Curiosamente no consigo recordar si hacíamos algo especial en casa estos días festivos cuando era pequeña. Supongo que sencillamente los pasábamos en el campo, quizá comiendo con los abuelos o con alguna excursión cercana. Tengo que preguntarle a mi madre. Mi memoria se queda en la etapa ya del instituto, que era temporada de exámenes, y de la carrera, normalmente liada con trabajos. Bueno, en realidad en los años de la Universidad fue cuando conocí al elfo y cada mes de diciembre me escapaba en estas fechas a Madrid, entonces sí que vivía el ambiente festivo de la capital a tope. Pero ya tuve bastante de aglomeraciones, colas, calles intransitables y tiendas a tope; ahora que vivo aquí prefiero quedarme en el barrio. Me agobian muchísimo las multitudes.
El ambiente que tenemos además no me invita demasiado a estar dando tumbos por la calle. Suben demasiado las temperaturas en las horas centrales del día - y si te descuidas, se te hace tarde y entonces descubres que no estabas lo suficientemente abrigada - y lo peor es la maldita contaminación. Lo noto muchísimo en la cara - creo que tengo la mitad de la polución del aire dentro de los poros - y en la respiración, ya que soy asmática y ahora si me dejo el Ventolín en casa lo paso bastante mal. Malditos anticiclones, me amargásteis el verano y ahora también el final del otoño, yo os maldigo. ¡Borrascas, venid!
En fin, no me quiero quejar más de la cuenta. Al menos parece que el tema de la contaminación se empieza a tomar verdaderamente en serio. Hay gente que sí depende del coche para su día a día, pero creo que hay muchas personas que abusan del vehículo propio por el centro. Las retricciones de tráfico que se están aplicando tienen el lado positivo de hacernos ver que esta situación es insostenible, y hay que cambiar el chip. ¿Cómo? Pues no lo sé, pero quiero tener esperanzas.
Las galletas de hoy son perfectas para los que no son especialmente golosos, ya que no resultan nada empalagosas ni dulzonas. Son de chocolate, sí, pero tienen un sabor muy sutil, más bien terroso, profundo, potenciado por el toque de café. Por haceros una idea, se asemejan ligeramente a las tapas de las Oreo, que llevan cacao pero no saben a chocolate. Estas sablés además tienen esa textura ligeramente arenosa, crujientita pero muy suave al morderlas, y por eso recomiendo darles un buen grosor - mayor al que se ve en las fotos - para que conserven mejor su forma. Me gusta tomarlas con un vaso de leche de avena o almendras con canela, aunque con chocolate a la taza también combinan muy bien.
Galletas sablés de chocolate y un toque de café
Inspiración: adaptación de Bald ist Weinachten
Ingredientes para unas 40 galletas
- 140 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 50 g de azúcar fino tipo caster, o glasé
- 1/2 cucharadita de sal
- 150 g de harina de repostería
- 30 g de cacao puro en polvo
- 1 y 1/2 cucharaditas de café molido descafeinado
- 1/4 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 pizca de canela molida
Trocear la mantequilla en un recipiente amplio y batirla con batidora de varillas. Añadir el azúcar y batir un poco más, hasta que se integre lo justo. Incorporar el resto de ingredientes y batir hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
Dividir en dos porciones y formar cilindros de unos 4 cm de diámetro, bien envueltos en plástico film. Dejar enfriar en la nevera por lo menos una hora, mejor dos o más. Precalentar el horno a 180ºC y preparar unas bandejas.
Sacar una de las porciones y cortar las galletas del grosor deseado, más o menos de un dedo. Distribuirlas en las bandejas ligeramente separadas, volver a meter a la nevera un cuarto de hora y después hornear durante unos 10-12 minutos. Esperar un poco antes de trasladarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
¿Tenéis planes para el fin de semana largo/puente/acueducto? Recordad que el domingo es San Nicolás, ¿por qué no hornear unos simpáticos Grittibenzen? Yo traeré otra receta alternativa ;).
Tendrás que venirte a Mallorca, no hay aglomeraciones, ni contaminación, el tema será la temperatura, bueno, no podía ser perfecto, aunque perfectas veo las galletas de chocolate, adoro las galletas de chocolate, y mi secreto es no hacerlas, al menos no cuando no tengo eventos ni invitaciones de por medio, me las comería todas yo y no puede ser, pero para regalar me encantan, después me las siguen pidiendo, jajajaja, así que me las apunto para una ocasión así que hoy me toca decoración navideña en casa y Sergi ya está esperando. Feliz fin de semana/puente...el lunes aquí también se trabaja ;)
ResponderEliminarBesos
tengo que dejar de escribir así que, no sé que parezco, jajajaja
EliminarQue buen sabor deben tener, chocolate y cafe como me gustan, bsss
ResponderEliminarLa verdad que en Rotterdam, a pesar de ser una ciudad, el aire está bastante más limpio que por ejemplo Barcelona. O sea que eso he ganado... aunque aquí ni fiestas, ni puentes ni nada de nada... que son todos muy trabajadores :)
ResponderEliminarLas galletas se ven fantásticas... Lástima no haber visto tu receta esta tarde, cuando tenía mono de galletas y no habí ani una en casa.
besos guapa
Hola amiga! Ayy a mi me pasa lo mismo, antes cuando iba a Madrid a visitar a mi catador lo pasábamos prácticamente en la calle disfrutando del ambiente navideño del centro, pero ahora que ya vivo aquí intento evitar las aglomeraciones porque cada vez las aguanto menos. Prefiero quedarme en el barrio y moverme por los alrededores, aunque alguna escapadita haremos al centro que las ciudades en esta época del año estan preciosas. Aunque con esta contaminación como tú dices da reparo hasta salir a la calle :(
ResponderEliminarY de tus galletas qué puedo decir que no sea bueno, pues menuda pinta tienen. Me encantan que sean tan gorditas y con ese sabor a chocolate de las galletas oreo que dices. Un 10 te pongo campeona ;) Disfruta del puente horneando y 1 besote grande!!
Yo también estoy harta del dichoso anticiclón! Las galletas me parecen perfectas para mí, chocolate y poco dulces, me encantan! Besos
ResponderEliminarqué pinta!
ResponderEliminarestoy flipando con lo que leo de Madrid y la contaminación, a ver si de una vez nos damos cuenta de lo mal que lo estamos haciendo ><
Yo solo he vivido un año la época navideña en Madridny casi me da un algo con tanta gente por la calle. Además por aquel entonces vivía en Fuencarral y era horrible la cantidad de gente que había a todas horas.
ResponderEliminarLas galletas te han quedado gniales. Me apunto la receta.
Un saludo :)