En menos de una hora desde casa llegamos al pequeño aparcamiento donde se sitúa el inicio de la ruta, en un paraje fantástico alejado de grandes núcleos urbanos. Hay que pasar El Escorial y subir y bajar un poco por carreteras llenas de curvas, atravesando algunos pueblos, y el trayecto también merece la pena. Las vistas de El Escorial desde algunos puntos del camino son espectaculares.
Se trata de una senda situada en el término de Santa María de la Alameda, que arranca desde el puente del río Aceña. En este río confluye el arroyo del Hornillo, que es el que da nombre a la ruta y el compañero que nos guiará por gran parte de la senda.
El aparcamiento no es muy grande y cuando llegamos ya estaba casi lleno, aunque luego apenas nos cruzamos con una familia y una pareja de senderistas durante la ruta. La zona ofrece otros paseos y sendas en los alrededores, y probablemente volvamos a explorar mucho más, incluyendo una visita al pueblo que nos faltó en esta ocasión. Junto al aparcamiento hay una zona de picnic con mesas de madera y una escuela de pesca y protección medioambiental, cerrado ese día.
La ruta arranca desde allí siguiendo una senda forestal cerrada con una barrera para vehículos, adentrándose primero en el bosque, y siguiendo el curso del arroyo. Es un placer caminar entre árboles y vegetación escuchando el sonido del agua meclándose con el de los pájaros, y la verdad es que no me había dado cuenta de lo mucho que lo echaba de menos. Hay que escaparse a la naturaleza más a menudo, y aprovechar los recursos que nos ofrece el lugar donde vivimos.
El sendero es fácil de seguir, subiendo poco a poco a medida que seguimos el arroyo. Hay que cruzar el agua en las zonas habilitadas, hasta que llegamos a la Chorrera propiamente dicha. Un salto de agua en forma de bonita cascada y una zona donde se forman pozas de aguas más tranquilas entre rocas. ¡Cómo relaja contemplar el curso del arroyo!
Más adelante el sendero deja el arroyo para atravesar un claro con forma de pradera antes de empezar la ascensión más pronunciada de todo el camino. Es un tramo más intenso pero corto, y las vistas desde arriba son muy bonitas. A 1380 metros se puede ver todo el paisaje que nos rodea, con un mirador que incluye un cartel explicativo de la zona.
La bajada es bastante pronunciada y algo incómoda en algunos tramos, pero también tiene su encanto. Una vez abajo el paisaje vuelve a cambiar, pasamos una pequeña granja con ganado -me acordé mucho de Suiza en esta zona- y seguimos el camino ya más acondicionado para volver al punto de partida.
Me gustó la ruta por ser sencilla, ideal para principiantes y familias, pero también variada. El paisaje va cambiando en cada zona y el camino nunca permanece igual, evitando la monotonía en el paseo. Que sea una senda circular es otro punto a favor, ya que no me gusta tener que volver por el mismo camino, y en unas dos horas se puede haber completado. Aunque tampoco hay que tener prisa, merece la pena detenerse de vez en cuando a disfrutar del entorno y de las vistas.
Para el almuerzo-picnic aprovechamos mi preciosa Snailbag, y ya he podido comprobar que es muy cómoda de transportar. Preparé una coca integral (pronto la receta), una ensalada de tomates variados para compartir, y otra de calabacín que devoré yo sola porque el elfo no puede con esta hortaliza. Os pongo la receta un poco a ojo porque me encantó la mezcla de sabores, y creo que es ideal para llevar en tupper o como guarnición en una comida al aire libre, barbacoa o similar.
Receta de ensalada de calabacín a la plancha
Ingredientes a ojo para unas 2 personas
- 2 calabacines medianos
- 3-4 anchoas en aceite de oliva
- 1 cucharadita de alcaparras
- tomillo y/o romero
- 1 puñado de perejil fresco
- 1 limón
- pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra
Lavar bien los calabacines y cortar en rodajas de algo menos de un dedo de grosor. Pintar con aceite de oliva una plancha o parrilla y cocinarlo en tandas hasta que esté bien dorado por ambas caras, al gusto. Disponer en una fuente o plato y añadir tomillo/romero y pimienta negra al gusto.
Trocear/picar a cuchillo, groseramente, las anchoas escurridas con las alcaparras y el perejil. Incorporar al calabacín, agregar zumo de limón y aceite de oliva, y mezclar todo bien. Mejor servir a temperatura ambiente, dejándolo atemperar fuera de la nevera si lo preparamos con antelación.
A ver si organizamos más excursiones así ahora que hace buen tiempo :). Y vosotros, ¿sois aficionados a las rutas por la naturaleza? ¿Os gusta comer de picnic?
