Retazos de Berlín
Ahh, Berlín... otra ciudad que me ha enamorado un poquito (y van...). A pesar de la mala llegada que tuvimos y de que cada jornada acabamos totalmente agotados de tanto andar, me encantó la visita. Eso sí, es uan ciudad muy grande que ofrece muchísimas cosas, y en una semana apenas da tiempo para apreciarla de verdad. Así que hay que ser selectivos y guardar cosas para futuros viajes.
Volamos con una de las famosas low cost desde Barajas pero el vuelo se retrasó unas 3 horas (eso sí, amablemente nos regalaron un cutre-sandwich para amenizar la espera). Embarcamos a las 00.30 así que llegamos a las tantas al pequeño aeropuerto de Schönefeld. A esas horas sólo queríamos llegar al hotel así que cogimos un taxi... barato no es desde luego, pero el taxista, muy amable, nos llevó al hotel enseguida y nos costó curiosamente casi lo mismo que el taxi que nos había llevado a Barajas en Madrid la tarde anterior.
Volamos con una de las famosas low cost desde Barajas pero el vuelo se retrasó unas 3 horas (eso sí, amablemente nos regalaron un cutre-sandwich para amenizar la espera). Embarcamos a las 00.30 así que llegamos a las tantas al pequeño aeropuerto de Schönefeld. A esas horas sólo queríamos llegar al hotel así que cogimos un taxi... barato no es desde luego, pero el taxista, muy amable, nos llevó al hotel enseguida y nos costó curiosamente casi lo mismo que el taxi que nos había llevado a Barajas en Madrid la tarde anterior.
Por lo que pude ver, Berlín tiene un poco de todo. Me llamó la atención el gran cambio que ha experimentado desde los tiempos del fin de la Guerra y el Muro, y la actualidad, conjugando el recuerdo del pasado y lo más moderno. Tiene edificios antiguos preciosos bien conservados y otros totalmente nuevos y modernísimos, pero curiosamente no me dio sensación general de que chocaran entre sí. Lo viejo y lo nuevo en armonía.
Aunque había oído que los berlineses tienen fama de secos y algo ariscos, me encontré con gente muy amable y dispuesta a ayudar, sin ningún problema en usar inglés si hacía falta (y no se rieron de mí ante mi alemán chapucero, que ya es decir ^^U).
El transporte público sin quejas, hay muchos autobuses que pasan con mucha frecuencia y conectan sin problemas con los sitios más turísticos. Muy interesantes las líneas 100 y 200, tienen dos pisos y se pueden usar como autobuses turísticos ya que hacen una ruta ideal para una toma de contacto con los must-see de la ciudad. Hay bastantes estaciones de trenes o S-Bahn (la del Zoologischer Garten es un punto clave para el turista) unas cuantas más de metro o U-Bahn (de hecho a veces no sabía muy bien si iba en metro o tren, porque el primero tiene muchos tramos a cielo descubierto), travías y ferries por el río. Eso sí, conviene estudiar las posibilidades de billetes y bonos para que no se vaya el presupuesto en los traslados.
Museos, tropecientos. Recomiendo sacarse el abono para museos (si eres estudiante, mejor que mejor, unos 9€ me costó a mi) que te permite entrar sin pagar más entradas durante 3 días a los museos que elijas de la lista (muchísimos). Inevitable visita a la Isla de los Museos; personalmente el Altar de Pérgamo me hizo temblar un poquito de la emoción ^^ Para los que les guste dejarse las piernas admirando pinturas recomiendo especialmente dos : la Alte Nationalgalerie (recién restaurado, el edifico en sí es muy bonito de recorrer, y abajo tiene una pequeña tienda que sirve café y dulces) y la Gemäldegalerie (edificio muy nuevo, lleno de auténticas maravillas del arte).
Otras recomendaciones: el Zoo, la tremenda Postdamer Platz, acercarse al Charlottenburg, el museo de Historia Natural (algo apartado) y si se es aficionado al deporte, una visita al Olympiastadion, muy bonito por dentro (la tienda del Hertha también merece un vistazo, al menos por la cantidad de merchandising que tiene como curiosidad). Contemplar los curiosos, enormes y originales edificos de las decenas de embajadas es también interesante, así como ver el contraste que hay con la antigua zona del Berlín Este.
Y por supuesto, alejarse un poco de lo más turístico y perderse por los jardines, parques y callejuelas, adentrándose en los patios interiores que guardan muchos edificios; hay rincones muy bonitos y tiendecitas que merecen la pena.
PD. Cuidado con las avispas en verano; son auténticos depredadores y no dudarán en atosigarte para quitarte un trozo de tarta o de salchicha. Y aviso: sus picaduras no tienen nada que ver con las de las avispas ibéricas.
Y por supuesto, alejarse un poco de lo más turístico y perderse por los jardines, parques y callejuelas, adentrándose en los patios interiores que guardan muchos edificios; hay rincones muy bonitos y tiendecitas que merecen la pena.
PD. Cuidado con las avispas en verano; son auténticos depredadores y no dudarán en atosigarte para quitarte un trozo de tarta o de salchicha. Y aviso: sus picaduras no tienen nada que ver con las de las avispas ibéricas.
12 comentarios
Acabamos de llegar hace una semana, de Berlín y nos ha encantado hacer contigo un paseo.
ResponderEliminarLas imágenes son hermosas!!! no conozco BERLÍN pero algún día voy a ir...
ResponderEliminarDespués de leer el post que hicieron la pareja de la cuina vermella en su blog, me quedaron muchas ganas de conocer Berlín. Tras leer tu post, ahora sé que he de ir. Estupendo. Saludos.
ResponderEliminarcanela
Hola Akane:
ResponderEliminarPrecioso reportaje sobre Berlín y en lo que comentas estoy totalmente de acuerdo. Recuerdo que el autobus que más tomaba yo era el 100. Una ciudad para volver, aún me quedan un montón de cosas por descubrir. Gracias por esta bonita entrada. Mil besos
Yo no conozco Berlín,he viajado mucho siempre pero todavía me quedan muchas maravillas por descubrir, una de ellas es la que tan bien nos has enseñado.
ResponderEliminarUn saludo
Guauuuuuuuuuuuuu qué fotos, bueno fotazas ¿así quien no se enamora de Berlin? menudo reportaje, gracias a ti hemos viajado por unos minutos.
ResponderEliminarBesos.
Hola Akane:
ResponderEliminarMe alegro te haya gustado el postre que he ideado para el evento de Hecho en mi Cocina. Besos mil
No me acordaba de las avispas!!! Nos sorprendió muchísimo, se comportaban como las moscas españolas, que pegajosas!!!
ResponderEliminarBonitas fotos!!!
Besitos
Yo tambien planeo un viaje a Berlin, así que tu reportaje me ha encantado...
ResponderEliminarAquí Lillu limpiándose la baba... sobre todo después de leer lo del abono para museos y de ver las fotos.
ResponderEliminarSufro de envidia, lo reconozco :/
saluditos!
hola,
ResponderEliminarBerlín es una ciudad que gusta, con sus magníficos edificios, monumentos y otros aspectos que podía estar escribiendo, esta ciudad disfrutas visitándola. Yo me aloje en un céntrico hotel de Berlín con spa y piscina. Para recuperarme de los largos paseos turísticos que daba.
Lástima que te haya leido hoy, en lugar de la semana pasada. Acabo de regresar de Berlín, y me quedé estupefacta con el tema de las avispas. Mas de una se suicidó en mi vaso de cerveza.
ResponderEliminarBerlín es fantástica y como tu dices, una semana se queda algo corta.
Saludos