Llevo unos días algo extraños. Primero porque me cuesta acostumbrarme a sumar una cifra más a mi edad (no asocio el número 23 aún conmigo, para cuando me acabe acostumbrando se acercará el cumpleaños siguiente) pero también porque me he dado cuenta de que ha volado otro mes. Ya es mayo. Encima se me echan trabajos, exámenes y una graduación (estresante de organizar, pobres delegados de mi clase). Y encima el tiempo no ayuda; de pronto hace calor-calor (pasar de tomar apuntes con las manos heladas a de repente estar sudando en clase llevando manga corta, choca) pero además, hemos tenido nubes traicioneras que sin aviso ninguno han soltado chaparronazos estos días, breves pero fuertes. El jueves por ejemplo, hacía un tiempo estupendo así que salí a tomar un helado con una amiga (bendita heladería que ha sacado un sabor de chocolate PURO, sin leche ni nata ni nada parecido; delcioso). Pues bien, sin que el bochorno se fuera, de repente nos vimos empapadas hasta los huesos.
Y que tengamos un fin de semana largo no me ayuda a salir de este atolondramiento que tengo encima; los días festivos me descolocan la rutina (aunque se agradecen). Y el mundo parece que está dividido entre la histeria colectiva/escepticismo pasota ante la nueva gripe. Aunque España hoy está más pendiente de cierto partido de fútbol. Uf, me da igual todo...
Días festivos como el de ayer vienen bien para aislarse un poquito del exterior y reencontrarse con uno mismo y pequeños placeres. En mi caso nunca falla la combinación dulce casero+taza con algo reconfortante+buen cine. Aunque ahora estoy encontrándome con el neorrealismo italiano y no se puede decir que tras visionados como el de Berlín año cero me sienta con ganas de fiesta precisamente. Menos mal que tengo a mano mis DVDs de Monty Phyton para renovarme los ánimos.
Y unas pastitas a mano nunca vienen mal.
Es una receta adaptada de otra que vi en algún blog que no recuerdo (mil perdones). Ligeras, crujientes, aromáticas. Aunque quizá resulte algo extraña su textura, hay que recordar que no son galletas de mantequilla. Pero están ricas.
Y que tengamos un fin de semana largo no me ayuda a salir de este atolondramiento que tengo encima; los días festivos me descolocan la rutina (aunque se agradecen). Y el mundo parece que está dividido entre la histeria colectiva/escepticismo pasota ante la nueva gripe. Aunque España hoy está más pendiente de cierto partido de fútbol. Uf, me da igual todo...
Días festivos como el de ayer vienen bien para aislarse un poquito del exterior y reencontrarse con uno mismo y pequeños placeres. En mi caso nunca falla la combinación dulce casero+taza con algo reconfortante+buen cine. Aunque ahora estoy encontrándome con el neorrealismo italiano y no se puede decir que tras visionados como el de Berlín año cero me sienta con ganas de fiesta precisamente. Menos mal que tengo a mano mis DVDs de Monty Phyton para renovarme los ánimos.
Y unas pastitas a mano nunca vienen mal.
Es una receta adaptada de otra que vi en algún blog que no recuerdo (mil perdones). Ligeras, crujientes, aromáticas. Aunque quizá resulte algo extraña su textura, hay que recordar que no son galletas de mantequilla. Pero están ricas.
- 60 gr de harina
- 1 y 1/2 cucharaditas de maizena
- 1/4 cucharadita de sal
- 100 gr de azúcar
- 2 claras de huevo grandes
- 3 cucharadas de aceite de girasol
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/2 cucharadita de extracto de almendra
- semillas de amapola
Precalentar el horno a 150ºC. Engrasar o cubrir con papel de cocina dos bandejas de horno.
En un bol, batir las claras (mejor si están a temperatura ambiente), el aceite, las esencias y el azúcar, sólo hasta que empiece a espumar. Tamizar encima juntos la harina, maizena y sal. Con una espátula o cuchara de madera, mezclar con movimientos suaves hasta formar una masa homogénea, sin grumos ni burbujas. Debe quedar muy viscoso, casi líquido.
Con ayuda de una cucharilla, verter pequeñas porciones con cuidado sobre las bandejas, dejando algo de espacio entre unas y otras. Yo llené la cucharilla al raso y la dejé verter con cuidado cada vez; al ser tan líquida la masa se expande hasta formar porciones muy planitas. Se pueden dejar tal cual o dar un toque de semillas de amapola.
