Es tiempo de galletas: Espresso-Guetzli

De nuevo en Murcia, aunque en unas horitas vuelvo a Madrid, por poco tiempo. ¡Qué follón de viajes tengo! Y no quejo en absoluto :).

Bajo un cielo muy gris y muy lluvioso, ayer sábado despegó nuestro avión (o lata con alas, según se vea) temprano por la mañana. El tiempo no nos ha acompañado demasiado durante estos días, únicamente el jueves no vimos agua caer, pero no ha importado. Hacía tiempo que quería ver Suiza bajo condiciones climáticas tan distintas a las de verano; lugares que me son tan familiares se ven muy distintos en el ambiente ya casi invernal, con la Navidad impregnándolo todo, la escasa luz solar, el viento frío, la vegetación preparada para las bajas temperaturas... El fuerte contraste entre las estaciones se nota mucho en una región como Suiza, y más cuando no se ha vivido la suave transición del estío al invierno.

Dedicaré un par de entradas al viajecito, faltaría más, pero antes de liarme a elegir y editar fotografías, vamos con una nueva receta. Y como no podía ser menos, son unas galletas navideñas suizas, una variedad que nunca había probado, pero que me temo pasarán al repertorio habitual. Aproveché la ocasión del Amigo Invisible para enviarle una cajita llena de estas pequeñas delicias a Morenisa, y por lo que me ha contado en su casa gustaron mucho :-). Tienen un gran aroma y sabor a chocolate pero sin empalagar, de textura más suave recién hechas, y más crujientes a medida que pasan los días, ¡si es que duran!

- 100 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente

- 100 gr de azúcar

- 2 cucharaditas de azúcar vainillado

- 1 pizca de sal

- 1 cucharada de café instantáneo

- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar

- 1 huevo L

- 75 gr de chocolate negro, finamente picado

- 50 gr de almendra picada, ligeramente tostada

- 150 gr de harina de repostería

- 1 cucharadita de levadura química

Batir la mantequilla con el azúcar en un recipiente mediano hasta que quede cremoso (se puede mezclar a mano con una espátula, pero la mantequilla debe estar bien blanda). Añadir el azúcar vainillado, la sal, el café, el cacao en polvo y el huevo, y mezclar; incorporar el chocolate picado y la almendra. Añadir por último la harina y la levadura, mezclando bien hasta conseguir una masa homogénea. Dejar enfriar unos 15 minutos en la nevera para que sea más manejable.

Precalentar mientras el horno a 180ºC y preparar un par de bandejas.

Tomar pequeñas porciones de masa con las manos limpias y formar bolitas de aproximadamente el tamaño de una nuez. Colocarlas en las bandejas, separadas por un par de centímetros. Dejar enfriar en la nevera unos 15 minutos. Hornear, una bandeja cada vez, a media altura, durante unos 8-10 minutos. Esperar unos minutos fuera del horno y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de guardarlas en recipiente hermético.

Se pueden dejar tal cual, decorar con chocolate fundido, azúcar glas tamizado, almendras garrapiñadas... al gusto.

Pido disculpas adelantadas a todos los que dejáis comentarios, y a todos los que publicáis tantas cosas fantásticas estas fechas, porque estos días voy a estar fatal de tiempo. Tengo mil cosas que hacer y en nada ya vuelvo a coger un tren de regreso a Murcia (arg, me estoy estresando sólo de pensarlo), así que, mil perdones si no dejo tantos comentarios como me gustaría, o si tardo en responder a algún mensaje. Pero bueno, a ver si me organizo bien, que no soy la única que irá de cabeza estas semanas ;-).