Ah, Viena. Una de las capitales europeas con sabor añejo, con su glorioso pasado histórico-cultural que tanta influencia ha tenido a lo largo de los siglos. Legado del pasado de la dinastía Habsburgo, es símbolo de otra época, de los años dorados de Centroeuropa, de palacios, de nobles edificios, de artistas, de barroco desmesurado, de art decó y también de secesionismo, en muchos sentidos. También es la ciudad que hace la competencia a París con sus numerosísimas cafeterías, sus innombrables variedades de cafés y otras bebidas, y sobre todo sus maravillosos dulces y pasteles. Hoy en día Viena une tradición y vanguardia, lo antiguo y lo nuevo, el pasado de épocas más duras y el lujo más exclusivo, pero siempre con su personalidad especial.
Visitar Viena es, sobre todo, empaparse la ciudad. Es una capital para recorrerla, para conocer sus calles, sus avenidas, sus callejones, sus palacios y palacetes, sus numerosísimos parques, museos, edificos históricos, plazas y cafés. Aunque mi lado paterno es suizo, en realidad la rama familiar pasa también por Viena por parte de mi abuelo; mi padre tiene muchos recuerdos de su juventud en la capital austríaca y por eso siempre le he tenido un cariño especial, a pesar de conocerla poco. Debía tener yo unos 12-13 años cuando pasamos una semana allí, pero por desgracia los recuerdos se diluyen un poco. Había muchas ganas de volver y reencontrarme con parte de mi pasado y con una ciudad que recibe hoy con gusto al viajero. Y se nota, es uno de los principales destinos turísticos europeos, aunque a nosotros no nos pareció muy masificado, seguramente por las fechas.
El elfo y yo hemos tenido la suerte de poder alojarnos en un apartamento de situación inmejorable, hogar prestado por enchufe familiar - de mi suegra - que nos permitía estar en 5 minutos a pie delante mismo de la catedral. Un lujo del que me aproveché bien, ya que los tres días me desperté muy temprano y aproveché para darme paseos al amanecer en pleno centro, recorriendo las principales calles que horas más tarde rebosan de turistas y locales en sus quehaceres diarios.
Antes de detallar un poco lo que vimos y lo que hicimos, quería resaltar algunos detalles:
- Me agradó mucho el estado de las calles y de los edificios, al menos de las zonas principales. Tengo la impresión de que se han restaurado y reformado hace poco, y en general el trazado urbano es amable con el peatón y da gusto patearse el centro de arriba a abajo. Pensamos en comprar la Viena Card, que te permite usar el transporte público durante 24-48-72 horas, pero al final fuimos a casi todas partes andando.
- La gente, en general, es muy amable, y en cuanto ven que eres extranjero te hablan en inglés. Eso reconozco que me fastidiaba, ¡yo quería practicar alemán!
- Hay wifi gratuito en muchísimos sitios, en puntos señalizados por la ciudad que facilita el ayuntamiento, y en prácticamente todos los locales de restauración, cafeterías, restaurantes, oficinas de turismo, grandes tiendas y museos.
- Viena, como no podía ser menos, está plagada de museos. Recomiendo elegir bien cuáles visitar, porque además muchos son muy grandes y puedes acabar saturado y agotado. Hay que sumar los palacios, otras inmensidades; si bien por fuera todos merecen la pena, entrar a recorrerlos solo lo recomiendo si realmente te interesa el tema.
- La tarta Sacher está un pelín sobrevalorada, a pesar de que la que yo probé cuando me la trajo mi suegra me gustó mucho. A veces te toca una remesa muy seca, así que no es mala idea probar otras tartas de chocolate de otras pastelerías. Hay MUCHAS, con pasteles para todos los gustos. Y por favor, el Apfelstrudel que no se le pase a nadie.
- En Viena no llueve tan a menudo como en otras ciudades europeas, pero puede soplar mucho viento.
- En casi todas partes tienen la carta de comidas y bebidas con alérgenos perfectamente indicados, y muchos ofrecen alternativas sin gluten, sin lactosa y para veganos.
Ahora sí, un pequeño resumen de nuestra breve escapada.
Llegamos muy hambrientos sobre las 13.30, dejamos las maletas y nos fuimos a conocer el barrio y a buscar comida. Comprobamos que teníamos todo el cogollo del centro al lado de casa, así que para no complicarnos entre todo el follón de turistas a esas horas de sábado, pillamos algo rápido, un helado y a pasear sin rumbo fijo. Ya daré más detalles de la comida en otro post aparte ;).
Ese día hacía hasta calorcito, lucía un sol espléndido y lo aprovechamos en recorrer todo el perímetro del centro histórico, pasando por delante de muchos edificios, monumentos, plazas y parques clave.
