La variedad gastronómica de Suiza puede ser un enemigo mortal para las dietas, y en fechas navideñas los dulces y chocolates se multiplican hasta el éxtasis :P. Particularmente, existen unas galletas típicas que simplemente adoro, por lo deliciosas que están y por los maravillosos recuerdos que me traen simplemente con olerlas: Mailänderli, Zimtsterne, Brunsli, Makrönli y Chräbeli.
Esta es la receta de las primeras, y aunque he tenido algunos problemillas con la masa (siempre me pasa las primeras veces hasta que consigo imponerme) han quedado fantásticas.
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- 125 g de mantequilla ablandada
- 125 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 2 yemas
- piel rallada de un limón o 1/2 limón grande
- 250 g de harina para repostería
- 1/2 yema
- 1 pizca de azúcar
- algunas gotas de agua
Batir primero la mantequilla blanda con el azúcar y la sal hasta que estén espumosos. Añadir las
2 yemas de huevo y la piel de limón sin parar de batir y por último añadir la harina tamizada.
Mezclar incorporando con movimientos suaves sin amasar hasta que quede una masa uniforme.
Cubrir la pasta con papel transparente y dejar reposar unas 2 horas mínimo en el frigorífico. Importante no saltarse este paso.
Una vez pasado ese timpo, cortar la pasta en 3 piezas y estirar cada una con un rodillo sobre
una superficie enharinada, en un grosor de unos 3 ó 4 milímetros. Cortar con las formas que se quieran y disponer en una bandeja cubierta con papel de horno o engrasada. Pintarlas con la mezcla de la yema de huevo y dejar unos 10 minutos mientras se precalienta el horno a 220º.
Hornear en el medio durante unos 10 minutos o 15 a 200º. Vigilarlas bien que enseguida se doran y se queman.
Esperar unos 3 minutos y dejar enfriar del todo sobre una rejilla.
me encnantan esas galletas ,
ResponderEliminarbesos
Tienen que estar muy buenas, a parte que se comen con los ojos¡¡¡
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