Introducir en el horno durante aproximadamente 15 minutos; mejor vigilarlas bien hasta que estén doradas porque los bordes se tuestan enseguida. Dependiendo del tamaño se harán antes o después. Ante la duda: meter primero una sola unidad para ver cuánto aguanta.
Esperar unos minutos al sacarlas del horno; dejarlas enfriar sobre una rejilla y guardar en un recipiente hermético.
En un bol, batir las claras (mejor si están a temperatura ambiente), el aceite, las esencias y el azúcar, sólo hasta que empiece a espumar. Tamizar encima juntos la harina, maizena y sal. Con una espátula o cuchara de madera, mezclar con movimientos suaves hasta formar una masa homogénea, sin grumos ni burbujas. Debe quedar muy viscoso, casi líquido.
Con ayuda de una cucharilla, verter pequeñas porciones con cuidado sobre las bandejas, dejando algo de espacio entre unas y otras. Yo llené la cucharilla al raso y la dejé verter con cuidado cada vez; al ser tan líquida la masa se expande hasta formar porciones muy planitas. Se pueden dejar tal cual o dar un toque de semillas de amapola.
Introducir en el horno durante aproximadamente 15 minutos; mejor vigilarlas bien hasta que estén doradas porque los bordes se tuestan enseguida. Dependiendo del tamaño se harán antes o después. Ante la duda: meter primero una sola unidad para ver cuánto aguanta.
Esperar unos minutos al sacarlas del horno; dejarlas enfriar sobre una rejilla y guardar en un recipiente hermético.
Pues tienen muy buena pinta... yo tengo semillas de amapola y no para que las compré y ahí se están muriendo de la risa en la despensa... tus galletas me gustan a ver si las hago..
ResponderEliminarUn beso cariño
Me encanta la pinta que tiene, así que me apunto la receta y la coloco con las recetas pendientes...
ResponderEliminarGracias por compartir.
Besitos,
IDania
La verdad es que este tiempo nos vuelve a todos locos!! Pero creo que has encontrado la manera de compensarlo!!
ResponderEliminarbesitos
Hola guapa , acabo de dar un paseito por tu cocina..... y que quieres que te diga , me ha encantado... colores olores sabores todo esta ....
ResponderEliminarLas semillas de amapola dan un gustito muy bueno... las suelo poner en los panecillos , y me gusta la idea de ponerlas en unas galletas... voy a volver a leerme la receta de unas fresas que vi mas abajo....
Peor es acostumbrarse a otras cifras, te lo aseguro, jaja.
ResponderEliminarTus galletas me parecen de lo más atractivas. Creo que ya te lo he dicho en otra ocasión, pero soy una fanática de todo lo que lleve semillas de amapola.
Besitos sin gluten
Ah!!! el tiempo, loco, loco....
ResponderEliminarPero las pastitas te han quedado buenísimas, me encanta el sabor que les da las semillas de amapola...
Besos...
Hola, esas galletitas estan maravillosas, me dan ganas de robarte una!
ResponderEliminarquiero mandarte suerte con los examnes: un tironcito mas como decia mi madre.
y feliz cumple, no?
besos y linda semanita!
an
Y porqué se me hacía a mí que tu tenías mucho mas??, eres una niña! y ya tan buena en la cocina...tus raices serán???
ResponderEliminarLas galletas son mi perdición y ademas ese panorama me encanta, pero como que tiene que ser con algo dulcecito, no?
Exquisitas deben estar y con la amapola mejor aún.
Besos y buena semana!
Acabo de llegar en tu cocina, y me gusta.. Esas galletas con semillas me encantan y, con tu permiso, me llevo la receta. Hasta pronto
ResponderEliminarAcabo de llegar en tu cocina, y me gusta.. Esas galletas con semillas me encantan y, con tu permiso, me llevo la receta. Hasta pronto
ResponderEliminarQue faciles son esas masitas y deben queda riquisimas, siempre me gusta probar todo tipo de masitas asi que las anoto y despues te cuento. y si las subo al blog te hago los honores, te parece. Besos
ResponderEliminarNidia de www.recetassimples.com
Jejeje, tengo ¡1 kilo! de semillas de amapola preparadas para un cake. Ahora ya tengo otra receta para usarlas.
ResponderEliminarY si cuando estás un poco "alicaída" no tienes bastantes DVD de los Monty, me pides, los tengo casi todos (creo) :-))
Hasta luego, "madurita" de 23...