Etiquetas
Adviento
Arroz y verduras
Bebidas
Bizcochos y tartas
Brownies y otros
Carne
Cereales
Chocolate
Cocina internacional
Cocina murciana
Cocina suiza
Ensaladas
Entrantes
Especias
Fruta
Galletas
Guisos
Halloween
Helados
Legumbres
Madrid
Mermeladas y conservas
Muffins y cupcakes
Navidad
Ocasiones especiales
Otros
Otros dulces
Panadería
Pascua
Pasta
Personal
Pescado y marisco
Pizzas y focaccias
Postres
Recetas ligeras
Snacks
Sopas
Suiza
Tartas
Verduras
Viajando
Wok
Archivo del blog
-
►
2019
(18)
- ► septiembre (1)
-
►
2018
(27)
- ► septiembre (1)
-
►
2017
(31)
- ► septiembre (3)
-
►
2015
(76)
- ► septiembre (9)
-
►
2014
(65)
- ► septiembre (5)
-
►
2013
(70)
- ► septiembre (6)
-
►
2012
(96)
- ► septiembre (5)
-
►
2011
(122)
- ► septiembre (10)
-
►
2010
(114)
- ► septiembre (5)
-
►
2009
(99)
- ► septiembre (9)
-
►
2008
(100)
- ► septiembre (5)
-
►
2007
(74)
- ► septiembre (4)
Categorías
- Aperitivos
- Arroz y verduras
- Bebidas
- Bizcochos y tartas
- Brownies y otros
- Carne
- Cereales
- Chocolate
- Cocina internacional
- Cocina murciana
- Cocina suiza
- Desayunos
- Ensaladas
- Entrantes
- Especias
- Fruta
- Galletas
- Guisos
- Halloween
- Helados
- Huevos
- Legumbres
- Mermeladas y conservas
- Muffins y cupcakes
- Murcia
- Navidad
- Otros
- Otros dulces
- Panadería
- Pasta
- Personal
- Pescado y marisco
- Pizzas y focaccias
- Postres
- Probando productos
- Recetas ligeras
- Snacks
- Sopas
- Tartas
- Verduras
- Viajando
Me ha encantado tu post!!!!! (Aunque ahora espero deseosa el que hable de los dulces, éste no se me ha hecho nada kilométrico eh, quiero más). Veo que lo habéis pasado de lujo, qué bien! Y que preciosas fotos..muchas gracia por compartirlo con nosotros. Un besuco
ResponderEliminarMe ha encantado tu post!!!!! (Aunque ahora espero deseosa el que hable de los dulces, éste no se me ha hecho nada kilométrico eh, quiero más). Veo que lo habéis pasado de lujo, qué bien! Y que preciosas fotos..muchas gracia por compartirlo con nosotros. Un besuco
ResponderEliminarMe alegro de no aburriros mucho! Estos posts eson algo egoístas porque son para disfrute personal, un lugar donde guardar mis recuerdos y volver dentro de un tiempo a rememorar los viajes :)
EliminarTranquila que el de los dulces y más comida no se me escapa!
Totalmente de acuerdo, por eso precisamente los hacemos nosotros....
EliminarQue bonita es y me alegro que lo pasaras tan bien.Seguro que estos recuerdos lo disfrutaras de por vida.Bsssss
ResponderEliminarMuchas gracias Doris! Fue corto pero intenso, ciudades como Viena se disfrutan mucho si uno va sin agobios :)
EliminarTenemos unas ganas locas de ir a Viena, ya no sólo por lo bonita que es, sino porque se cierra el círculo de amistades y familia que ya han ido y faltamos nosotros!!! :-) Qué bonita ciudad, es que nos parece que tiene un gancho tremendo, sus calles, sus edificios, sus tiendas, obradores, música, arte, y por supuesto gastronomía en fin... ¡un caramelo! Deseando ver la segunda entrega!
ResponderEliminarPD/ Me encanta el efecto bokeh que le has dado a la foto del parque de atracciones, parece una maqueta!
Gracias Carlos! Tengo cámara nueva y estoy todavía haciendo pruebas y experimentos, no salió mal del todo verdad? :)))
EliminarSeguro que os encanta, espero que podáis ir pronto. Aunque hay muchos turistas, creo que ahora se reparten más entre otras capitales europeas que han ganado gancho últimamente, como Praga o Budapest. En verano sí que hay más gente, creo, pero aún así me parece que Viena se ha adaptado bien al turismo con las últimas reformas que han ido haciendo.
Mi querida amiga, esperaba yo esta entrada tan especial, desde que dijiste que te ibas unos dias a Viena, esa es mi asignatura pendiente me vuelvo loca por conocerla, y viendo esta preciosa entrada con esas foros aun mas ganas me han dado de ir, me ha encantado tu viaje y lo he leido de arriba abajo, ahora espero el de la gastronomia, jajaja y si es de tarticas ricas mucho mejor jejeje. Un abrazo muy grande de tu tocaya que te quiere
ResponderEliminarHola Liliana
ResponderEliminarMe has dado envidia sana, jeje... Austria junto con Suiza son dos de los paises europeos que más me gustan. A Suiza he ido el pasado mes de marzo, ahora falta Austria, a ver si le toca algún día no muy lejano.
Por cierto, respecto al comentario que has hecho en mi entrada del revuelto de grelos, miraré si hay alguna empresa que los venda online para que los pruebes. Tienen un sabor muy diferente a toda la verdura que hayas probado, pero oreo que te gustarán, y en revuelto más ai cabe.
Un beso guapa
Ay mi Suiza! Es que son dos países preciosos, y más si te gusta el campo, los bosques y la montaña :) Espero que puedas visitar Austria pronto!
ResponderEliminarMuchas gracias por lo de los grelos, tengo que ir a preguntar a un frutero que conoce mi suegra que suele traer productos especiales de toda España :)
Adoro Viena! Tengo una amiga allí y he ido un par de veces, concuerdo contigo en que el apfelstrudel (mit eis!) es mejor que la sacher, aunque yo me enamore de los Kaiserschmarrnmmmmmmmmmmmm x)
ResponderEliminarNo veo que la hayas visitado, así que para la próxima apúntate la Hundertwasserhaus!