BBD#21 Pizza Party!

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Este mes se celebra el 2º aniversario del fantástico evento del pan organizado por Zorra desde 1xumrühren bitte, animándonos a participar preparando pizzas, focaccias o similares. Me ha venido genial porque llevaba un tiempo con ganas de volver a intentar una pizza casera. Esta vez he usado como base las indicaciones del maravilloso Peter Reinhart y por fin he conseguido hacer pizzas "de verdad" en casa. Sólo me falta conseguir una piedra de hornear para lograr acercarme lo máximo posible a una pizza italiana auténtica, pero por el momento me conformo con este resultado :)

Lo normal por aquí es hacer la masa el mismo día que se va a tomar, usando muchas veces los preparados especiales para pizza que venden en cualquier supermercado; y otra cosa que he visto que muchas madres hacen (no sé si es cosa de Murcia o de mi familia) es añadir un poco de cerveza a la masa, con la que se cubre por completo una bandeja de horno. También es habitual usar de base tomate frito y añadir muchos ingredientes, terminando con una espesa capa de queso rallano "especial para pizzas". No sigo que esas "pizzas caseras" no estuvieran buenas (qué recuerdos de mi infancia me traen!) pero no es lo que espero de una pizza auténtica.

En el horno; la mozzarella ya se está fundiendo

La masa ha salido como yo esperaba. Es la primera vez que hago pizzas con forma de pizza (es decir, individuales redondeadas). Masa bien finita, con el borde más grueso sobre el que se han formado algunas burbujas, con un puntito crujiente. Y el truco está simplemente en darles la forma con el dorso de las manos y no usar un rodillo para estirarla.
Supongo que cada uno tendrá sus preferencias en cuanto a cómo prefiere una pizza, pero así es como a mí me gusta, así que creo que esta va a ser mi receta de cabecera para próximas veces :)

Receta adaptada del libro El Aprendiz de Panadero de Peter Reinhart.
Para seis masas de pizza.

- 450 gr de harina de fuerza
- 125 gr de harina integral
- 1 cucharadita de levadura seca de panadería
- 1 y 1/2 cucharaditas de sal
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 400 ml de agua muy fría
- harina extra y/o semolina para amasar

Mezclar en un cuenco las harinas con la sal y la levadura. Añadir el aceite y el agua y comenzar a amasar con fuerza. Si se hace a mano, mantenerlas húmedas con agua fría; también se puede hacer a máquina a velocidad media. Continuar unos 5-7 minutos. La masa debe quedar suave, elástica pero pegajosa, lo justo para despegarse de las paredes del cuenco, pero debe seguir pegándose a la base. Añadir más harina o más agua si es necesario.
Preparar una bandeja con papel de horno y pulverizar con aceite. Volcar la masa en una superficie enharinada y cortar seis trozos iguales. Con las manos enharinadas, formar bolas, colocándolas separadas en la bandeja. Pintar cada una con aceite y cubrir con papel film. En el caso de que no vayamos a usar las seis masas, se pueden congelar, individualmente y cubiertas bien de aceite, en bolsas de congelación; aguantan hasta tres meses.
Introducir la bandeja con las masas en la nevera y dejar reposar toda la noche, o al menos, dos horas.

Dos horas antes de querer hornear las pizzas, sacarlas de la nevera. Enharinar una superficie limpia, colocar cada bola encima y presionar con cuidado con las manos enharinadas hasta formar discos de unos 13 cm de diámetro. Pulverizar con aceite, tapar con film y dejar reposar dos horas.

Antes de hornear, con los ingredientes ya dispuestos: setas, espárragos, queso de cabra

Precalentar el horno a 250ºC. Preparar bandejas, con papel de horno y algo de harina. Con las manos enharinadas, coger una de las porciones y ponerlas debajo del dorso de las manos, con el puño cerrado; ir girando la masa alrededor del borde repetidas veces hasta tener una masa fina, con los bordes algo más gruesos. Colocar sobre una de las bandejas; debería tener un diámetro de 22-30 cms. Hacer lo mismo con las demás porciones.

