En casa nos encantan las mermeladas y por eso la última vez preparé mermelada de ciruela claudia, con un buen cargamento de esta fruta de nuestro puesto de confianza del mercadillo. Lo que más me gusta a la hora de hacer conservas es aprovechar productos de temporada recolectados por nosotros o que nos hayan regalado, así que cuando mi suegra vino con una bolsa llena de manzanitas, obsequio de algún paciente, sabía que tenía que usarlas.
Se supone que es el mes para envasar los productos de verano de cara al invierno, pero nuestras conservas de tomate y mermeladas de frutas estivales ya las preparamos en agosto. Yo tengo el cuerpo ya otoñal desde hace semanas y me pareció una buena idea preparar una compota combinando dos de mis productos favoritos: las manzanas y la calabaza. Con un toque de canela, por supuesto.
Las cantidades son un poco a ojo, ya que usé una calabaza entera que todavía me aguantaba desde el año pasado, y unas cuantas manzanitas. El punto dulce dependerá del gusto de cada uno y de la acidez de las manzanas, pero recomiendo no usar mucho azúcar para no perder el sabor de la materia prima. La textura de la calabaza y manzana combinadas es cremosa y suave una vez bien cocidas y trituradas.
Receta de compota de calabaza y manzana
Ingredientes para unos 3 tarros
- 1 calabaza tipo butternut grande (aproximadamente 750 g pelada y despepitada)
- manzanas de temporada (mejor ácidas, unos 350 g)
- unos 200 g de azúcar moreno
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 1-2 ramas de canela
- 1 pizca gorda de sal
- agua necesaria
Lavar y pelar la calabaza y las manzanas. Trocear en piezas no muy grandes, desechando las semillas. Colocar en una olla amplia y mezclar bien con el resto de ingredientes. Encender el fuego y llevar a ebullición, removiendo bien. Añadir 1/2 vaso de agua, tapar y dejar cocer a fuego medio-bajo.
Ir removiendo de vez en cuando, vigilando que no quede muy seco el fondo de la olla. Dejar cocer hasta que la calabaza y la manzana estén casi deshechas. Yo lo tuve alrededor de 1 hora, a fuego bajito.
Retirar las ramas de canela y triturar con una batidora, o chafar con una espátula si se prefiere una consistencia menos suave. Si se tritura se consigue una textura cremosa muy agradable, para mi gusto.
Envasar en tarros bien limpios, esterilizados en el horno previamente o listos para esterilizar después de llenarlos, en una olla con agua hirviendo. En un recipiente abierto aguanta muy bien en la nevera.
No os perdáis las entradas de mis compañeras de Ventanas Verdes, tenemos opciones para hacer conservas de todos los tipos. Además damos la bienvenida a Anita de Ciudadana B, que se ha unido a nuestras ventanas :).
Y para aprender más sobre el mundo de las conservas os recomiendo la última publicación de Secocina, una guía muy completa con todo lo que se necesita para preparar conservas caseras.