Intento que la dura realidad que nos rodea no me afecte demasiado, pero tampoco la puedo ignorar. Quiero informarme, prestar atención a muchas voces, tener todas las perspectivas posibles, intentar comprender cómo llegamos a estas cosas. En clase de alemán solemos charlar sobre las noticias pero a menudo nos quedamos sin saber qué decir. Y el problema no es el idioma, es literamente falta de palabras, en alemán, español o esperanto. Simplemente, no sé qué decir. Todo esto me afecta mucho porque le doy mil vueltas a la cabeza, pero trato de que no se refleje en mi día a día porque ya bastantes preocupaciones personales que me causan más de un problema. Afortunadamente, estar en mi tierra, con mi familia, mi gato y mi gente ya es una terapia. Correr bajo la lluvia y hornear también.
Tenía que volver a recetas tradicionales de mi hogar este año. Lo he dicho varias veces, me complico la vida con platos típicos de otros lugares y descuido un poco mis raíces. Pero me apetecía mucho volver a preparar monas de Pascua, y que mi familia las probara, así que he retomado mi propia receta de Directo al Paladar para terminar de moldearla a mi gusto. La original sale perfecta, tal y como yo recuerdo las monas de mi infancia, pero no me puedo estar quieta y al final he desarrollado mi receta de monas de Pascua murcianas, a mi gusto.
Monas de Pascua hay muchas, compartiendo nombre o aspecto. La primera vez que descubrí que en muchas zonas son creaciones de chocolate o pasteles muy decorados, me sorprendí mucho. También cuando me enteré de que se supone que son típicas de Semana Santa. Y diréis: pues claro, se llaman monas de Pascua. Pero es que yo me he criado tomando monas desde pequeñita todo el año, para merendar o desayunar. De hecho, en la fiesta de mi colegio antes de Navidad las madres organizaban un almuerzo con chocolate caliente y ¡monas! Nada de churros. Siempre me han gustado mucho más estos panecillos dulces, tiernos, aromáticos, con su huevo. Algo rústicos pero con ese sabor tradicional cuyo simple aroma me transporta a tiempos más inocentes.
Monas de Pascua de Murcia - mi versión
Inspiración: mi propia receta modificada al gusto personal
Ingredientes para unas 10-12 monas
- 600 g de harina de fuerza
- 120 g de azúcar
- 20 g de levadura fresca de panadería
- 1 cucharadita de sal
- ralladura de limón
- ralladura de naranja
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 225 ml de leche sin lactosa
- 2 huevos L
- 1 huevo más para pincelar
- 1 chorrito de leche para pincelar
- azúcar extra
- huevos cocidos para decorar
Lo mejor es empezar pesando y midiendo todos los ingredientes, hay que tener orden en la cocina. Calentar la leche un poquito (que no queme) y desmenuzar encima la levadura. Añadir una cucharada del azúcar y cuatro de la harina. Batir con unas varillas, tapar con un paño y dejar que fermente unos 30 minutos.
Mientras tanto, aprovechar para cocer los huevos y dejarlos enfriar. No hace falta poner huevo a todas las monas, sobre todo si no somos muchos en casa o si vamos a congelar algunas de ellas. Estrujar con los dedos o un tenedor la ralladura de limón y naranja en el azúcar, para que suelten sus aromas. Mezclar con el aceite en un recipiente grande, añadir los huevos y batir con unas varillas.
Mezclar la harina con la sal y echar unas cuantas cucharadas a los líquidos, batiendo bien con las varillas. Agregar la masa de arranque, mezclar y continuar con el resto de la harina. Trabajar muy bien hasta tener una masa homogénea, húmeda pero que sea maleable, que se pueda despegar del cuenco sin quedarse pegada. Tapar y dejar reposar 30 minutos para que se trabaje mejor.
Pasado ese tiempo, amasar un poco para que quede más homogénea y suave. Colocarla en un cuenco limpio y tapar con plástico film. Dejar crecer hasta que doble su tamaño, entre 1 y 2 horas. Deshinchar y pesar para calcular el tamaño de las porciones que queramos sacar, o cortar la masa a ojo si nos da un poco igual que salgan más o menos grandes.
Bolear cada porción individualmente y dar forma alargada, ovalada, con el centro más gordito. Distribuir en dos bandejas forradas con papel sulfurizado y colocar los huevos en las que queramos, apretando con suavidad en el centro. Batir el huevo con un poco de leche y pintarlas. Dejar que crezcan hasta la mitad de su tamaño, unos 30-60 minutos.