Cubrir con tomate al natural o salsa de tomate (no tomate frito!) preferiblemente casera. Repartir los ingredientes (se recomienda usar pocos, pero de calidad) y distribuir pequeñas porciones de queso mozzarela u otro tipo. Espolvorear un poco de orégano seco.
Hornear a un nivel bajo del horno (pero no el más bajo) sin bajar la temperatura entre 8-15 minutos. El queso debe estar fundido y los bordes bien dorados, preferiblemente con algún trozo tostadito. Sacar inmediatamente y dejar enfriar sobre otra superficie unos minutos antes de servir.

Salsa de tomate casera:

- 2 latas de tomate entero pelado natural
- 1 lata de tomate triturado natural
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharadita de albahaca seca
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de tomillo
- 1 piza de pimienta negra
- 1 cucharada de azúcar
- sal al gusto

Mezclar todos los ingredientes en una sartén a fuego vivo hasta que empiece a hervir; bajar el fuego y remover con una cuchara de madera, chafando los tomates si es necesario. Ajustar el punto de sal al gusto. Cocinar un rato hasta que reduzca el líquido. Dejar enfriar.

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Recipe adapted from “The Bread Baker’s Apprentice” by Peter Reinhart.
Makes 6 pizza crusts.

- 450 gr strong white flour
- 125 gr whole whear flour
- 1 teaspooon instant yeast
- 1 1/2 teaspoons salt
- 1 tablespoon sugar
- 1 tablespoon olive oil
- 400 very cold water
- extra flour for dusting

Start making the dough the eveing before you want to bake the pizzas.
Combine the five first ingredients in a large mixing bowl. Add the oil and the water and stir with a steel spoon or mix with an electric mixer with the paddle attachment. Once combined, knead by hand or using an electric mixer at medium speed. You want a soft, elastic but a bit sticky dough. Add more water or flour if necessary.
Place the dough on a floured surface and divide into 6 equal pieces. Make balls with your hands. Brush each one with olive oil and put them on a greased sheet (or with parchment paper). Cover with plastic wrap and put into the regrigerator.
If you aren't going to bake all of them, you can freeze some of the pieces putting each one into a greased freezing bag. The evening before, move the frozen dough balls to the refrigerator to thaw.

The day you plan to bake the pizzas, 2 hours before you make them, remove the dough balls from the refrigerator. Place the dough balls on a floured surface and sprinkle them with flour. Dust your hands with flour and lightly press the dough into disks about 1 cm thick and 13 cm diameter. Sprinkle with flour and mist with oil. Cover the doughs with plastic wrap and then allow to rest for 2 hours.

30-45 minutes before baking, preheat the oven as hot as possible (250ºC mine). Cover baking sheets with parchment paper and sprinkle them with flour or semolina. Flour your backs hands and take one of the pieces. Lay the dough across your fists and carefully stretch it by bouncing it in a circular motion on your hands, and by giving it a little stretch with each bounce. You should get a 23-30 cm diameter rounds, thinner in the center than the edg. Place on a baking sheet and repite the operation with all the pieces.
If you have a baking stone (lucky you!) use it.

Top each pizza with the toppings of your choice, preferibly starting with a homemade tomato sauce and using good quality mozzarella cheese. Best pizzas are topped with few but good ingredients.
I made my pizza with mushrooms, green asparagous and goat cheese.

Bake for about 5-12 minutes. Take the pizza out of the oven and transfer it to a cutting board or plate. Wait 3-5 minutes before serving.

Pastel de fresas con buttermilk

Ya iba tocando despedirse de las fresas (menos mal que eso significa que damos la bienvenida a otras frutas, porque si no la despedida sería traumática) así que estos días he aprovechado para, además de disfrutarlas al natural, usarlas en un par de recetas.

El buttermilk/buttermilch se puede ver como ingrediente muy frecuente en recetarios extranjeros. Se trata de "suero de mantequilla", pero que no contiene mantequilla y además no es un producto muy graso. Tradicionalmente se consigue del suero restante de la fabricación de mantequilla; al batir la nata se separa la grasa, y el líquido restante es el buttermilk. Aunque en teoría se puede encontrar por aquí, mis últimos intentos han sido en vano, así que opté por la fabricación casera: añadir a la leche un acidulante para que fermente. Tan simple como mezclar leche con zumo de limón, pero os aseguro que se nota la diferencia en el producto horneado.

