel, estos son los que mas me gustan, sencillitos, de toda la vida!! No me hables de calores, que este medio día al cojer el coche marcaba 38º, trabajo cerquita de Cartagena, esto es la muerte!!!jaja..
ResponderEliminarBesos!
Lo mejor de todo, chupar la cuchara ¡¡¡¡
ResponderEliminarjeje, que gracia me ha hecho
Ola! Menuda pinta tiene la tarta, dan ganas de comérsela entera!! ¿Este bizcocho serviria para adornar una tarta con fondant? Felicidades!
ResponderEliminarmañana lo hago para mi cumple! ya te digo que tal me ha salido! creo que de relleno le hare una crema de chocolate.
ResponderEliminarun besote! veronica