En estas semanas de transición hacia el otoño absoluto -en Murcia seguían superando los 30ºC, no lo echo de menos, gracias- tenemos una gran variedad de ciruelas disponibles, pero a mí las que más me gustan son, cómo no, una variedad típica de Centroeuropa, llamada Zwetschge.
Cuando la señora de nuestro puesto del mercadillo me enseñó las que tenía hace un par de semanas me emocioné y me llevé 2 kg. Sólo yo como ciruelas en casa. Y no tengo sitio en la despensa para más conservas ahora mismo. Así que, además de pegarme un buen festín, aproveché para tunear una receta de tarta que había visto vagando por la red.
La verdad es que fui improvisando sobre la marcha, ajustando ingredientes según me parecía. Cambié las almendras por avellana ya molida, parte de la harina por harina de avena, reduje muchímo la cantidad de azúcar y ajusté a ojo la mantequilla*. Como sólo tenemos que conseguir una base sólida pero húmeda, se puede jugar mucho con ingredientes y cantidades. Echad un ojo a la original que tiene muy buena pinta.
* En realidad es I can't believe is not butter, traída del supermercado inglés que hay cerca de nuestra casa de campo en Murcia. Y la harina de avena son copos trituados con la picadora.
Tarta de avellana y ciruelas con arándanos
Receta adaptada de The Bojon Gourmet
Ingredientes para un molde rizado de unos 18-20 cm
- 50 g de avellana molida
- 75g de harina de avena
- 20 g de harina
- 40 g de azúcar moreno
- 1 pizca de sal
- 1 huevo L
- 3 cucharaditas de mantequilla, margarina o equivalente sin lactosa
- 1/4 cucharadita de esencia de almendra
- 5-6 ciruelas
- arándanos (opcional)
- azúcar moreno extra
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde de tarta rizado, o cubrir el fondo con papel sulfurizado (mi opción).
Colocar en una picadora o procesador de alimentos la avellana molida, las harinas, el azúcar y la sal, y pulsar el botón unos segundos. Añadir el huevo, la mantequilla y la esencia, y triturar todo junto hasta formar una pasta. Ajustar la cantidad de mantequilla/harina hasta tener una textura húmeda pero no muy pegajosa.
Forrar el fondo del molde con la masa, usando las manos para apretar bien y dejar una base homogénea sin huecos. Cortar las ciruelas, lavadas y sin hueso, en cuartos, y distribuir por la masa en círculos concéntricos. Añadir arándanos en los huecos si se desea, y repartir un poco de azúcar moreno por encima.
Hornear durante unos 45 minutos, vigilando que no se queme la fruta, aunque soltarán sus maravillosos jugos, caramelizándose con el azúcar. Dejar enfriar antes de extraer del molde y servir, como haría Paula, con buen helado casero (opcional pero recomendable).
Liliana te ha quedado una tarta deliciosa que se come por los ojos!! a mi me encanta todos los ingredientes que has utilizado y las ciruelas también es mi fruta favorita!! Me encanta el otoño!! Con tu permiso me llevo esta rica y deliciosa receta que aunque me la haga para mí, porque en casa no son muy de ciruelas, esta vez si que me la hago!!!
ResponderEliminarUn beso.
Tenemos gustos muy parecidos!! :) Es que hornear en otoño es genial ^_^
EliminarLa tarta no queda demasiado dulce porque yo quería que se notara mucho el sabor de la avellana de la base, y las ciruelas ya estaban maduritas y muy dulces por sí solas, así que no quise poner mucho azúcar. Echa un vistazo a la receta original también y adapta a tu gusto ;).
Muchas gracias!
Aaalucinante!! Pues yo tengo un problema con la fruta de otoño... las manzanas me cansan y en los postres no me convencen, las ciruelas tampoco me entusiasman, los caquis no me van... :'( menos mal que este año los higos se han atrasado y nuestra higuera aún está cargadísima :D
ResponderEliminarUn beso!
Se ve deliciosa y super sana, Bssss y buenas noches.
ResponderEliminarTiene un aspecto sensacional, que buena tiene que estar con lo que me gusta a mí este tipo de tartas, una receta estupenda, me ha gustado mucho , muchos besos
ResponderEliminarMi querida amiga, has hecho una tarta maravillosa, creo que lo que has tuneado le va de maravilla, la pinta no puede ser mas buena, yo tambien tengo en la nevera los ultimos melocotones, ahora a tomar frutas de otoño que son tambien ricas, pero me gustan mas las del verano. Mil besicos cielo
ResponderEliminarYo también estoy emocionada con los nuevos productos de temporada, me encanta pasear por los mercados y verlos inundados de setas de todos los tipos y colores.... ¿Y las castañas? Aún se resisten pero ya se ven algunas... Me encanta el otoño!
ResponderEliminarTu pastel me parece que es otoño en estado puro y me encanta! Te ha quedado muy bien el tuneo jeje
ResponderEliminarUn besito
Eso de tunear las recetas es algo que los cocinillas hacemos mucho..además demuestra que tenemos gracia e imaginación :)..adoro las frutas de invierno, las manzanas en especial y todas las tartas que se pueden hacer con ellas...con esta te luciste mi preciosa Liliana tuneadora ;)
ResponderEliminarmiles de cariños desde las islas!!!!!!!!!!!
Por partes.
ResponderEliminarPinta que te mueres, ¡¡yo quiero desayunar contigo!! Y qué molde más cuco, que le va al pastel que ni pintado.
Las ciruelas creo que las vi este veerano, así que parecían más bien uvas gigantonas, nada, ni las probamos, yo voy a los Sprechen y no puedo dejar de comprar fresitas enanas y frutas silvestres.
Harina de avena, he descubierto que soy tan adicta, que ni me paro a pensar en lo que estoy pagando (donde yo la compro) por menos de un kilo de harina.
A ver, a ver, el I can't believe ese, ¿¿no es margarina?? ¿¿Qué es?? ¿¿Qué tiene?? ¿¿Por qué tu vida es tan asquerosamente perfecta que cerca de tu casa de campo hay un supermercado inglés?? ¿¿Por qué yo solo tengo un kioskero internacional y no un supermercado??
En serio, pasa de mí para todo lo demás, ¡¡pero háblame de la cosa esta!! La he visto en blojs americanos, y me intriga.
PD: Va, luego he leído que tu harina de avena es hecha en casa, ¡chica lista!
PPD: The bojon gourmet, ¡¡¡me encaaaaaaaaaaaanta!!!