Seguro que con otra fruta sale también un pastel delicioso :)

Receta adaptada de esta:

- 1 taza de harina
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/4 cucharadita de sal
- 55 gr de mantequilla ablandada
- 2/3 taza de azúcar blanco
- 1 huevo + 1 clara
- ralladura de 1 limón
- 1/2 taza de buttermilk
- 150-200 gr de fresas
- almedras laminadas
- azúcar vainillado

Para el buttermilk simplemente hay que mezclar una cucharada (tablespoon) de zumo de limón por cada taza (cup) de leche. Se deja reposar unos 15-30 minutos y listo.

Precalentar el horno a 200ºC. Engrasar un molde redondo desmontable.
Tamizar en un recipiente la harina con la levadura, bicarbonato y sal. Aparte, batir con batidora de varillas la mantequilla con el azúcar, hasta que quede una mezcla esponjosa y suave. Añadir el huevo, la clara y la ralladura de un limón. Batir hasta formar una masa homogénea. Incorporar la mitad e la harina y mezclar con unas varillas; añadir el suero de leche y después el resto de harina. Una vez esté la masa homogénea y sin grumos, verter sobre el molde, dando unos golpecitos en un lateral para que se quede uniforme. Distribuir las fresas por encima; cubrir con unas cuantas almendras laminadas y espolvorear con azúcar vainillado al gusto.
Hornear sobre rejilla a media altura entre 20-25 minutos, hasta que se haya dorado y el pinchar su centro con un palillo éste salga limpio. Esperar 10 minutos antes de desmoldar y dejar enfriar totalmente antes de servir.

hemc34: Brochetas de pollo sussia

Y aquí está la segunda parte del menú marroquí, mi participación (in extremis, para variar) para el hemc34 acogido este mes por nuestra estupenda Kako.
Es una receta muy sencilla, unas simples brochetas de pollo. La magia de su sabor está en el adobo, que deja a las piezas de carne con un sabor y aromas increíbles, además de un colorcito amarillento curioso. Cuanto más tiempo se deje el pollo reposar con la mezcla, mejor, aunque si hay prisa bastará con unas horas para que se impregnen bien de todos esos aromas de Marruecos.



Qudban dayay sussia, Brochetas de pollo sussia

- 1 kg de pechuga de pollo
- 2-3 cebolletas
- 100 gr de aceitunas verdes
- piel rallada de un limón grande
- zumo de 4 limas pequeñas
- 2 dientes de ajo
- 1 pizca de azafrán
- 2 cucharaditas de ras el hanout
- 1 cucharada de cilantro
- 1 cucharada de perejil
- sal
- pimienta negra

Trocear las pechas de pollo en tacos de tamaño medio. Picar la cebolla, el ajo y las hierbas. Mezclar con las especias, las aceitunas, el limón y el zumo de lima. Introducir el pollo, impregnando bien todos los trozos. Tapar con papel film y dejar reposar un mínimo de dos horas y un máximo de dos días.
A la hora de prepararlas, limpiar ligeramente cada pieza e introducir en una brocheta. Yo las hice sobre una plancha, pero lo ideal sería hacerlo a la barbacoa.

Yo las acompañé de la ensalada de pimientos, aunque una buena guarnición sería un buen cous cous preparado con algo de verdura a la plancha.

hemc34: Ensalada de pimientos marroquí

He vuelto a perderme ediciones pasadas del evento mensual Hecho en mi cocina, pero esta vez he sacado algo de tiempo para investigar un poco y sacar un par de recetas acordes con el tema elegido, esta vez por Kako dese su blog En Guete. Me pareció una idea muy original su elección, y muy interesante, porque lo poco que conozco de la cocina del Medio Oriente y Magreb me resulta muy atrayente, así que espero descubrir recetas geniales con todos los que habéis participado este mes :)

La semana pasada, después de salir de un examen, me relajé preparando la comida siguiendo dos recetas marroquíes. La cocina de Marruecos es fantástica, tienen platos similares a muchos de España (sobre todo del sur y sureste, cosa lógica) con ingredientes en general comunes por aquí. Mucha verdura, muchas especias, muchos frutos... es una gastronomía muy rica en todos los sentidos.
Este es el plato de acompañamiento, llamado Salata al-laymun al-marqad bi-milh wa bi-l-fulful, o ensalada de pimientos y limón confitado a la sal.



