Retomamos el viaje a Suiza del pasado verano.
Nuestra estancia se suele organizar en torno a las visitas que hacemos a familiares y amigos, y dependiendo del tiempo y alojamiento que nos puedan dar. Pero siempre nos reservamos días para nosotros, para permitirnos ser unos turistas más y visitar distintos lugares que esconde este precioso país. Es pequeñito y ya lo he visitado un montón de veces, pero aún me queda mucho por ver.
Esta vez sugerí regresar a un lugar al que me llevaron cuando mi hermano y yo éramos aún muy pequeños: el Freilichtmuseum Ballenberg, el Museo al aire libre de Ballenberg. Se trata de un gran espacio al aire libre por el cual se han colocado diferentes casas tradicionales de la historia de Suiza, organizando la visita por las zonasdel país (Ticino, Alpes....). Los hogares son reales, casas recuperadas, trasladadas por piezas y restauradas, recreando el interior con muebles y objetos para mostrar cómo era (y en algunos casos aún es) la vida tradicional suiza. Además hay espacios más musealizados, con explicaciones y fotografías, muchos animales de granja y empleados vestidos con ropas típicas que realizan trabajos típicos y enseñan al público cómo se hace/hacía queso, pan, sombreros, talla de madera, medicinas, forja, etc.
El lugar además es precioso, es un placer simplemente pasear por allí, entre prados, bosques y jardines, por lo que recomiendo ir con buen tiempo. Al final del día acabas habiendo dado una buena caminata, pero se disfruta mucho (y puedes llevarte a tu perro si quieres).
Este chico elabora queso de forma artesanal, con unos métodos que muchos queseros suizos siguen utilizando ellos mismos en sus granjas de la montaña. Puedes probar además el queso en sus distintas fases.
Este chico elabora queso de forma artesanal, con unos métodos que muchos queseros suizos siguen utilizando ellos mismos en sus granjas de la montaña. Puedes probar además el queso en sus distintas fases.
Utensilios tradicionales para la elaboración repostera casera; en el recipiente pone "Harina" (Mehl).
El taller del artesano elaborador de sombreros.
Mis padres y mi hermano pidieron lo mismo: dos buenas salchichas con su ración de patatas a la crema.
La carta de postres rara vez defrauda en un restaurante suizo (salvo por el precio). Varios dulces, merengue, mucha fruta natural, copas que combinan fruta, helado, licores...
Como en todos los sitios visitables o turísticos del país, hay muchos puntos que se ofrecen para hacer picnic; a los suizos les encanta el picnic (y jamás he visto a nadie dejar después un solo papel sin recoger, por cierto). Sobre todo si van con niños, y la verdad que es la manera más sencilla y barata de solucionar el almuerzo cuando se sale fuera; hace años nosotros lo hacíamos a menudo.
Pero si prefieres que te sirvan un buen plato caliente, hay tres restaurantes en el parque, dentro de también edificos tradicionales recuperados. La carta puede variar, a veces no es muy extensa (algo comprensible, puesto que ofrecer un largo menú en un parque así no es muy rentable) pero muy satisfactoria, con platos típicos suizos en buenas raciones y calidad. Y algo importante para mi: opción vegetariana!
Mis padres y mi hermano pidieron lo mismo: dos buenas salchichas con su ración de patatas a la crema.
Mi comida: un arroz de grano pequeño y suelto con varias verduras y salsa de soja. Parece simple y soso, pero estaba delicioso! En serio, además de la soja tenía un sabor increíblemente bueno que no logré identificar, pero me hizo dejar el abundante plato limpio. Y siempre me encanta encontrar buenos tirabeques, que no suelen abundar por Murcia.
La carta de postres rara vez defrauda en un restaurante suizo (salvo por el precio). Varios dulces, merengue, mucha fruta natural, copas que combinan fruta, helado, licores...
En la salida hay una tienda de regalos con gran variedad de productos, no sólo los típicos souvenirs sino también cosas gastronómicas y otros objetos. Y también hay una tienda de chocolates con un mostrador pecaminoso lleno de trufas y bombones que elaboran allí mismo. El olor a chocolate que te envuelve nada más entrar es peligroso ;P
Y bueno, no puedo más que recomendar la visita, a no ser que se prefieran emociones más fuertes. Pero es un lugar muy agradable y se aprenden cosas también. Y el mismo entorno del museo es una maravilla; está situado en pleno centro del país, en una zona popular para el turismo llamada Haslital Brienz-Meiringen-Hasliberg, cerquita de Interlaken. Recomendable perderse un poco por los alrededores :-)
Precioso el reportaje, las fotos , lo que nos cuentas....bufff ahora mismo me iria a Suiza...estuve una vez y la verdad es que guardo un muy buen recuerdo.