Precalentar el horno a 200ºC. Volver a pintarlas con huevo y añadir azúcar por encima al gusto. Hornear bajando la temperatura a 180º pasados los primeros 5 minutos, y girando cada bandeja a mitad de la cocción para que se doren por igual. Cocer durante unos 15-17 minutos, tienen que quedar doraditas, y dejar enfriar sobre una rejilla.
Ha estado lloviendo, de forma constante y suave, desde ayer. Ahora la cosa se calma y apenas chispea, pero han sido dos días de lo más reconfortantes. Fresquito, humedad, aire limpio. Y por supuesto, he salido a correr por la mota del río, agradeciendo mi osadía al traerme el chubasquero en la maleta. Me encanta correr con lluvia suave, especialmente en entornos naturales, con la primavera recién estrenada. Pronto llegará el calor de golpe, pero estos dos días me han sabido a gloria. Igual que las monas.
Es muy difícil despegarse de la realidad, aunque debemos seguir nuestra rutina, sí que debemos ser conscientes de lo que hay a nuestro alrededor y echar una mano en la manera que podamos, cuando hace falta, claro que sí.
ResponderEliminarLas monas deliciosas, nos encanta esta receta
Un beso de las chicas de Cocinando con Las Chachas
Tenéis razón, no hay que vivir aislados de lo que ocurre en el mundo pero tampoco dejar que nos aterroricen y afecten a nuestras rutinas.
EliminarCon monas se lleva un poco mejor :) Gracias!
Te han quedado fantásticas, se ve una miga estupenda. Me guardo tu receta.
ResponderEliminarSaludos
Te han quedado fantásticas, se ve una miga estupenda. Me guardo tu receta.
ResponderEliminarSaludos
Me encantan. Son muy parecidas a las culecas del cristo de mi pueblo, con su huevo cocido dentro. Las haré para mayo, que aunque no soy muy de celebrar cosas, me da un puntito nostálgico cuando llega el día del cristo y lo recuerdo en mi infancia...
ResponderEliminarLo de los refugiados... vergüenza me da ser europea a estas alturas de la película. Como cantan Lendakaris muertos en su último disco "Refugees welcome, sí pero en mi casa no", no podrían estar más en lo cierto.
Culecas! Me encanta esa palabra. Jo, hay tantísimas recetas típicas repartidas por los pueblos de nuestro país que todavía me quedan por conocer... Aunque muchas se parezcan entre sí (es inevitable compartir raíces), me encanta descubrir dulces y platos tradicionales de otros sitios :).
EliminarCuánta verdad en ese verso... ains.
Todavía no he probado de hacer monas de Pascua, qué ricas y qué vistosas! Lo del huevo me hace mucha gracia cada vez que lo veo, se lo enseñaré a mi hijo.
ResponderEliminarEs una pena, las noticias, la realidad, el día a día, duele, llorar ante las noticias se ha convertido en un ritual, lo lamento, lo que podemos hacer lo hacemos pero se podría hacer mucho más. Para más dolor, hoy sucede lo de Bruselas, estoy sin voz.
Besos guapa
Para mí es tan habitual ver las monas con su huevo que nunca me planteé que en otros sitios es algo raro, jajajaja. Las pequeñitas con su huevo de codorniz también son muy ricas, mejor para los peques :).
EliminarCómo me gustan las recetas de las festividades! Sobre todo, para conocer las de las distintas provincias. Tengo que probar estas monas que te quedaron de rechupete! ;)
ResponderEliminarUn besote!!
A mí también me encanta! Es una de mis cosas favoritas de la cocina, esas recetas típicas de cada lugar, con sus tradiciones y sus costumbres, tienen un encanto especial :).
EliminarAquí otra madrugadora gracias a su amigo peludo jajaja Pero en mi caso es a las cinco y media, luego me deja dormir hasta que suena el despertador y mientras yo desayuno el se pega una siesta a mi lado jajajaja Qué bien viven! las monas geniales, también son de mis dulces favoritos.
ResponderEliminarbesos
Si es que así cualquier se pega madrugones, no saben nada estos peludos de cuatro patas! Con el cambio de hora mi gato ya madruga más, me temo que el domingo estaré levantada antes de las 6, seguro, jajaja.
Eliminarqué riquicioso!!!
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