- 2 pimientos verdes grandes
- 2 pimientos rojos grandes
- 1 pimiento amarillo grande
- 2 cebolletas
- 125 ml de zumo de limón
- 125 ml de zumo de naranja
- 1-2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de semillas de comino
- aceitunas negras

Precalentar el horno a 220ºC y lavar los pimientos. Asar con las cebolletas sobre una rejilla durante 30 minutos. Dejar enfriar. Quitar las semillas, la piel y cortarlos en tiras (desechando los filamentos interiores). Picar las cebolletas. Poner en una sartén los dos zumos y dejar reducir unos minutos. Mientras, rehogar ligeramente el ajo con el comino. Añadir a la sartén junto a los pimientos y las cebolletas, mezclando bien. Cocer a fuego lento unos minutos, hasta que se haya evaporado gran parte del líquido.
Colocar en un cuenco y distribuir alrededor tiras del limón confitado y aceitunas negras al gusto. Puede consumirse fría o tibia. Con estos calores, recomiendo servirla fría; con el fuerte toque de los cítricos es un acompañamiento muy refrescante.

Para preparar limón confitado simplemente hay que cortar las puntas al fruto, hacerle una incisión en forma de cruz en las dos caras y dejar en un recipiente hermético cubierto de sal durante unos 15 días a temperatura ambiente.
Pero si no se tiene tiempo para hacerlo, se puede prescindir de él y usar limón al natural; los pimientos cocinados así están muy ricos por sí solos.

Esta tarde o mañana (que se me acaba el plazo!) subo el plato principal, aunque más sencillo no podía ser...

Descubriendo Galletas Carlota's

De nuevo, gracias al servicio de Bloguzz, he tenido la oportunidad de conocer y probar un nuevo producto. Cuando me comunicaron que mi blog había sido escogido me llevé una gran alegría, porque ya había oído hablar de la empresa, y porque simplemente las galletas me vuelven loca :)

Con el simpático nombre de Carlota's se presenta esta empresa de carácter familiar que desde 1997 llevan ofreciendo sus productos a la venta a través de la red. Su página web me ha gustado mucho, sencilla, moderna, de carga rápida y con muchas bonitas imágenes de las galletas, ordenadas por categorías. Sus creadoras recogen así las recetas más tradicionales transmitidas en su familia de generación en generación, para ofrecer unas galletas únicas, totalmente artesanales, decoradas una a una con cuidado y, vistos los resultados, seguro que también cariño.
Como se puede ver en su catálogo de colecciones, hay muchas galletas diferentes, con distintas formas ambientadas para ocasiones determinadas: Navidad, Semana Santa, bodas, bautizos, la Feria de Sevilla... y grupos temáticos como los simpáticos animales, el pack "ponte bueno", etc.
Hacen pedidos especiales para empresas y actos concretos, ofreciendo la posibilidad de personalizar las galletas con el logo o nombre de la compañía. En la web hay varios ejemplos, como por ejemplo las galletas dedicadas a los libros infantiles de Teo, geniales.
Todas las galletas vienen decoradas, usando un denso y dulce glaseado de diferentes colores, y algunas también incluyen chocolate y otros elementos decorativos.

Mi experiencia con estas galletas no ha podido ser mejor. En primer lugar, se pusieron en contacto conmigo el día antes de recibir mi pedido para confirmar mi dirección y avisarme de que el paquete estaría en camino. He realizado muchas compras por internet y se agradece ser avisado de cuándo vas a recibir el pedido.
Desde Carlota's me enviaron un paquete con doble embalaje que contenía una bonita y resistente caja de color lima, con la simpática cita de Alicia en el País de las Maravillas que podéis ver en la foto. Dentro, una bonita tarjeta con una foto antigua y unas líneas sobre la filosofía de la empresa.

