Bizcocho de arándanos

Parece que por fin el otoño ha hecho su aparición y además se ha traído bastante más agua de lo que estamos acostumbrados. En Murcia es tradición cocinar migas cuando llueve, pero por desgracia mi madre nunca aprendió a hacerlas así que no ha podido enseñarme la receta familiar... tendré que recurrir a mis tías.
El caso es que yo me he creado mi propia tradición de lluvia: hornear algo dulce :P Como no me apetecía bajar a comprar ingredientes (la lluvia está muy bien pero casi mejor si estás a cubierto en casa) pues improvisé con lo que había en la despensa.

He hecho un bizcocho de arándanos gracias a que encontré un bote de este delicioso y saludable fruto conservado al natural en agua y azúcar (marca alemana Odenwald), porque al parecer en Murcia es imposible encontrar frutos del bosque de calidad decente a un precio dentro de los límites razonables.
He usado por primera vez un molde de silicona, que ya tenía ganas de probarlo, y ha ido perfectamente bien, aunque se me quedó algo grande para la cantidad de bizcocho que sale con esta receta.




- 1 taza de harina integral
- 3/4 taza harina de repostería
- 3/4 taza azúcar integral de caña
- 1/2 taza compota de manzana
- 1/3 taza aceite de girasol
- 1/2 taza leche de soja
- 2 huevos
- 150 gr arándanos
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1/4 cucharadita de bicarbonato
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 sobre de té de frutos rojos

Precalentamos el horno a 200º y engrasamos un molde para bizcocho. Si usamos arándanos en conserva los dejamos escurriendo el agua en un colador. En un recipiente ponemos los huevos, la manzana, el aceite y la leche y batimos un poco; añadimos el azúcar y volvemos a batir hasta que quede homogéneo. Aparte tamizamos juntos todos los ingredientes secos y los incorporamos a la anterior mezcla, con movimientos suaves usando una espátula. Por último añadimos los arándanos dejándolos bien repartidos.
Colocamos la masa en el molde y horneamos a media altura, bajando la temperatura a 180º, durante unos 35-45 min. Cuando se dore la superficie comprobamos si está listo pinchando con una brocheta o un palillo, lo sacamos y dejamos que se enfríe unos minutos antes de desmoldarlo.