Cuántos años han pasado ya desde que descubrí lo que era un clafoutis, ese postre de origen francés que tradicionalmente se elabora con cerezas, y en teoría sin despepitar. Hoy en día encontramos versiones con cualquier fruta, aunque creo que la de verano se presta mucho más. Las frutas de hueso son perfectas para hornear pasteles y postres como este, además apetecen dulces fresquitos en esta época. Y, por supuesto, hay otras recetas de postres muy similares en todo el mundo, con especialidades según el país. El Pfannkuchen se parece mucho, o las versiones de tortitas al horno, o también tenemos el flaugnarde, etc.
El calor me tiene otra vez algo baja de energías y de ánimo, a pesar de que mi pequeño apartamento en Madrid nunca llega a ser el horno en el que se convierte la casa de mis padres en Murcia. Pero duermo poco y me desespera que haya tantísimas horas de luz, he tenido que cambiar los horarios de salir a correr y me fastidia no poder salir tanto como quisiera por el barrio porque me achicharro con el sol. También está la desventaja de que al cocinar o encender el horno se calienta toda la "casa", ya que cocina-comedor-salón-oficina comparten el mismo espacio. Al menos puedo ver el Tour mientras limpio, saco fotos y trasteo en la cocina, porque ya sabréis que el ciclismo es otra de las cosas que sí me gustan del verano.
En cualquier caso, sigo horneando, y este clafoutis de albaricoques lo preparé un poco improvisadamente para tener un postre fresquito cuando vino mi madre de visita hace un par de semanas. Al elfo no le hace mucha gracia encontrarse fruta entera en los dulces, así que aproveché para no tener que comérmelo yo sola. Vale, tampoco hubiera sido un grave problema :P. Esta receta la he adaptado un poco de Donna Hay usando albaricoques deliciosos del mercadillo, maduritos y muy aromáticos, y le he dado un toque de lavanda porque está en plena floración y me apetece añadir su aroma a casi todo. Si tenéis helado de vanilla en el congelador no dudéis en servir las raciones con una o dos bolas. Disculpad las fotos pero las tuve que hacer a prisa y corriendo antes de que llegara mi madre, y cuando lo devoramos por la noche no era plan de ponerse con la cámara ;).
Receta de clafoutis de albaricoques sin lactosa
Inspiración: la sobredosis de albaricoques y Donna Hay
Ingredientes para unas 6 raciones
- 400-500 g de albaricoques aromáticos, sin los huesos
- 75 g de azúcar caster o normal
- 1/2 cucharadita de flores de lavanda
- 3 huevos L
- 200 ml de nata ligera para cocinar sin lactosa
- 50 ml de leche sin lactosa
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 45 g de harina de repostería
- 1/4 cucharadita de sal
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde hondo de unos 2 litros de capacidad. Espolvorear el fondo con azúcar y distribuir por encima los albaricoques partidos por la mitad, boca arriba. Reservar.
En un recipiente mediano frotar el azúcar con la ralladura de limón y las flores de lavanda. Añadir los huevos y la vainilla y batir un poco con unas varillas. Incorporar la harina tamizada con la sal y batir con suavidad hasta que quede una mezcla homogénea y sin grumos.
Echar con cuidado en el molde, rompiendo las burbujitas que puedan surgir. Añadir un poco de azúcar por encima de los albaricoques, si se desea. Hornear durante unos 35-40 minutos, hasta que se empiecen a dorar los bordes y al pinchar con un palillo en el centro salga limpio.
Dejar enfriar por completo fuera del horno, guardar en la nevera y servir frío, con helado, nata o una salsa de frutos rojos. También está muy rico calentito, pero en esta época creo que no procede.
Ay, ¡llueve de verdad! Voy a ver si me mojo un poco ;).
Pero qué pinta Liliana!! Y eso que yo no soy muy fan de la lavanda... pero con un toque de caramelo o vainilla ya me lo estoy imaginando :P
ResponderEliminarUn beso!!!
Un toquecito leve es la clave, pero si quitas la lavanda y solo dejas vainilla (o limón, o naranja, o azahar, o tomillo...) queda riquísimo también! :)
EliminarFiz clafoutis apenas uma vez e com cerejas, esta ficou linda e com fruto que gosto muito
ResponderEliminarGracias São Ribeiro, con cerezas sale riquísimo también!
EliminarMe encanta una tormenta en verano,como huele y lo fresquito que queda luego...pero caigan solo 4 gotas que luego queda un bochornazo ...me pone de mal humor ..jaja,bueno que me lio, el clafoutis de albaricoques no lo comí nunca y la lavanda le debe dar un aroma y un toque fabuloso, se ve delicoso,besos
ResponderEliminarYo tampoco adoro la calor, el bochorno e ir constantemente sudada, pero es lo que tiene vivir en una isla, así que no tendrías consuelo aquí, pero igual al lado del mar te ayudaría, esa brisa es deliciosa. Y para delicia el clafoutis, yo lo he comido de frutas silvestres y mira que me pilla más cerca el albaricoque, tendré que probar, sólo verlo me relamo, con lavanda me sorprende mucho.
ResponderEliminarUn besito guapa
El bochorno que se levanta del suelo cuando ha hecho calor y caen cuatro gostas es insoportable. En Holanda estamos teniendo un verano muy fresco y lluvioso... lo que daríamos por tener al menos una semana de calor!
ResponderEliminarLa clafoutis la he visto muchas veces pero nunca la he preparado, a ver si me animo, que aquí no sabe mal encender el horno :)
besos
No conocía este postre, me ha gustado la receta!
ResponderEliminarHola querida Liliana!
ResponderEliminarA mí me pasa lo mismo, mi piso de Madrid aún aguanta el calor bien, me está sorprendiendo porque es nuestro primer año en él y es ahora cuando pasando todas las estaciones compruebas cómo lleva lo de la temperatura, y la verdad no puedo quejarme, pero aquí en Valencia en casa de mis padres el calor es sofocante, y las lluvias estivales y el fresquito que trae se recibe con los brazos abiertos.
Este clafoutis te ha quedado divino, nunca había oído lo de las flores de lavanda, todo un descubrimiento y ya me pica la curiosidad acerca de qué sabor tan rico le dará. vale la pena encender el horno para preparar esta maravilla. 1 besote enorme y disfruta del Tour que tanto nos recuerda al verano :) Muuuaaa!!!