Y por fin, las galletas. Tenía curiosidad por ver cómo las enviaban ya que son un producto muy delicado. Pues el método no podía ser mejor: dividir en compartimentos flexibles el interior de la caja y colocar las galletas en cada pliegue del papel rizado, en vertical, en lugar de ponerlas acostadas. Todas las galletas llegaron intactas, salvo un pequeño "desconche" sufrido en una de las manos de la galleta de la novia, que por otro lado era la más grande. Creo que han elegido bien los modelos de las galletas, apenas tienen grandes salientes o "picos", y eso evita que las unidades sufran demasiados desperfectos por el camino.

Las galletas son bastante grandes, algunas de hecho me sorprendieron por el tamaño (es que mis galletas suelen ser más chiquitinas!), y con un buen grosor, ni exagerado ni insignificante, el justo. Cada una viene envuelta individualmente en un paquetito transparente sellado, con su lista de ingredientes. En general, todas están compuestas únicamente de harina, azúcar, mantequilla, huevos, chocolate y colorantes para las decoraciones. Nada de conservantes, y aún así aseguran que las galletas aguantan perfectamente más de dos meses.

Como véis, a muchas da pena comérselas... por eso cayeron primero los objetos inanimados :P Recibí una selección de distintos temas: algunos animales (mis favoritos), una gran cara de bebé, objetos de moda (zapatos de tacón y bolsos), una guitarra y una sevillana y una sonriente novia vestida de blanco.

¿Y el sabor? Pues como cabía esperar, excelente. En su web indican que la receta tiene ascendencia alemana, y desde luego se nota. Me recuerda a las galletas que las madres hornean en Alemania y Suiza en ocasiones especiales, tanto en el profundo aroma que desprenden como en el sabor y textura. Dulces pero no empalagosas, con gran presencia de una buena mantequilla. Aunque puedan parecerlo, no son muy duras sino que se muerden y mastican con facilidad, tienen una textura suave pero con el puntito crujiente.
He aprovechado la genial presentación con la que vienen para regalar algunas, y así reunir distintas opiniones; a todo el mundo les han encantado.



En definitiva, he recibido una muy buena impresión de Galletas Carlota's, pues ofrecen exactamente lo que exponen en su web. Las galletas son de calidad y están realizadas con cuidado y detalle; creo que la filosofía de la que hacen gala se cumple de verdad, y se nota que realizan sus trabajos con dedicación.



Siempre he pensado que es un regalo estupendo un buen lote de galletas artesanas decoradas, y me parece una idea genial utilizarlas en actos de empresa u otros acontecimientos comerciales, así como en celebraciones personales (bodas, bautizos...). Es un dulce y bonito detalle que seguro que los asistentes agradecerán :).

Gracias a Carlota's por permitirme probar sus productos, y a Bloguzz por el servicio que nos ofrecen.

Premio Amiga Desafiada

Muchas gracias a Paqui de Las Recetas de Paqui por concederme este premio :)
Debo pasárselo a 7 personas y contar 7 cosas sobre mi. Allá van:

1. Odio el calor que no te deja ni dormir.
2. Me pierde el cine clásico de Hollywood.
3. La primera vez que fui al Prado, me puse a llorar cuando me encontré con Velázquez y Rubens.
4. No aguanto a la gente cerrada de mente que desprecia el arte contemporáneo y no me deja intentar explicarle su valor o intención.
5. Cada vez que una aguja médica se acerca a mi, termino mareada (en el mejor de los casos).
6. Me lo paso genial leyendo a Terry Pratchett.
7. No sé vivir sin mi dosis diaria de fruta.

