Viajando: Florencia y Toscana

Hoy he rescatado las fotos del viaje a la Toscana italiana en el verano de 2003. Estuvimos una semana alojados en Pentolina, una maravilla de lugar, y pudimos visitar las ciudades cercanas además de varios pueblos pequeñitos pero absolutamente encantadores. En tan poco tiempo no se puede ver todo ni mucho menos (ni siquiera la mitad de las cosas que me gustaría de Florencia) ¡tengo que -necesito- volver!.
Bueno, no creo que vaya a descubrir nada nuevo con las imágenes gastronómicas que saqué (lamento la calidad, era una cámara mala) ya que se puede decir que tomamos lo típico que toma un turista, pero creo que merece la pena repasar esta pequeña parte de la increíble gastronomía italiana. Por suerte tenemos a Cannella para descubrirnos y maravillarnos con nuevos sabores ;)

En Pentolina no paraban de organizar actividades para los clientes. Una tarde a la semana es la "Pizza Party", donde se pueden probar unas pizzas deliciosas hechas en horno de piedra; creo que son las mejores que he tomado nunca. Fueron tres: con salami, calzone de setas y cuatro quesos.






Cuando visito una ciudad nueva siempre me gusta ir al mercado, son lugares donde puedes ver la auténtica vida del lugar y descubrir muchas cosas. Este es el mercado de Florencia.









Variedad de postres típicos italianos en la Trattoria Alfredo, una de tantas de Florencia, en la que se come puede comer bien y en grandes cantidades con menús baratos y un servicio muy eficiente que sabe moverse bien un local hasta arriba de turistas.





Variedad de pastas, setas desecadas y chianti en una tiendecita de San Gimignano.




La última noche salimos a cenar a un restaurante estupendo de un pequeño pueblo cerca de Pentolina, pero desgraciadamente he olvidado el nombre y la ubicación exacta. Mi cena consistió en un delicioso antipasti de queso de cabra con distintas especias, un tremendo plato de tagliattele con setas, pollo en salsa de trufa (muy muy bueno) y una tarta de almendras rellena de crema de postre. Por desgracia por entonces aún no era tanto la loca que hace fotos a la comida y sólo tomé una imagen -mala- del antipasti.




Y por último no podía dejar de nombras los absolutamente deliciosos helados italianos. Con una variedad inmensa de sabores a cada cual más irresistible, son una de mis tentaciones más inevitables, en verano o en invierno, haga frío o haga calor, de postre o merienda... ¿Cuántos sabores podéis distinguir en estas fotos? ¿Cuál es vuestro sabor preferido? Yo últimamente me decanto por los de frutas ^_^