ResponderEliminarbesos
Gracias por tu esplendido reportaje, cuando vaya a Suiza lo tendré en cuenta!!!
ResponderEliminarCuantos recuerdos me has traido a la mente, hace dos años fui a Suiza y estoy prendada de ella, volveré para seguirla conociendo e ir a este lugar que nos comentas hoy.
ResponderEliminarBesos.
La segunda vez que visitamos Suiza, descubrimos Ballenberg, volviendo de la Jungfrau unos Suizos nos lo comentaron y fuimos a ver el open-air museum, genial. Todo el día estubimos allí y aprendimos mucho sobre suiza, su economia rural y su manera de vivir.
ResponderEliminarPerderse por los alrededores de Interlaken merece la pena :)
Qué bonita visita :) Y preciosas fotos!
ResponderEliminarsaluditos
Ay madre! Este sitio es precioso, menudo paisaje, menudas casas...
ResponderEliminarY seguro que la casita de "farmacia" olía genial con tantas esencias.
Desde luego cuando viajas a algunos países que están tan cuidados y limpios te das cuenta de lo guarra que es la gente aquí en España tirando todo al suelo, es una pena.
Nos tendremos que conformar con ver Suiza de momento gracias a tus fotos.
Un beso!
Me tienen maravillada las fotos y las explicaciones que has puesto.
ResponderEliminarEs un paraíso.Tengo muchas ganas de conocer toda esa zona, tienes suerte!jeje ;)
Que delicia de postres.. y la educación igualita que aquí( ironía jeje) vamos...
Me gusta mucho el reportaje Liliana!Muak!
Si lo llego a saber, me traes una ramita de cada una de esas plantitas medicinales de las que hablas!!!!!
ResponderEliminarLos platos, de lujo. Me encantan este tipo de viajes.
Enhorabuena.
Besitos desde Castellón.
Precioso lugar y preciosas fotos.
ResponderEliminarBesos.
Qué sitio tan bonito y tan instructivo. Yo visité un lugar semejante en la Selva Negra y fué una verdadera gozada, hay que ver cómo cuidan sus tradiciones, sus pueblos, sus paisajes, qué diferente de la fiebre destructora que hay por aquí.
ResponderEliminarUn besico.
Como siempre, da gusto visitarte!!!!
ResponderEliminarEstoy preparando mi agenda y tomando nota de lo que puedo encontrar en los sitios que me interesaría visitar.
Gracias por tus consejos y tus fantásticos reportajes!!!!
Eres una estupenda guia turística!!
Besitos,
IDania
Un reportaje precioso, dan ganas de ir solo con verlo.
ResponderEliminarLas fotos estupendas.
Besos
Que bonito, me ha encantado, tendré que ir algún dia... me encanta viajar y suiza es uno de los sitios que no quiero perderme
ResponderEliminarUn beso guapa
Precioso... la verdad es que Suiza es alucinante. Y a mí me encantan todos estos rollos etnográficos.
ResponderEliminarQué sana envidia me dás. Ya no solo porque Suiza debe ser una verdadera maravilla, sino porque tienen el buen sentido de conservar sitios como este donde no solo puedes pasar un día fabuloso recorriéndolos, sino que también aprendes cosas interesantísimas.
ResponderEliminarGracias por compartirlo con nosotros.
Un abrazo.
Preciosas fotos y maravillosas palabras!!Se nota que disfrutaste!!
ResponderEliminarUn besazo guapísima y buen finde!
Vanesuky.
Vaya reportaje más majo; en lugar de Suiza dices que es Austria, y yo, una hija en adopción me lo creo; que parecidas son! jajaja, me chifla así me meto más en tu historia;-P
ResponderEliminarBesos
Hola Liliana. ¡Excelente artículo! Muy entretenido y con mucha información. Voy para allá en octubre, ¿cuánto tiempo me recomendarías dedicarle a Ballenberg?
ResponderEliminarMuchas gracias de antemano.