Como no me gusta tener que elegir a personas concretas para estas cosas, se lo paso a todo aquel que quiera ;)

Tarta fría de fresas

Ya va tocando despedirse de las fresas (menos mal que eso significa que damos la bienvenida a otras) así que estos días he aprovechado para, además de disfrutarlas al natural, usarlas en un par de recetas. Me apetecía hacer algo fresquito así que experimenté con un sobrecito de agar-agar que aún tenía por aquí. Salió un postre muy rico, con el profundo sabor de las fresas, refrescante, ideal para estas temperaturas veraniegas (o infernales). Además es una receta vegetariana, sin lactosa y sin gluten (si usamos galletas sin). Y bastante light, además :)



- 3 tazas de fresas troceadas (que trituradas deben dar unos 500 ml)
- 1/2 taza de leche de soja (125 ml)
- 50 gr de azúcar
- 1/4 cucharadita de sal
- 8 gr de agar-agar
- 1 yogur natural de soja
- 100 gr de galletas integrales
- 25 gr de alguna mantequilla vegetal
- 1 chorrito de leche de soja
- coulis de fresas/frambuesas/arándanos...

Triturar con batidora normal las fresas hasta obtener un puré. Dejar en la nevera unas horas.
Trocear con las manos las galletas dentro de una bolsa de plástico; pasar un rodillo de cocina por encima con fuerza hasta que se hayan triturado bien (a mi me gusta dejar algunos trocitos enteros de galleta). Poner en un bol y añadir la mantequilla ablandada; trabajar con las manos hasta que se haya incorporado bien. Añadir entonces un chorrito de leche con cuidado, a ojo, volviendo a mezclar hasta obtener una textura suficientemente húmeda como para que al presionar las galletas contra el fondo quede compacto, húmedo pero sólido. Forrar entonces el fondo de un molde redondo, presionando bien con las manos y dejándolo lo más uniforme posible.

Poner en un cazo 1 taza de las fresas (250 ml) con el azúcar, la sal y la leche. Mezclar bien y añadir el agar agar con cuidado. Remover hasta que se disuelva (cuidado, si no se remueve constantemente pueden quedar grumos). Poner al fuego y llevar a ebullición, sin dejar de remover. Entonces bajar el fuego y dejar hervir unos tres minutos. Apartar del fuego y añadir el resto de fresas y el yogur. Mezclar bien y verter sobre el molde. Si salen algunas burbujas, pincharlas con un palillo. Dejar enfriar una hora y luego meter a la nevera unas horas más hasta que haya cuajado. Repartir con cuidado homogéneamente por encima una capa del coulis de fruta y guardar en la nevera hasta el momento de servir. También se puede diluir un poco de mermelada y pasarla por un colador para la cobertura. O tomar tal cual ;)

Cena de graduación en El Rincón de Pepe

Voy a dejar de comentar nada sobre el calor que hace, porque ya va a ser una constante hasta octubre, así que sería repetirme demasiado :P Resignación!

Aprovecho un descansito para subir las fotos que hice durante la cena de graduación, el pasado 14 de mayo. El lugar elegido por votación fue El Rincón de Pepe, restaurante y hotel de los más emblemáticos de la ciudad. Está situado en pleno centro y siempre ha mantenido su fama, aunque yo no puedo juzgar si ha sido merecida o si mantiene su nivel porque fue mi primera vez en sus mesas. Tiene también un bar Cafetería bajo el suelo, donde se puede tomar algo y escuchar música en directo junto a restos auténticos de la muralla árabe que cercaba la ciudad en el siglo XII.
Puesto que éramos bastantes, nos reservaron una pequeña sala aparte con mesas redondas dispuestas y organizadas como si fuera una boda. Mientras todos llegaban, un pequeño cóctel de bienvenida (aunque básicamente tomamos vasos de cerveza, que los camareros no dejaban de rellenar sin que te dieras cuenta).
El servicio estuvo muy bien, rápido, diligente y eficaz, y no pusieron ninguna pega a nuestras constantes peticiones, como pregunat por pan integral o cambiar el vino tinto por un blanco. Lo que yo tengo que agradecer especialmente es que me preparan un menú especial ya que al hacer la reserva se avisó de que no podía tomar nada con lactosa; el "jefe" de sala vino a explicarme los cambios que habían hecho para ver si me parecía bien, así que yo encantada :)
Este es el menú oficial, con mis cambios entre paréntesis:

Lomo Ibérico de bellota
Queso manchego
Brocheta de tomate, queso fresco y espuma de anchoa
Croquetas de Jamón Ibérico
Rollitos de Morcilla de Chato Murciano

Raviolis de gamba, setas y crema de erizos
(panaché de verduras con jamón)

Lubina al ajo pescador, puré de patata y crema de acelgas
(lubina a la plancha con tempura de verduras)
Solomillo de Ibérico, crujiente con foi y puré de manzana
(corbina a la plancha con verduras de la huerta)

Mousse de chocolate de tanzania y helado de mandarina
(sorbete de higo chumbo)

Los entrantes simplemente los caté ya que no me atraían mucho, pero la opinión general fue satisfactoria, y las croquetas triunfaron. La chuminada de la brocheta causó bastante risa... estaba buena, claro, buen tomate y buen queso, pero era una ración ínfima, y la espuma de anchoa no convenció mucho (yo no pude probarla); eso sí, realmente sabía a anchoa.
Yo aproveché para cambiar el solomillo a la plancha que me iban a traer para pedir doble de pescado (no me gusta la carne y menos de mamíferos). Me encantaron ambos platos, el pescado estaba en su punto, tierno y jugoso. La tempura de verduras deliciosa.
Me habían ofertado varios sorbetes pero el de higo chumbo me llamó mucho la atención. Estaba riquísimo! Aunque más que sorbete era granizado... además le eché media copa de cava que nos sirvieron al final y salió un cócter delicioso, muy refrescante.
Después café, té o infusiones, y finalmente nos abrieron barra libre un par de horas. La noche continuaría luego en otra parte :) La verdad es que fue un día genial, me lo pasé muy bien. Voy a echar de menos a tantos compañeros y amigos, espero que no perdamos nunca el contacto del todo. Qué rápido han pasado estos cinco años!

Bueno, y de propina, la foto que me sacaron cuando recibí la beca en el acto oficial, entre los padrinos. Aunque os advierto que estoy muy rara!

Tarta de cumpleaños sencilla

Me pregunto si echaré de menos las épocas de exámenes en el futuro. Seguro que sí, porque además yo tiendo mucho a la nostalgia melancólica... Como soy incapaz de estudiar en una biblioteca estos días me siento enclaustrada. Aunque la verdad, tampoco apetece mucho irse a la calle, hace ya mucho calor y el sol achicharra. Lo que tengo es unas ganas de salir de la ciudad...

Por cierto, se me acumulan las entradas pendientes. Me tomo mis descansillos para trastear en la cocina y tener abastecimiento suficiente de suplementos dulces con los que acompañar los apuntes. Además tengo pendientes un par de reseñas, como la cena de graduación y algún post de viajes (que llegarán con MUCHO retraso). Poco a poco.

Hace un par de semanas mi hermano cumplió años. Ha llegado ya a la veintena, y me he dado cuenta de que ahora es difícil, sin conocernos, determinar cuál de los dos es mayor, si él o yo. Pero para mi siempre será mi hermano pequeño :P
Aunque no quiso una celebración como tal con su familia yo tenía que prepararle algo especial; no hay mejor excusa que los cumpleaños para hacer algún dulce. Hice una tarta sencilla, sin complicaciones, porque no tenía ni tiempo ni ánimos para retos mayores. Pero salió muy rica, que es lo que cuenta :) La clave, creo yo, con este tipo de tartas está en usar un bizcocho bien esponjoso, ligero, pero que no quede seco (por eso es ideal darle un bañito de algún líquido dulzón), y que la cubierta se haga con un buen-buen chocolate, eso marca la diferencia.