Vaya picnic tan cuidado y delicioso, a la espera ver esa coca. Nosotros seguro que hubiéramos echado unos bocatas a la mochila y punto, y si me apuras el tortillón, pero vamos, así da gusto, os faltaba una copita de vino al estilo toscano :) En el propio pueblo, hay un asador muy bueno, que también hacen una cocina casera excepcional. Y una panadería muy famosilla pero que ahora no recuerdo el nombre. Un saludo.
ResponderEliminarLos bocatas y la tortilla no merecen ningún desprecio tampoco! :) Tenía ganas de hacer algo un poco diferente pero te aseguro que el elfo con un buen bocata ya es feliz, jajaja.
EliminarTomo buena nota de las recomendaciones, no tuvimos tiempo de entrar al pueblo pero queda pendiente, muchas gracias!
qué pasada de sitio! lo que me gusta el calabacín y los picnics en lugares maravillosos!!! *0*
ResponderEliminarla promera quincena de julio iremos a Madrid, si no hace mucho calor igual te copio alguna excursión ;) (aunque algo me dice que tendremos que volver en otra época xD)
Vivan los picnics!! :)
EliminarEn julio puede tocarte una semana de muuucho calor o verano soportable. En mi experiencia, agosto es peor, aunque depende de las olas de calor que caigan. De todas formas, creo que una excursión a la sierra nunca es mala idea, hace más fresquito y siempre se está mejor a la sombra de árboles y junto ríos y arroyos :).
hola preciosa, vaya ruta más bonita por lo que cuentas y veo en las fotos, y vaya ensalada! la snail bag me encanta. Me gusta mucho que pongas la ruta, ultimamente estoy haciendo alguna que otra, de niña iba una senañana a los picos de europa y alquilábamos una pequeña casa perdida en el monte y allí nos tirábamos siete días haciendo rutas larguísimas cada dia, era una pasada, estoy retomándolo pero modo tranqui. Por cierto, te dejé comentario en tu entrada anterior y luego no me aparecía, dime que no se me borró por favor. Ay dios jajaj, un beso fuerteeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarMe fascina un poco el "mundo" picnic, yo que vivo en un lugar idóneo para ello me maravilla la ilusión y ganas que la gente tiene de hacerlo, justo este fin de semana estaba pensando yo en llevarme a mis chicos de picnic por estos alrededores tan bonitos, me apetece fotografiar y respirar más aire puro, que se me pongan las mejillas rosadas y reír un rato, así que viendo tu ruta y tan cercana y tu deliciosa comida me has animado más, ahora nada de quedarse en casa llego el buen tiempo.
ResponderEliminarUn besito
Me ha encantado tu entrada, vamos, ya me he apuntado el nombre y todo con detalle porque espero algún día poder disfrutar de este paisaje tan bonito que nos enseñas cuando esté allí en Madrid. Me alegro que hayas aprovechado estos días tan bien y hayas descansado.
ResponderEliminarMi pareja y yo somos aficionados a hacer rutas por el monte. Como tú dices, de vez en cuando es necesario escaparnos de la ciudad y disfrutar del silencio de la naturaleza. Es como que se para el tiempo y parece que estemos en otro lugar totalmente diferente. Una de las cosas que me gusta de Madrid es eso, el poder salir de la ciudad y rodearte de verde rápidamente.
Y si lo acompañas de una ensaladita tan sana y ligera como la que has preparado, pura gloria :)
1 besazo Liliana y feliz jueves!!
Siiii, me gusta comer de picnic!!! y más aún si es en un lugar tan hermoso como el que nos muestras Liliana!!!
ResponderEliminarEs cierto que a veces no nos damos cuenta de lo cerca que tenemos lugares bellos y es tan fácil preparar una ensalada tan linda y deliciosa y salir a pasear!!!!!
Precioso post mi niña..siempre es gusto leerte!!!!!!
Al cambiar el diseño has aumentado el ancho, ¿no? Se ven más amplias las fotos. Igual ya te lo había dicho, o igual ya lo habías dicho tú, o igual realmente no lo has ampliado y da la sensación.
ResponderEliminarMe gusta...
Qué fotos más bonitas :) Me alegra que sea una ruta circular, si es verad que es un rollo tener que hacer camino de ida y vuelta, jajajaja
Un besito, Liliana!!
PD: De la receta digo poco, porque entre que no me gustan las anchoas, y que la beerenjena y el calabacín me los como calentitos... :P
Mi querida amiga, que agradable , esa hermosa ruta llena de tanto verde y tanta agua, es una hermosura, y como bien dices tan cerquita de Madrid, que merece la pena ir mas de un fin de semana, las fotos son preciosas dan ganas de irse eso si con una rica ensalada como esa que has llevado de cañabacin que me vuelve loca, Mil besicos cielo mio
ResponderEliminarUna ruta preciosa!!
ResponderEliminarBesos crisylaura.