Mi casa hace semanas que huele a Navidad pero vuelvo a tener el problema de cada año: me saturo con todo lo que me gustaría hacer y sufro un bloqueo general del sistema. Ayer tenía la intención de adelantar la masa de mis galletas de jengibre habituales, y ya de paso aprovechar para hornear algo más. Pues estuve como una hora repasando libros, pines, enlaces y notas de recetas "para hacer".
Creo que por mi salud mental debería centrarme en mis dulces navideños favoritos habituales y dejar los experimentos para épocas menos estresantes. Aunque siempre hay sitio para unos sencillos muffins integrales de manzana especiados; es tan terapéutico prepararlos como devorarlos.
Cuando empecé a ver películas de cine clásico me hacía gracia eso de que los matrimonios durmieran en camas separadas. Yo era una niña que realmente no era consciente de que estaba viendo "historia", para mí solo eran películas, pero poco a poco aprendí a ver las cosas en su contexto. Recuerdo con mucho cariño 'Los perros de mi mujer', una película ñoña familiar de Disney pero llena de perros y gags simplones que funcionan en su falta de pretensiones. Mi madre siempre comentaba que eso de dormir en camas separadas tenía que ser maravilloso, sin nadie moviéndose sin parar, robándote la sábana o arrinconándote en el borde. Bromeaba, claro, pero a veces la entiendo.
Dormir en pareja es muy bonito, es pura intimidad cotidiana y siempre reconforta levantarse con alguien que quieres al lado durmiendo plácidamente -y un gato-. Peeero también pone a prueba un poco el amor en ciertas ocasiones.
Y no hablo solo de ronquidos -por el momento la cosa no es grave en esta casa-; el elfo, con sus casi dos metros, provoca un terremoto en la cama cuando se mueve, tiende a ponerse en diagonal -y yo tengo fobia a que me toquen con los pies- y encima habla en sueños. Me pega unos sustos tremendos, porque suelta largas frases completas a voz en grito y yo no tengo muy buen despertar. Y los sonámbulos me dan respeto, para qué engañarnos. Espero que no le dé por levantarse y ponerse a andar, como al parece hacía de niño.
Lo que no entiendo es lo friolero que puede llegar a ser. Con su pijama de invierno (¡y camiseta interior!) duerme bien tapadito y dice que pasa frío. ¡Y yo me levanto sudando! He empezado a dormir como mi padre, solo con una camiseta de tirantes, porque me achicharro debajo del nórdico. No sé si me están activando los genes suizos, o es que la cama nueva crea un microclima a prueba de inviernos suecos, pero empiezo a estar harta. Con lo agustico que se duerme en un pijama largo, calentito, tapándote hasta la nariz... Pues nada. En fin, al menos es bonito ver que él si duerme a pierna suelta.
Receta de muffins integrales de puré de manzana y melaza
Inspiración: la necesidad de dar salida a sobras de puré de manzana y ¡Navidad!
Ingredientes para unos 12 muffins
- 2 huevos de gallinas felices
- 300 g de puré de manzana o compota natural
- 1/2 cucharadita de vainilla
- 80 ml de aceite de girasol
- 70 g de queso fresco batido o yogur natural
- 60 ml de leche de soja o equivalente
- 40 g de melaza (miel de caña)
- 80 g de copos de avena finos
- 80 g de harina de avena
- 25 g de almendra molida
- 65 g de harina de espelta integral (o trigo)
- 1 cucharada colmada de panela o azúcar moreno (opcional)
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 y 1/2 cucharaditas de mezcla de especias (canela, jengibre, anís estrellado, clavo, nuez moscada, cardamomo, cilantro molido, pimienta de Jamaica...)
- pistachos o frutos secos para decorar (opcional)
Atemperar fuera de la nevera los huevos, el queso o yogur y la leche. Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja con 12 moldes de muffin. Yo preferí hacerlos de tamaño medio y aprovechar para hornear también unos cuantos en formato mini.
Batir con unas varillas los huevos con el puré de manzana, la vainilla, el aceite, el queso o yogur, la leche y la melaza, hasta tener una mezcla homogénea y ligeramente esponjosa.
Aparte combinar con unas varillas limpias todos los demás ingredientes. Formar un hueco central y agregar la mezcla húmeda poco a poco, mezclando suavemente. Combinar todo sin sobremezclar, hasta que no haya grumos secos.
Repartir en los moldes sin llenarlos hasta arriba y decorar con frutos secos al gusto. Hornear durante unos 18-22 minutos, o hasta que se hayan dorado y al pincharlos con un palillo salga limpio. Si son minis, tardarán menos. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar en una rejilla.