Bizcocho esponjoso (ligerísimamente adaptada de aquí)

- 5 huevos
- 150 gr de azúcar
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 100 gr de harina
- 1 cucharadita de levadura
- 1/4 cucharadita de sal
- 3 cucharadas de leche
- 30 gr de mantequilla sin sal
- 1/8 cucharadita de cremor tártaro

Vamos a tener que separar tres claras de los cinco huevos; al parecer esta tarea es más sencilla si se hace con los huevos recién sacados de la nevera. Ponemos las tres claras en un recipiente y en otro los dos huevos restantes con las tres yemas. Los tapamos y dejamos que se templen una media hora.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar dos moldes redondos no muy grandes.

Tamizar la harina con la sal y la levadura. Poner en una sartén la mantequilla con la leche y dejar fundir a fuego lento; reservar. Con batidora de varillas, batir la mezcla de huevos-yemas junto a unas 5-6 cucharadas del azúcar, a alta velocidad, durante unos 3-5 minutos; debe quedar esponjoso pero con fuerza, y de color amarillo pálido. Añadir la vainilla y batir un poco más. Aparte, empezar a batir las caras con el cremor tártaro (se puede sustituir por un poco de zumo de limón) a baja velocidad. Cuando empiecen a montarse, ir añadiendo el azúcar restante poco a poco sin dejar de batir, a alta velocidad. Continuar batiendo hasta tener la textura de merengue (al poner el cuenco boca abajo no debe moverse nada).

Incorporar con cuidado una parte de las claras a la otra mezcla de huevo; continuar con el resto, mezclando con una espátula siguiendo movimientos envolventes, con suavidad. Después, tamizar encima la mitad de la harina; incorporar y terminar con el resto. Formar un hueco en un lateral y verter la leche con la mantequilla; mezclar con suavidad con el mínimo de movimientos necesario.
Repartir la masa sobre los dos moldes de forma equitativa, igualar la superficie y hornear a media altura durante unos 17-20 minutos, hasta que se hayan dorado ligeramente y estén firmes al tacto (o al pincharlos con un palillo éste salga limpio). Desmoldar inmediatamente con cuidado y dejar enfriar sobre una rejilla.

Relleno

- almíbar
- 1 chorrito de licor
- mermelada de fresas casera

Mi relleno es también la extrema sencillez. Hice un almíbar con azúcar, algo de agua y un chorrito de kirsch, y embadurné las mitades del bizcocho que se iban a unir con un pincel. Luego cubrí con una espesa capa de mermelada de fresa casera y monté ambas mitades. Supongo que algo de nata montada le iría bien, pero yo no puedo tomarla u_u.

Cubierta de chocolate

- 125 gr de chocolate negro de buena calidad
- 125 ml de nata para montar
- 1 cucharada de mantequilla

Trocear el chocolate y dejarlo en un cuenco. Poner al fuego la nata con la mantequilla y llevar a ebullición. Inmediatamente verter sobre el chocolate y esperar un par de minutos. Remover con una cucharda de madera hasta tener una crema homogénea (y que olerá a Paraíso!).

Verter el chocolate sobre el cetro de la tarta, y con una espátula especial, un gran cuchillo o una cuchara, repartir por toda su superficie y laterales, dejándolo lo más liso posible. Dejar enfriar unas horas a temperatura ambiente y guardar en la nevera para que se solidifique del todo. Se puede decorar antes con lo que se quiera: confetti de colores, coco rallado, nueces, chocolate blanco, frutas...
Importante: chupar la cuchara y los utensilios que han tocado el chocolate.

Panal de miel

Mi compañera de clase y buena amiga Isa, que ya me regaló hace unos meses un gran bote de miel cosechada por su familia, me ha vuelto a traer un regalito igualmente dulce: un buen trozo de panal de sus colmenas, limpio y repleto de esa maravilla de miel de color brillante.



Es un lujo poder disfrutar la miel así, en su estado más natural, con todo su sabor y aroma. Para degustarla simplemente se corta un trocito del panal y a la boca; se mastica dejando que toda la miel vaya saliendo creando una fiesta en tus papilas gustativas hasta que sólo quede la cera, masticándola como si fuera un chicle. Dicen que masticar panal es además bueno para algunas alergias. En cualquier caso se puede tirar una vez se le haya exprimido todo el jugo, o se puede tragar, como hace mi padre.





Muchísimas gracias!