Ahora mismo tengo bajo mi ventana a un montón de músicos venidos en autobuses ruidosos practicando con sus trompetas, tambores y demás. No son las 8 de la mañana aún, pero en el Domingo de Gloria en mi barrio no se puede dormir hasta tarde. Encima nos ha tocado el cambio de hora esta noche, algo que sabéis que odio con toda mi alma, así que prefiero no calcular las escasas horas que he podido descansar esta noche. Porque además se ha sumado que he tenido que dejar la ventana abierta, ya hace calorcico, y el maldito pub/bar/discoteca de la Plaza de Toros reúne hasta el amanecer a fiesteros con nula educación que se dedican a pegar gritos y armar follón por la calle. No creáis que son jovencitos, no. No sé si con la edad me he vuelto cada vez más quejica o es que la gente cada vez tiene menos consideración hacia los demás. Claro que cuando era pequeña no había bares en la Plaza de Toros, en fin.
Madre mía, el ruido que están haciendo los músicos calentando sus instrumentos es bastante infernal, mi hermano que se levanta a mediodía debe estar maldiciendo desde la cama. Pero bueno, no es algo que nos pille por sorpresa. Aquí termina la Semana Santa murciana, con el desfile de la Cofradía del Resucitado, el colofón a toda la semana de fiestas. Y encadenando con ello comienza la semana de festejos de verdad, las Fiestas de Primavera que han llenado de barracas la ciudad. Por desgracia el martes, el mismo día del Bando de la Huerta, cojo el tren de regreso, pero intentaré aprovechar un poco este par de jornadas que me quedan. Ains, ¡hecho de menos vivir las fiestas completas!
Bueno, vamos con la receta. Podéis acudir al blog de María donde está perfectamente detallado el paso a paso, y es que sus recetas tradicionales jamás me han fallado. Yo he hecho unas pequeñas modificaciones para ajustarla a mi gusto personal, y también creo que mis huevos eran más grandes porque he necesitado un poco más de harina. Es lo que suele ocurrir con este tipo de recetas típicas, así que tampoco es un gran problema. Con un poco de experiencia es fácil ajustar a ojo la textura que se debe conseguir. Estos hornacicos se decoran con huevos de codorniz, aunque yo sólo he usado una docena y dejado los demás desnudos. He preferido cocerlos la víspera para evitar sustos en el horno -María los deja a remojo-, y me he dado cuenta de que jamás había cocinado con huevos de este ave antes. Son muy monos :D.
Hornacicos o mini monas de Pascua
Inspiración: receta ligeramente modificada de Cosicas dulces
Ingredientes para unas 20-25 unidades
- 2 huevos L
- 175 g de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- 155 ml de zumo de naranja
- ralladura de 1 naranja
- 100 ml de aceite de oliva
- 1 sobre doble de gaseosa
- 500 g de harina + extra para amasar
- huevos de codorniz cocidos
- 1 huevo batido para pintar
- azúcar para decorar
Precalentar el horno a 180ºC y preparar un par de bandejas con papel sulfurizado.
Disponer los huevos en un cuenco grande y batir con unas varillas hasta que espumen. Añadir el azúcar y batir más hasta que quede bien integrado. Incorporar la sal, el zumo de naranja, la ralladura y el aceite, y batir. Agregar la gasesosa y mezclar bien.
Empezara echar la harina, mezclando poco a poco, ajustando la cantidad hasta tener una masa homogénea, blanda y húmeda, algo pegajosa pero que se pueda manejar. Lo mejor es trabajar ahora con aceite de sabor neutro, engrasando la superficie de trabajo y las manos.
Tomar pequeñas porciones, formar bolas y luego estirar las puntas. Distribuir por las bandejas, dejando un poco de espacio entre ellas, y decorar con los huevos en la parte central. Colocar una pequeña tira de masa encima del huevo. Pintar con huevo batido, decorar con azúcar y hornear hasta que los hornacicos estén dorados al gusto.
Dejar enfriar completamente sobre una rejilla antes de comer o de guardar en un recipiente hermético. María recomienda tomarlos para merendar acompañados de chocolate, así que no seré yo quien diga lo contrario.
Después de un febrero algo seco en posts, esta semana me ha cundido bastante; nada más y nada menos que tres recetas en siete días! No me reconozco :P. Se nota que las festividades me inspiran, y más aún venir a mi tierra con la familia. En realidad tenía más dulces y algún que otro plato de Pascua fichado para probar, pero no puede ser todo al mismo tiempo. Me las reservo para el año que viene, aunque las monas y probablemente estos hornacicos volverán a caer.
¡Que disfrutéis del domingo!
Qué cosa tan bonita Liliana, deben estar de rechupete estos hornacicos.
ResponderEliminarFelices pascuas.
Que bonito!!
ResponderEliminarSaludos
Hola guapa!
ResponderEliminarMenudos hornacicos tan monos y ricos te han quedado. Perfectos para ponerles la guinda a la Semana Santa que acaba. Qué recuerdos me has traído de cuando íbamos al campo a comer la mona mi hermano y yo junto a mi padre. Aún no he visto ninguna mona de Pascua aquí en Madrid :(
Y cómo te entiendo con el ruido, yo creo que también aguanto mucho menos ese tipo de comportamiento a medida que pasan los años, pero es que no recuerdo que tampoco la gente hiciera tanto ruido! En mi casa de Valencia, la de mis padres, es imposible dormir por las noches cuando se acerca el verano, nada menos que tres bares bajo de casa que no respetan la hora del cierre ni el sueño de los vecinos. Si sólo tuvieran algo de educación...
Bueno guapa, te envío mucho ánimo y que disfrutes con ganas estos días que te quedan en tu tierra, espero que los vivas al máximo y un besote gordo!!
Vivo frente a una plaza con bares. El verano es un poco infierno. Lo cierto es que cierran a la una, pero en la calle de detrás hay un after y no te quiero contar las escandaleras de los últimos en irse, cuando salen a trompicones y borrachos como piojos por mi calle, y pasan bajo mi ventana... ay como los odio! Les tiraría todas las macetas a la cabeza si no fuera un delito serio eso de ir lanzando objetos pesados por la ventana xD xD xD
ResponderEliminarLos hornacicos me han enamorado, que cosa más mona madre mía!
Mira en eso he ganado yo, vivir en la montaña, aunque sea pueblo turístico, es tranquilo, en verano y en invierno, y no, no envidio los ruidos de las zonas más populares, jeje. No soy muy devota de estas fiestas, la Pascua para mi, siempre significo gastronomía en casa, lo típico, pero ni era de visitar pasos ni era de ir a buscar huevos, así que así sigo, ni lo uno ni lo otro. Pero me gusta mucho seguir con la parte gastronómica y conocer las maravillas que se cocinan en nuestro país, y estos hornacicos me parecen maravillosos, pequeños y preciosos, me lo apunto para probarlo un día. Besos
ResponderEliminarunas monas estupendas¡¡.
ResponderEliminarbesos crisylaura
Menosmal que las fiestas ya pasaron
ResponderEliminarMe han encantado estas monas en versión mini.
pensaba que eran lo mismo monas y hornacicos! qué moninos con el mini huevo *-*
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