Aguantan bien un par de días en un recipiente hermético, en una cocina fresca. Saben mejor pasadas unas horas, cuando se han asentado los sabores de las especias. Yo suelo congelar la mitad porque solo somos dos en casa y tampoco es plan de desayunar o merendar muffins a diario. Si no sois alérgicos a los "tropezones", os recomiendo añadir a la masa unas nueces picadas, arándanos rojos o trocitos de manzana fresca o deshidratada.
Inspiración: la necesidad de dar salida a sobras de puré de manzana y ¡Navidad!
Ingredientes para unos 12 muffins
- 2 huevos de gallinas felices
- 300 g de puré de manzana o compota natural
- 1/2 cucharadita de vainilla
- 80 ml de aceite de girasol
- 70 g de queso fresco batido o yogur natural
- 60 ml de leche de soja o equivalente
- 40 g de melaza (miel de caña)
- 80 g de copos de avena finos
- 80 g de harina de avena
- 25 g de almendra molida
- 65 g de harina de espelta integral (o trigo)
- 1 cucharada colmada de panela o azúcar moreno (opcional)
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 y 1/2 cucharaditas de mezcla de especias (canela, jengibre, anís estrellado, clavo, nuez moscada, cardamomo, cilantro molido, pimienta de Jamaica...)
- pistachos o frutos secos para decorar (opcional)
Atemperar fuera de la nevera los huevos, el queso o yogur y la leche. Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja con 12 moldes de muffin. Yo preferí hacerlos de tamaño medio y aprovechar para hornear también unos cuantos en formato mini.
Batir con unas varillas los huevos con el puré de manzana, la vainilla, el aceite, el queso o yogur, la leche y la melaza, hasta tener una mezcla homogénea y ligeramente esponjosa.
Aparte combinar con unas varillas limpias todos los demás ingredientes. Formar un hueco central y agregar la mezcla húmeda poco a poco, mezclando suavemente. Combinar todo sin sobremezclar, hasta que no haya grumos secos.
Repartir en los moldes sin llenarlos hasta arriba y decorar con frutos secos al gusto. Hornear durante unos 18-22 minutos, o hasta que se hayan dorado y al pincharlos con un palillo salga limpio. Si son minis, tardarán menos. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y dejar enfriar en una rejilla.
Aguantan bien un par de días en un recipiente hermético, en una cocina fresca. Saben mejor pasadas unas horas, cuando se han asentado los sabores de las especias. Yo suelo congelar la mitad porque solo somos dos en casa y tampoco es plan de desayunar o merendar muffins a diario. Si no sois alérgicos a los "tropezones", os recomiendo añadir a la masa unas nueces picadas, arándanos rojos o trocitos de manzana fresca o deshidratada.
PD. ¡Feliz Santa Lucía! ¿Queda alguien por probar los Lussekatter?
Los lussetaker quedo yoooo jajajaa.Oye!me encantan tus muffins,la semana pasada hice un bizcocho con ingredientes muy parecidos, pero al durarme tantos dias (porque era para mi sola)al final ya tenia moho creo que por el pure de manzana y me dio una rabiaaaaaaa tener que tirar un trozo... :(en fin!.Me ha hecho gracia tu descripcion de como duerme el elfo jajjajajaa.No me le imaginaba tan alto!!!:)))un besoooo
ResponderEliminarPues imagina la pareja que hacemos, que yo no llego a 1,60 m, jajajaja.
EliminarAy a mí también me ha pasado lo del moho, sobre todo con masas más húmedas o con recetas que usan puré de manzana, calabaza o plátano, es una "pega" de la repostería más sanota. En Murcia en verano, con el calor y la humedad, es muy frecuente.
Por eso mismo yo suelo congelar la mitad, también en los bizcochos, da mucha rabia tener que tirarlo!
Bueno, pues a hacer los bollos ya mismo, da igual que no sea en Santa Lucía ;)
Un abrazo
Lussekatter,perdón
ResponderEliminarEn nuestro caso la prueba de amor es dormir separados... desde hace un par de meses así estamos, pues Vera duerme fatal y necesita teta para volver a dormirse, y ya no cambiamos los tres en la cama... Pillamos una de 90 para su futura habitación y allí está papá, durmiendo lejos de las chicas de la casa...rodead de peluches y juguetes de bebé 😂 Espero que no tardemos demasiado en volver a hacer la cucharita!!
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siempre te queda la solución alemana: una sola cama, pero dos edredones individuales! :D
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