[Actualización] Con los años he ido mejorando la receta y ahora siempre hago esta versión más elaborada. Requiere dedicarle más tiempo y un poco más de paciencia, pero el resultado es más tierno y sabroso, y merece mucho la pena.
La
Navidad se acaba... menos mal que para despedirla como es debido tenemos el delicioso y tradicional roscón :) Bueno también están los regalos claro, lo malo es que en mi casa hace ya tiempo que sólo regalamos en Nochebuena, así que el día de hoy se limita a este fantástico dulce.
El
roscón de reyes, en contra de lo que muchos creen, no es algo exclusivo y genuino español. Al parecer su origen más remoto se podría remontar a alguna festividad romana, aunque yo creo que poco se puede parecer ya a lo que cocinaban por entonces. Algunos hablan de que su promotor fue el rey Luis XV de Francia, cuyo cocinero eslavo quiso agasajar escondiendo un medallón e el interior de un dulce. Se dice que lo trajo a España Felipe V y que fue en Cataluña donde se comenzó a preparar con figuritas dentro en lugar de la moneda que usaban entre la aristocracia europea. En cualquier caso, el roscón se ha convertido en un dulce especial y

tradicional en diferentes países católicos asociado a la Epifanía. En Portugal existe el
Bolo Rei, algo distinto en cuanto ingredientes incluyendo nueces; los franceses elaboran el
Brioche des Rois, muy similar al nuestro. También existe en países como Suiza, o al otro lado del Atlántico, por ejemplo en México. El original debe hacerse sin ningún relleno, aunque hoy en día existen tantas variantes posibles como gustos: roscón con nata, chocolate, trufa, crema pastelera...
Como comenté hace unas semanas, este año he querido tomar mi propio roscón hecho en casa ^^ Tras unos experimentos previos y mirar varias recetas, he dado con una proporción de ingredientes que da el resultado perfecto (a gusto personal claro). No es muy
difícil, pero requiere mucha
paciencia, nada de prisas, ponerle ganas y respetar bien los tiempos de levado. Os aseguro que merece la pena intentarlo, sabe muchísimo mejor que uno comprado, sobretodo por la satisfacción de haberlo hecho con tus propias manos, y es un regalo estupendo. Esta vez he hecho cuatro roscones, y preveo que el año que viene caerán unos cuantos más :P
Estos ingredientes dan para un roscón bastante bastante grande, yo hice de la masa uno grandecito y otro más pequeño para regalar; se puede probar con la mitad de ingredientes.
- 650 g de harina de fuerza
- 250 ml de leche tibia
- 25-30 g de levadura fresca
- 120 g de azúcar
- 120 g de mantequilla ablandada
- 2 huevos y 1 yema
- 10 g de sal
- 2 y 1/2 cucharadas de agua de azahar
- 2 ó 3 cucharadas de ron
- piel rallada de 1 limón grande y 1 naranja
Para decorar:
- frutas escarchadas al gusto
- azúcar
- 1 huevo batido
- figuritas horneables
Primero elaboramos la masa de arranque. Para ello en un cuenco mezclamos una parte de la leche (tibia) con dos o tres cucharadas de harina y la levadura desmenuzada. Tapamos y dejamos entre min. y una hora que fermente.
Tamizamos la harina en un bol amplio y comenzamos a incorporar todos los ingredientes, incluida la masa fermentada, dejando la mantequilla para el final. Cuando esté homogéneo enharinamos una superficie lisa y también nuestras manos y amasamos bien con energía unos 10 o 15 minutos. Es posible que necesitemos añadir más harina, pero cuidado porque debe quedar ligeramente pegajosillo, pero no pringoso. El punto justo para que se pueda trabajar sin perder masa por todos lados.
Después debemos poner la masa en una bandeja o un bol enharinado tapada con uno o dos paños húmedos, y dejar por lo menos dos horas que fermente en un lugar cálido sin corrientes.
Cuando haya crecido deshinchamos la masa y volvemos a amasar un poco. Entonces ya podemos formar el roscón a nuestro gusto (el agujero que hagáis se hará mucho más pequeño al final) y ocultar en la masa las figuritas. También podemos decorarlo ya con las frutas y pintarlo un poco con el huevo batido. De nuevo lo tapamos y dejamos alrededor de una hora que doble el volumen. Un buen truco es colocarlo dentro del horno previamente calentado a 50º C y apagado.
El paso final: volver a pintar con el huevo, decorar con azúcar y hornear a media altura en el horno precalentado a 180º C entre 20 y 25 minutos. Dejar enfriar totalmente y guardar tapado, aguanta tierno varios días.
Riquísimo fin de fiestas ^_^